Doce razones para ver el Concierto de A?o Nuevo
Un repaso a las claves de esta cita anual con los valses, polcas y marchas de la Filarm¨®nica de Viena
Cada a?o parece lo mismo, pero siempre es completamente diferente. Amanecemos con esta banda sonora todos los primeros de enero, aunque cada edici¨®n cuenta con suficientes alicientes como para repetir frente al televisor. Para unos ser¨¢ su ¨²nico concierto de cl¨¢sica de todo el a?o, para otros quiz¨¢ el primero de muchos m¨¢s, pero para ninguno deber¨ªa resultar un concierto cualquiera. Su receta sigue siendo infalible 78 a?os despu¨¦s: una de las mejores orquestas del mundo, como es la Filarm¨®nica de Viena; uno de los directores m¨¢s prestigiosos al frente (este a?o el italiano Riccardo Muti); Viena como capital musical europea y, m¨¢s concretamente, la Sala Dorada del Musikverein, que est¨¢ entre los auditorios m¨¢s bellos y con mejor ac¨²stica del planeta; y nada de composiciones largas y complejas, sino la frescura, encanto y brevedad de las composiciones de la dinast¨ªa Strauss y sus coet¨¢neos. El Concierto de A?o Nuevo de la Filarm¨®nica de Viena es la cita cl¨¢sica m¨¢s popular del a?o con una audiencia media de m¨¢s de 50 millones de telespectadores en 95 pa¨ªses. Enumeramos las principales razones para ver este fascinante evento musical.
1. La tradici¨®n.
El principal Concierto de A?o Nuevo se celebra en Viena. No por casualidad, la capital austr¨ªaca tambi¨¦n es considerada, y desde hace siglos, la meca musical de Europa. All¨ª han vivido y trabajado muchos de los principales compositores desde el siglo XVIII como Haydn, Mozart, Beethoven, Schubert, Brahms, Bruckner, Mahler o Sch?nberg. Casi se podr¨ªa escribir toda la historia de la m¨²sica de los ¨²ltimos trescientos a?os sin abandonar sus calles. Es adem¨¢s el centro neur¨¢lgico del vals y la opereta que representa la familia Strauss y, de forma especial, Johann Strauss hijo, fallecido en 1899 y principal protagonista del Concierto de A?o Nuevo.
El origen de este concierto se relaciona con el director de orquesta Clemens Krauss. Surgi¨®, parad¨®jicamente, un 31 de diciembre de 1939, aunque desde 1941 tiene lugar en su fecha correcta. Naci¨® en plena anexi¨®n de Austria a la Alemania nazi. Y adem¨¢s como parte de la pol¨ªtica propagand¨ªstica de Goebbels, que pretend¨ªa convertir el vals en la verdadera m¨²sica del pueblo alem¨¢n. Poco importaron entonces los v¨ªnculos de la familia Strauss con el juda¨ªsmo. El talento innato de los austr¨ªacos, ese que les hizo apropiarse de Beethoven o que Hitler pasase por alem¨¢n, es lo que permiti¨® desligar este concierto de su pol¨¦mico origen. Tras la Segunda Guerra Mundial lo transformaron, progresivamente, en el escaparate de la excelencia cultural austr¨ªaca que es en la actualidad. Hoy forma parte de las tradiciones del comienzo de a?o en millones de hogares de todo el mundo.
2. La sala
El Concierto de A?o Nuevo siempre se celebra en la Sala Dorada del Musikverein, el famoso edificio de conciertos que construy¨® la Sociedad de Amigos de la M¨²sica de Viena en 1870. Su arquitecto fue el dan¨¦s Theophil Hansen, que se inspir¨® para su dise?o en el clasicismo griego, como atestiguan sus famosas cari¨¢tides. Cuenta con una de las mejores ac¨²sticas del mundo y ello se debe a su caracter¨ªstica forma de paralelep¨ªpedo rectangular o ¡°caja de zapatos¡±. Todos los a?os se decora lujosamente para la ocasi¨®n con un espectacular despliegue de adornos florales que en el pasado eran regalo de la ciudad italiana de San Remo. Pero desde 2015 se hace cargo de la decoraci¨®n el Departamento de Parques y Jardines de la Ciudad de Viena, que convierten la sala en un mar de 30.000 flores. Este a?o predominar¨¢n los tonos pastel de rosas, lirios y claveles con intenci¨®n de tender un puente con Italia, la nacionalidad del director de orquesta Riccardo Muti.
3. La orquesta
La Filarm¨®nica de Viena no solo es la principal de la capital austr¨ªaca sino una de las mejores del mundo. Surgi¨® en 1842 para satisfacer la creciente demanda de conciertos filarm¨®nicos, es decir, de conciertos orquestales a los que todo mel¨®mano pudiera asistir con la ¨²nica condici¨®n de pagar una entrada. De ah¨ª proviene su nombre: Wiener Philharmoniker, que en alem¨¢n significa literalmente ¡°Filarm¨®nicos vieneses¡±. Surgi¨® adem¨¢s por iniciativa del compositor Otto Nicolai a partir de los mejores m¨²sicos de la orquesta de la ?pera Imperial, que se constituyeron en una asociaci¨®n autogestionada que ha perdurado hasta nuestros d¨ªas. De hecho, casi podr¨ªa decirse que la Filarm¨®nica de Viena es una especie de spin off de la orquesta de la ?pera Imperial (hoy Estatal), pues todos sus m¨²sicos forman parte de esa orquesta e incluso es imprescindible una antig¨¹edad de tres a?os en la ?pera para ser miembro de la Filarm¨®nica.
