Hegel en el autob¨²s

Hay una escena decisiva en Las maldiciones (Alfaguara, 2017), la novela de la ?pospol¨ªtica? de Claudia Pi?eiro. Con el estilo que hace veros¨ªmil todas sus ficciones, la autora de Las viudas de los jueves introduce en este libro de maldades p¨²blicas una ins¨®lita conversaci¨®n privada: una mujer que resulta ser maestra de filosof¨ªa se sienta en un autob¨²s junto al protagonista, Rom¨¢n Sabat¨¦, que forma parte del equipo de un pol¨ªtico nuevo y en conflicto, Fernando Rovira. Sabat¨¦ huye de ese hombre y de una proposici¨®n al menos ins¨®lita: que le resuelva su problema de paternidad. ?l es su amo, ?qu¨¦ hace? ?Le obedece? Sabat¨¦ no sabe que el pol¨ªtico es su amo, se lo descubre, usando a Hegel, la fil¨®sofa del autob¨²s, y a partir de ah¨ª, de la puesta en escena de la disyuntiva amo-esclavo, la novela adquiere un nuevo giro rabiosamente humano.

?Y c¨®mo lleg¨® Hegel ah¨ª? Se lo pregunt¨¦ a Claudia Pi?eiro cuando estuvo en Madrid, presentando la novela. En realidad, Hegel le lleg¨® de la mano de Lacan, que estudi¨® lo que el fil¨®sofo alem¨¢n dice de esa relaci¨®n amo-esclavo. Ella no pod¨ªa hacer que un chico, Sabat¨¦, que no ten¨ªa ni idea de Hegel se pusiera a dilucidar ese dilema que lo atormentaba sin saber decirlo. Pi?eiro es consciente de que ese error de atribuir a personajes palabras que no suenan como propias se comete a menudo en literatura. Y ¡°ah¨ª apareci¨® esa profesora de colegio secundario, compa?era casual de asiento en un viaje que hace Rom¨¢n Sabat¨¦ y que como buena profesora quiere ense?ar y ense?a a¨²n fuera del aula¡±. Hegel estaba escondido en esa escena, ¡°pero yo no fui consciente de ello hasta que la novela estaba m¨¢s avanzada¡±.

¡°La escritura demanda una posici¨®n pol¨ªtica¡±, dice la escritora, dramaturga y guionista de televisi¨®n argentina

Hasta entonces Las maldiciones era una novela pol¨ªtica y desde ese momento en el que Hegel aparece en el autob¨²s ya es una novela moral que te lleva al abismo de las oscuridades de las que son capaces los pol¨ªticos para hundirse en la porquer¨ªa dando la impresi¨®n de seguir impolutos. ¡°Es una novela pol¨ªtica donde la pol¨ªtica es un protagonista m¨¢s¡±, dice Pi?eiro.

Otras novelas suyas son pol¨ªticas, como la citada Las viudas de los jueves y como Betib¨². ¡°Miran el mundo con una posici¨®n pol¨ªtica. En el sentido aristot¨¦lico: el hombre es un ser pol¨ªtico. Pero en Las maldiciones, adem¨¢s, la pol¨ªtica entra en acci¨®n expresamente, con sus virtudes y sus miserias¡±. En este caso, el pol¨ªtico, al que se le asocian en Argentina paradigmas advenedizos, aunque tengan poco que ver con ¨¦l, viene a salvar Buenos Aires y a salvar despu¨¦s su pa¨ªs. Y pronto adquiere la costumbre de poner su moral al servicio de sus ambiciones. En ese plano es en el que utiliza a Sabat¨¦ para un favor que implica a su esposa y que es dif¨ªcil de contar sin hacer spoiler. Desde que Hegel se sienta en el autob¨²s la novela es a la vez humana sin dejar de ser pol¨ªtica, porque ¡°da cuenta de personas que son pol¨ªticos, de un partido pol¨ªtico, de leyes, de alianzas, de estafas, de corrupci¨®n, de poder, de ambiciones y de sometimiento¡±. Porque ¡°la escritura demanda una posici¨®n pol¨ªtica¡±.

No es negra, es pol¨ªtica la novela, pues aunque hay un asesinato decisivo nada m¨¢s amanecer el libro, lo que la va marcando de veras es la ambici¨®n que nubla de vanidad el ejercicio de la pol¨ªtica. Para hacer visible lo inmoral est¨¢ la madre de Rovira, que representa, dice la autora, ¡°el verdadero poder detr¨¢s del poder¡±. Es representante ¡°aterrador¡± de ese oficio de tinieblas que consiste en manejar los hilos del corrompido. Es una novela moral sobre lo inmoral, de personajes que viajan al abismo jugando perversamente hasta con lo que parecer¨ªa sagrado. Dice Claudia: ¡°Para construir estos personajes necesitas que la trama los enfrente a abismos donde tengan que tomar decisiones y en esa acci¨®n nos cuenten qui¨¦nes son¡±. Fernando Rovira y Rom¨¢n Sabat¨¦ son esas figuras que se manejan como dice Hegel, amo y esclavo. ¡°Esas bambalinas porque mi marido se ha movido en ese medio. Entonces s¨¦ de la pol¨ªtica lo que todos ven en los noticieros, pero tambi¨¦n lo que s¨®lo se puede ver en bambalinas: las traiciones, las estafas, la falta de palabra, las alianzas, las lealtades y la deslealtades, las mentiras¡±.

Esa es la trama y ese abismo es el que da escalofr¨ªos. No es una novela negra, es una novela sobre la pol¨ªtica de color negro.

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Autor: Claudia Pi?eiro.

Editorial: Alfaguara (2017).

Formato: tapa blanda (320 p¨¢ginas).

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