Luz para la c¨²pula dorada de Jerusal¨¦n
Culmina la restauraci¨®n de los 1.525 metros cuadrados de mosaicos del Domo de la Roca y la Mezquita de al-Aqsa: siete a?os de trabajo en la zona m¨¢s disputada de la ciudad santa
En el interior del Domo de la Roca, el edificio musulm¨¢n m¨¢s antiguo del mundo, de donde se cuenta que ascendi¨® Mahoma hacia el cielo, varios expertos restauradores dan los ¨²ltimos retoques a sus famosos mosaicos, un trabajo que ha llevado siete a?os y se ha desarrollado casi en silencio dada la conflictividad de la zona donde estos d¨ªas vuelven a silbar las balas. En la Explanada de las Mezquitas, los restauradores jordanos y palestinos han sacado todo el esplendor al interior de la c¨²pula dorada que preside las fotograf¨ªas souvenirsde Jerusal¨¦n.
Una cascada de luz dorada inunda la impresionante sala principal del Domo de la Roca, proveniente de m¨¢s de dos millones de teselas de cristal de colores con oro, plata y madreperla. Son los mosaicos reci¨¦n restaurados que decoran las paredes y la b¨®veda del famoso edificio octogonal ¡ªs¨ªmbolo de la arquitectura isl¨¢mica temprana¡ª coronado por una imponente c¨²pula. ¡°Las teselas de los paneles verticales superiores fueron colocadas con una inclinaci¨®n de 30 grados para que reflejen el haz de luz hacia quien lo contempla desde abajo¡±, explica el doctor Mohammed Abu Aysheh, jordano educado en Bolonia, al frente de estos trabajos de limpieza, restauraci¨®n y documentaci¨®n de los mosaicos que adornan tanto el Domo de la Roca, como la Mezquita de al-Aqsa.
¡°El 95% del trabajo ya est¨¢ hecho. Ha sido duro porque nunca antes se hab¨ªa realizado una restauraci¨®n cient¨ªfica de los mosaicos ni se hab¨ªan documentado sus ricos dise?os. Ahora s¨ª podemos decir que las generaciones venideras sabr¨¢n con exactitud, pase lo que pase, como eran en 2017¡±, explica el restaurador.
El proyecto lo puso en marcha el Ministerio de Asuntos Religiosos de Jordania ¡ªpa¨ªs custodio de los santos lugares musulmanes de Jerusal¨¦n¡ª y se ha pagado con los fondos del reino. ¡°Es el proyecto m¨¢s importante del comit¨¦ creado por el Fondo Hachemita para la Restauraci¨®n de al-Aqsa¡±, asegura el jeque Hassan, representante del Waqf, la autoridad religiosa que gestiona el lugar.
Adem¨¢s de la restauraci¨®n, se han digitalizado y documentado por primera vez los dise?os de los 1.525 metros cuadrados de mosaicos que decoran el Qubbat al-Shakra ¡ªcomo se conoce en ¨¢rabe el Domo de la Roca¡ª y al-Aqsa. ¡°Si hay otro terremoto o incendio se podr¨¢n reconstruir fielmente¡±, dice orgulloso Abu Aysheh. Se refiere al terremoto de Jeric¨®, que sacudi¨® la regi¨®n en 1927 cuando se desprendieron varios paneles de mosaicos y al incendio provocado en 1969 por un extremista australiano. Las llamas devastaron el interior de la mezquita. Varios de los mosaicos se quemaron y el p¨²lpito de madera y marfil de 1.000 a?os de antig¨¹edad qued¨® calcinado.
¡°Los mosaicos da?ados por el fuego se guardaron porque entonces no pod¨ªan restaurarlos. Ahora hemos recuperado algunas teselas pero hemos trabajado pr¨¢cticamente a ciegas, bas¨¢ndonos en fotograf¨ªas e im¨¢genes antiguas. Por fin tenemos registrado el ADN de esta joya, pero ha sido muy laborioso¡±, dice Abu Aysheh mostrando las copias en papel sobre las que su equipo trabaja.
En ellas aparecen marcadas con diferentes colores las teselas que necesitaban una reparaci¨®n, las que tuvieron que sustituir y donde intervinieron manualmente, con la precisi¨®n de un cirujano, para extraer los restos de cemento y residuos que no salieron ni con la primera limpieza en seco, ni con el ¨²ltimo repaso qu¨ªmico. ¡°De media, tardamos en copiar cada panel una semana¡±, dice la arquitecta Asil Abu Rmilah, de la Universidad palestina de Birzeit.
