Lujazo
Todav¨ªa veo a escondidas 'S¨¢bado Deluxe' por eso del qu¨¦ dir¨¢n
Aunque su gran pasi¨®n sea la sintaxis latinizante de G¨®ngora y palpite con las polisemias de F¨¢bula de P¨ªramo y Tisbe, como es mi caso a media ma?ana, no se niegue a nuevas emociones: sum¨¦rjase sin complejos en el ¨²ltimo lodazal de Telecinco: traiciones y morbo con guarnici¨®n de mazapanes. Es Navidad.
Yo todav¨ªa veo a escondidas S¨¢bado Deluxe por eso del qu¨¦ dir¨¢n, y cuando mi mujer me sorprende abismado en la poza de aguas s¨¦pticas, invoco mis obligaciones de columnista de televisi¨®n y hago como que tomo notas. Al rato, regreso a la l¨ªrica del Siglo de Oro.
Pero vamos a lo importante: los alcahuetes de La F¨¢brica de la tele han descubierto una veta duradera si la administran con sabidur¨ªa, de la que andan sobrados pues han demostrado imbatibilidad en asuntos de bragueta y localizaci¨®n de sustancias adictivas. El estreno de la temporada escenifica los amores ad¨²lteros entre una fil¨®loga que prospera exhibiendo las pr¨®tesis mamarias y un paparazi cincuent¨®n seducido por su desverg¨¹enza.
Los gestores del stock de estupefacientes han cartografiado las reservas disponibles. Hay farsa y detritos para meses, pero deben administrarse escalonadamente. La dosis de enganche logr¨® la alucinaci¨®n pretendida: el carita de bueno abandona a su esposa despu¨¦s de 30 a?os de matrimonio y cuatro hijos; jura que le duele haber convertido su vida en un circo. ¡°Soy muy pudoroso¡±. Entre pucheros, ella lamenta el da?o causado a su marido. Moquea. ¡°Ser¨¢ zorra¡±, se escucha en el patio de butacas machista.
Acto segundo: mutis por el foro de la libertina. Aparece en escena el cornudo despach¨¢ndose. Lleva las astas con dignidad. El programa donde aquella confiesa la urticaria de sus flaquezas carnales se impuso con el 15,3% de la audiencia: 1.851.000 personas. En la lista de espera: la c¨®nyuge del burlador, las vecinas, el maquillador y un tercer amante, que calienta motores con un posado en el control de aduanas de Tabarnia.
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