La felicidad en aforismos
Una c¨¦lebre frase an¨®nima proclama que no es feliz quien m¨¢s tiene, sino quien menos necesita, como confirmar¨ªa quiz¨¢ un monje de clausura
?Se puede hablar de la felicidad de una medusa? La felicidad es una idea que requiere dos conceptos previos: inteligencia y autoconsciencia. La primera tiene grados. En rigor, ni siquiera se puede estar vivo sin una m¨ªnima capacidad para anticipar la incertidumbre del entorno. Un arbusto es m¨¢s inteligente que una piedra, una medusa m¨¢s que un arbusto, un felino m¨¢s que una medusa y un primate m¨¢s que un felino. En los niveles m¨¢s altos de la inteligencia asoma la cultura, esto es, la capacidad para aprender por v¨ªa no gen¨¦tica. Entre los seres cultos hay evidencias de que algunos tienen conciencia de s¨ª mismos (reconocen por ejemplo su imagen reflejada en un espejo). Y entre los autoconscientes unos pocos incluso experimentan la extra?eza de su propia condici¨®n. Pero fuera de humanos y hom¨ªnidos apenas se puede hablar de autoconsciencia. En tales casos, lo m¨¢s parecido a la felicidad ocurre, simplemente, cuando el horizonte se ve libre de amenazas contra el lema universal de comer y no ser comido.
1. La felicidad requiere que el futuro sea incierto.
2. La felicidad la invent¨® el primer ser autoconsciente capaz de lidiar con la incertidumbre.
3. La felicidad es una part¨ªcula de tiempo que la memoria selecciona, guarda entre algodones y dilata hasta crear la ilusi¨®n tenaz de representar a toda una ¨¦poca.
4. La felicidad es una expectativa de futuro esculpida por la memoria.
5. La felicidad genera angustia, la del temor a perderla.
La felicidad es como el aire que respiramos: su ausencia es m¨¢s notoria que su presencia.
6. Una c¨¦lebre frase an¨®nima proclama que no es feliz quien m¨¢s tiene, sino quien menos necesita, como confirmar¨ªa quiz¨¢ un monje de clausura, un oso hibernando o una semilla a la deriva r¨ªo abajo.
7. No tener para no perder suena a proverbio oriental rescatado en Occidente por los encargados de repartir.
8. Con sorpresa se descubre en plena infancia que la obligaci¨®n del resto del mundo no es la de velar por la felicidad de uno.
9. La felicidad es como el aire que respiramos: su ausencia es m¨¢s notoria que su presencia.
10. La felicidad oscila entre la depresi¨®n del alma por d¨¦ficit de cambio y la euforia por sobredosis.
11. Un libro de ficci¨®n vende m¨¢s bien la infelicidad de su autor, mientras que un libro de no ficci¨®n vende felicidad m¨¢s bien para sus lectores.
12. Compasi¨®n: pena por la pena ajena; envidia: pena por la felicidad ajena; sadismo: felicidad por la pena ajena; empat¨ªa: felicidad por la felicidad ajena.
13. La envidia es el ¨²nico vicio capital que no proporciona ninguna clase de felicidad.
14. Viajar es un intento para tropezarse con la felicidad.
15. Los que buscan la felicidad en la notoriedad prefieren rechazar un premio que aceptarlo.
16. El que concede un premio se sirve de la felicidad del que lo recibe un a?o para engrosar anualmente su propio prestigio.
Los que buscan la felicidad en la notoriedad prefieren rechazar un premio que aceptarlo
17. La felicidad es una compleja propiedad del individuo; la felicidad colectiva, una met¨¢fora simplificada.
18. La felicidad individual y la felicidad colectiva orbitan la una en torno de la otra sin dejar de vigilarse de reojo.
19. La cuesti¨®n central de la sociolog¨ªa es la armon¨ªa entre la identidad ¨²nica de un individuo y sus varias identidades colectivas posibles.
20. Sabemos m¨¢s de infelicidades que de felicidades: el humano es un animal creativo que se desploma en el desconsuelo m¨¢s desgraciado cuando reprime o no logra encauzar su instinto creativo.
21. La felicidad est¨¢ en las peque?as cosas: la lluvia tibia en la cara, un trago de cerveza helada, el paisaje desfilando por la ventanilla de un tren, una manada de nubes al galope, el gozo intelectual de una buena conversaci¨®n¡
(Igual pensaba Groucho Marx, es cierto, pero sus peque?as cosas eran otras: una peque?a mansi¨®n, un peque?o yate, una peque?a fortuna¡).
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