Hay dise?os florales entre los que tambi¨¦n pueden leerse frases extra¨ªdas del Cor¨¢n. ¡°La mayor¨ªa de las teselas son de oro aunque tambi¨¦n las hay de plata, coloreadas y de madreperla. Cada una de las doradas es como un s¨¢ndwich de cristal de unos siete mil¨ªmetros que contiene en su interior una fina l¨¢mina de oro¡±. Adem¨¢s de las originales, confiesa Abu Aysheh, tambi¨¦n compraron media tonelada de ¡°esos s¨¢ndwiches¡± de cristal y oro a la prestigiosa casa Orsoni, una f¨¢brica veneciana de cristal fundada a finales del siglo XIX, mundialmente conocida por la esquisitez de sus trabajos.
Durante la exposici¨®n universal celebrada en Par¨ªs en 1889, el arquitecto Antoni Gaud¨ª qued¨® tan fascinado con el trabajo de la firma italiana que decidi¨® utilizar sus mosaicos en la Sagrada Familia. ¡°Son los mejores ¡ªasegura el experto jordano¡ª. Sus teselas pueden admirarse en la catedral de San Marcos, en Venecia. Y ahora, en Jerusal¨¦n¡±.
Cuenta el restaurador que los errores cometidos en intervenciones previas complicaron y ralentizaron este trabajo. ¡°Se fijaron los mosaicos, pero no como se deb¨ªa. En caso de un movimiento s¨ªsmico, incluso facilitar¨ªa su ca¨ªda¡±, asegura el profesor jordano. ¡°Tanto los mosaicos como el Domo son de finales del siglo VII y principios del VIII. Hemos encontrado que utilizaron grapas de bronce para sujetar algunas de las planchas. Lo normal, a partir del periodo bizantino, era utilizar hierro pero este se deteriora m¨¢s con la humedad. Nunca antes hab¨ªa visto esta t¨¦cnica en unos mosaicos de esa ¨¦poca. Sin duda los omeyas lo construyeron pensando en que perdurase a trav¨¦s de los tiempos¡±, afirma Abu Aysheh.
Desde 2010, numerosos especialistas y estudiantes han estado a sus ¨®rdenes pero, en esta recta final, tan s¨®lo permanecen cuatro. Dos arquitectos cuya principal tarea es terminar el mapa digital con el que se podr¨¢ seguir paso a paso el delicado trabajo acometido durante estos a?os y dos j¨®venes universitarios palestinos formados por Abu Aysheh que le ayudar¨¢n a dar los ¨²ltimos retoques para completar est¨¢ hist¨®rica restauraci¨®n.
La ascensi¨®n de Mahoma y el sacrificio de Abraham
El Domo de la Roca fue edificado a finales del siglo VII por orden de Abd al-Malik, califa de la dinast¨ªa Omeya, para proteger la roca desde donde, seg¨²n la tradici¨®n musulmana, Mahoma ascendi¨® al cielo. Una inscripci¨®n en ¨¢rabe de la ¨¦poca data en el 691 la fecha en la que termin¨® su construcci¨®n. La estructura octogonal coronada por una c¨²pula dorada est¨¢ considerada el monumento isl¨¢mico m¨¢s antiguo en pie.
Est¨¢ situado en el monte Moria, en Jerusal¨¦n Este, un lugar tambi¨¦n sagrado para los jud¨ªos. Seg¨²n la tradici¨®n hebrea, en esa roca Abraham estuvo a punto de sacrificar a su hijo Isaac como ofrenda a Dios y all¨ª se ubicaron el Templo de Salom¨®n ¡ªconocido como el Primer Templo¡ª que albergaba el Arca de la Alianza y tras la destrucci¨®n de este por las huestes del rey babilonio Nabucodonosor, el Segundo Templo, destruido en el a?o 70 despu¨¦s de Cristo por las legiones romanas del emperador Tito.
El santuario, objeto de pol¨¦mica entre jud¨ªos y musulmanes, lo protege y administra Jordania, tras los acuerdos de paz de 1994. La entrada a los no musulmanes, en el Domo de la Roca y en la Mezquita de al-Aqsa, requiere un permiso especial de la autoridad religiosa isl¨¢mica y solo pueden acceder a la explanada por una de las nueve puertas, la de los Magreb¨ªes. Antes de los noventa, los jud¨ªos apenas visitaban el complejo pero ahora van a diario y escoltados por la seguridad israel¨ª, pero no pueden rezar en la Explanada.
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