El biografiado a su pesar
J. Benito Fern¨¢ndez revisa la vida y obra del autor de ¡®El testimonio de Yarfoz¡¯
J. Benito Fern¨¢ndez hab¨ªa renunciado definitivamente a escribir otra biograf¨ªa cuando Miguel Delibes le coment¨®, hacia 2004, que ten¨ªa que dedicarle una a Rafael S¨¢nchez Ferlosio. No le hizo mucho caso: las que dedic¨® a Leopoldo Mar¨ªa Panero y Eduardo Haro Ibars lo dejaron exhausto. ¡°Hice tambi¨¦n otro experimento¡±, cuenta. ¡°Fue una semblanza dedicada a Roland Barthes y Andr¨¦ Gide. Fueron homosexuales, protestantes, renegaron de la izquierda en que militaron¡±.
¡°Lo de escribir una biograf¨ªa en este pa¨ªs es una tarea ingrata. Se valora muy poco que te metas cuatro a?os a investigar para construir con rigor la historia de una persona. La idea que existe es que te puedes poner con alguien y liquidar su biograf¨ªa en un par de meses¡±. No lo ha tenido f¨¢cil con la ¨²ltima: El inc¨®gnito Rafael S¨¢nchez Ferlosio. Apuntes para una biograf¨ªa (?rdora). El escritor, siempre celoso de su intimidad, se neg¨® a colaborar. Cuando ten¨ªa el libro casi listo, J. Benito Fern¨¢ndez a¨²n hizo un ¨²ltimo intento por quedar con ¨¦l. En el pr¨®logo recoge la conversaci¨®n con Ferlosio: ¡°No estoy conforme con la biograf¨ªa¡±, le dijo. ¡°No es nada contra su persona. Es que no soy apropiado, no tengo argumentos¡±. Luego remat¨®: ¡°No le aconsejo que la escriba. Las biograf¨ªas solo se hacen a los muertos. Yo tengo 85 a?os; no tiene usted que esperar mucho¡±. Terminaron el di¨¢logo ¡°muy cordialmente¡±.
Sea como sea, J. Benito Fern¨¢ndez no se arredr¨®. Ley¨® las obras completas de Ferlosio. ¡°Fui apuntando las cosas que salen de su vida, gente a la que trat¨®, y empec¨¦ a llamar y a quedar con la gente para que me fueran contando. Poco a poco fui atando cabos¡±. De enero de 2012 a marzo de 2013 recogi¨® testimonios de 123 personas. Ha visitado archivos, Registros de la Propiedad, despachos parroquiales... Las casi 600 p¨¢ginas de su trabajo son muy respetuosas con las cosas de la vida de Ferlosio, y entra con toda delicadeza en las zonas m¨¢s conflictivas, como su separaci¨®n de Carmen Mart¨ªn Gaite o la muerte de la hija que tuvieron juntos.
El texto arranca con la reconstrucci¨®n de las peripecias del padre de Ferlosio, Rafael S¨¢nchez Mazas. Luego aborda a un hombre obsesivamente entregado a la escritura, una vida de palabras.
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