Desparejados
El deterioro de la convivencia es un fil¨®n para la televisi¨®n por insoslayable y porque puede abordarse desde muchos ¨¢ngulos
La programaci¨®n sobre conflictos de pareja es abundante en los canales en abierto y de pago, y sus t¨ªtulos revelan el gancho de broncas dom¨¦sticas que se remontan a las inici¨¢ticas entre Ad¨¢n y Eva: Casados a ciegas, Durmiendo con mi enemigo, Ll¨¢mame pap¨¢, Hotel rom¨¢ntico y Ex parejas, entre otros muchos. Un equipo de consejeros suele participar en el an¨¢lisis de las causas de la metamorfosis de enamorados que pasan de deleitarse con el lunar de su costilla a considerarlo una repelente verruga.
El deterioro de la convivencia es un fil¨®n por insoslayable y porque puede abordarse desde muchos ¨¢ngulos en la seguridad de que la audiencia siempre encontrar¨¢ situaciones percibidas como propias: desde la apat¨ªa, la iracundia, la desconfianza o el ego¨ªsmo como origen del desamor y el fracaso. Durmiendo con su enemigo, emitida por TEN, recrea desenlaces tr¨¢gicos: la mat¨¦ porque era m¨ªa. Hay enfoques para todos los gustos. Todos acaban en comisar¨ªa.
La serie Casados a ciegas entretiene matrimoniando a treinta?eros que deber¨¢n convivir un mes para conocerse; despu¨¦s tendr¨¢n que decidir entre continuar o divorciarse. El formato facilita el espect¨¢culo. Est¨¢ cantado porque el casting se encarga de que muchos de los participantes se comporten como adolescentes en una convivencia de laboratorio que, en definitiva, es un duplicado de la realidad.
La cosa es bastante cre¨ªble porque las trifulcas recreadas son frecuentes y pueden alcanzar a octogenarios tir¨¢ndose a la yugular. Observar a los m¨¢s jovenzuelos cometiendo errores de manual divierte bastante porque queda demostrado que el hombre es el ¨²nico animal que tropieza entre dos y doscientas veces en el mismo pedrusco. Visto lo visto desde el croma?¨®n hasta el algoritmo, el asunto tiene mal arreglo.
M¨¢s edificante es Ll¨¢mame pap¨¢, un documental repuesto por La 2. Durante meses se acompa?a a maltratadores reincidentes, padres de familia casi todos, en una terapia impartida en Australia por tutores que fueron v¨ªctimas y victimarios. Triste y recomendable.
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