Repintar Vel¨¢zquez para salvar Espa?a
Carmen Machi protagoniza ¡®La autora de Las meninas¡¯, una f¨¢bula sobre el desinter¨¦s de los pol¨ªticos por la cultura
La acci¨®n se sit¨²a en el a?o 2037 y el partido en el poder es Pueblo en Pie (PP). La crisis financiera es tan acuciante que los gobernantes deciden poner a la venta parte del patrimonio art¨ªstico espa?ol. ?Y qu¨¦ mejor que Las meninas, la obra s¨ªmbolo del Museo del Prado? Pero antes, se encarga a una monja copista una r¨¦plica exacta del lienzo original de Vel¨¢zquez. El director del Centro Dram¨¢tico Nacional, Ernesto Caballero, pone el dedo en la llaga en la falta de inter¨¦s de las instituciones estatales ante la cultura y en la vanidad de creadores y artistas en La autora de Las meninas, la obra escrita por ¨¦l mismo, que protagoniza Carmen Machi, junto a Mireia Aixal¨¢ y Francisco Reyes, y que llega ahora al Teatro Valle Incl¨¢n, de Madrid, donde se representar¨¢ desde este pr¨®ximo viernes hasta el 28 de enero.
¡°F¨¢bula sat¨ªrica y dist¨®pica¡±. As¨ª define Caballero este relato, que se desarrolla ¨ªntegramente en una sala de un hipot¨¦tico Museo del Prado, que es toda una reflexi¨®n y una dura cr¨ªtica de la clase pol¨ªtica por la banalizaci¨®n del arte y la cultura. Escrito en tono amable y con un gran sentido del humor, esta par¨¢bola o f¨¢bula nace, sin embargo, de una realidad pol¨ªtica muy concreta y de un sentimiento muy personal de su director. ¡°No voy a negar que, como ciudadano, hay unas cuestiones que me preocupan e inquietan. Una de ellas es la ausencia y progresiva desaparici¨®n de todas las disciplinas que tienen que ver con las humanidades y en el arte en las escuelas. Todav¨ªa no somos conscientes de lo que nos deparar¨¢ el futuro. Por eso sit¨²o la acci¨®n dentro de 30 a?os porque ser¨¢ entonces cuando los responsables pol¨ªticos tendr¨¢n unos estudios acad¨¦micos, en los que se habr¨¢ pasado de puntillas por las ense?anzas art¨ªsticas y filos¨®ficas. Esto traer¨¢ graves consecuencias y generar¨¢ una sociedad poco sensible hacia la defensa de nuestro patrimonio¡±, explica el director del CDN, que no niega que uno de los impulsos a la hora de escribir La autora de Las meninas, fue su ¡°decepci¨®n¡± ante ¡°el despiste, el desconocimiento y la ignorancia¡± de las nuevas formaciones pol¨ªticas en sus propuestas program¨¢ticas culturales.
El aldabonazo o la llamada de atenci¨®n a los pol¨ªticos y la sociedad que subyace en La autora de Las meninas se entrecruza con otra l¨ªnea de acci¨®n, centrada en una reflexi¨®n y, en este caso, tambi¨¦n autocr¨ªtica no menos realista hacia el mundo de los artistas, centrado en la figura de la monja copista. ¡°Entono un mea culpa ante la sublimaci¨®n, el ensimismamiento y la vanidad de los creadores. Los sue?os de la subjetividad de los artistas pueden llegar a crear verdaderos monstruos. Eso es lo que sucede en el mundo del arte y del teatro. La vanidad es como el colesterol, que hay uno bueno y uno malo¡±, a?ade Ernesto Caballero.
La funci¨®n, en la que se asiste a un an¨¢lisis de la historia de la pintura en Espa?a, sigue ese viaje inici¨¢tico de una trabajadora artesanal y solitaria, en este caso una monja, hacia un mundo en el que la subjetividad y el individualismo le lleva a creerse toda una estrella vanguardista y medi¨¢tica. Comienza a permitirse licencias en su trabajo de r¨¦plica y su personalidad va sufriendo una curiosa transformaci¨®n. La vanidad, para Carmen Machi, no es patrimonio de los artistas, sino de los seres humanos. ¡°Hay panaderos con una vanidad¡Tiene que ver mucho con la edad y con lo que a cada uno le ha costado llegar a donde est¨¢. La ¨²nica manera de gestionar la vanidad es a base de trabajo. La dosis justa de vanidad es necesaria para crecer, para caminar, quererse y poder crear. Uno necesita creer en lo que haces. La vanidad te juega una mala pasada cuando dejas de tener la capacidad de admirar al de al lado. Es necesario fomentar la vanidad de la gente que te rodea¡±.
Puede parecer un montaje pesimista, pero no lo es y m¨¢s viniendo de un creador profundamente optimista como es Ernesto Caballero. ¡°Conf¨ªo mucho en nuestra sociedad. Todav¨ªa estamos a tiempo de concienciar sobre la potencialidad de nuestro patrimonio art¨ªstico¡±.
Babelia
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