La Filarm¨®nica de Viena es tambi¨¦n un conjunto muy tradicional y conservador. No solo mantiene un sonido inconfundiblemente aut¨®ctono y elegante, sino que incluso dispone de variantes instrumentales locales diferentes a las utilizadas por otras orquestas, tales como el oboe vien¨¦s, la trompa de v¨¢lvulas o el timbal con membrana de piel de cabra. Es habitual encontrar entre sus miembros disc¨ªpulos de antiguos integrantes del conjunto e incluso tambi¨¦n fuertes filiaciones familiares. Pero su ideolog¨ªa conservadora ha derivado en pol¨¦micas en los ¨²ltimos a?os por incurrir en actitudes sexistas y racistas. Hasta 1997 no se permiti¨® a ninguna mujer tocar en la orquesta (la pionera fue la arpista Anna Lelkes), pero hoy dispone de diecisiete integrantes femeninas de pleno derecho (el 12%) e incluso cuenta, desde 2011, con una mujer entre sus cuatro concertinos, la b¨²lgara Albena Danailova. Su ¨²ltima incorporaci¨®n ha sido la violinista austr¨ªaca Katharina Engelbrecht y todas son instrumentistas de la secci¨®n de cuerda o arpistas, a excepci¨®n de la fagotista francesa Sophie Dartigalongue y la flautista austr¨ªaca Karin Bonelli. Anualmente se producen jubilaciones de m¨²sicos, aunque tambi¨¦n decesos. Entre los ¨²ltimos cabe destacar la desaparici¨®n del clarinetista Ernst Ottensamer, que particip¨® en la ¨²ltima edici¨®n del Concierto de A?o Nuevo, y cuyo hijo mayor, Daniel, ocupa ahora su lugar.
4. El director
Otra particularidad de la Filarm¨®nica de Viena es la ausencia de un director principal desde 1933. Ello no quiere decir que toquen sin director, sino que invitan para cada ocasi¨®n al mejor director posible. Por esa raz¨®n dirigir a la Filarm¨®nica de Viena es un privilegio reservado a las mejores batutas del planeta. Aunque para el Concierto de A?o Nuevo se cont¨® inicialmente con un director estable designado por la orquesta (lo fueron Clemens Krauss, Willi Boskovsky y Lorin Maazel), desde 1987 se invita cada a?o a uno diferente. El primero fue Herbert von Karajan ese mismo a?o. Despu¨¦s le han seguido Claudio Abbado, Carlos Kleiber, Zubin Mehta, Riccardo Muti, Nikolaus Harnoncourt, Seiji Ozawa, Mariss Jansons, Georges Pr¨ºtre, Daniel Barenboim, Franz Welser-M?st y Gustavo Dudamel. Se trata siempre de directores con una carrera consolidada que tienen una especial relaci¨®n con la orquesta vienesa.
En 2018 regresa al podio del Concierto de A?o Nuevo el italiano Riccardo Muti (N¨¢poles, 1941). Ser¨¢ su quinta vez, tras las ediciones de 1993, 1997, 2000 y 2004. El actual responsable musical de la Sinf¨®nica de Chicago, y antiguo titular de la Orquesta de Filadelfia y La Scala de Mil¨¢n, se convertir¨¢, junto a Zubin Mehta, en el director vivo que m¨¢s veces ha dirigido el Concierto de A?o Nuevo. La relaci¨®n del director italiano con la Filarm¨®nica de Viena se inici¨® en 1971 con su debut en el Festival de Salzburgo dirigiendo Don Pasquale, de Donizetti. Ha mantenido con ellos una estrecha relaci¨®n como director oper¨ªstico en ese festival, especialmente centrado en Mozart y Verdi. Pero tambi¨¦n ha sido, desde hace m¨¢s de cuarenta a?os, un asiduo en los conciertos sinf¨®nicos de la orquesta vienesa en el Musikverein donde dirigi¨® y grab¨® las ¨²ltimas sinfon¨ªas de Mozart y la integral de Schubert. A partir de este ¨²ltimo compositor profundiz¨® en la esencia de lo vien¨¦s en m¨²sica y se convirti¨® en uno de los m¨¢s destacados int¨¦rpretes de la m¨²sica de los Strauss. Pero tambi¨¦n ha participado en muchos eventos importantes para la historia de la orquesta, como el concierto conmemorativo de su 150? aniversario (1992), de los 125 a?os del Musikverein (1995) y los 850 de la catedral de San Esteban (1997). Posee adem¨¢s el Anillo de oro de la orquesta (1992) y la Medalla Nicolai (2001). Muti es adem¨¢s Premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Artes 2011.
5. Los compositores
En el Concierto de A?o Nuevo se escuchan composiciones de la familia Strauss, la principal dinast¨ªa de compositores de m¨²sica de baile y opereta vienesa del siglo XIX. El compositor m¨¢s relevante de la saga es Johann Strauss hijo, aunque tambi¨¦n se a?aden siempre composiciones de su hermano Josef ¨Cel mejor en calidad musical¨C, del patriarca de la familia, Johann Strauss padre, y suele ser menos habitual la m¨²sica del peque?o de los hermanos, Eduard. Es tambi¨¦n muy habitual incluir obras de compositores coet¨¢neos de m¨²sica de baile y opereta como Joseph Lanner, Franz Leh¨¢r, Otto Nicolai o Franz von Supp¨¦. Excepcionalmente se a?aden algunas piezas de un compositor relevante para celebrar su aniversario como sucedi¨® en 1991 con Mozart, en 1997 con Schubert, en 2009 con Haydn, en 2013 con Verdi y Wagner o en 2014 con Richard Strauss.
Esta edici¨®n del Concierto de A?o Nuevo vuelve a tener como protagonista a Johann Strauss hijo, con 12 de las 19 composiciones que escucharemos (propinas incluidas). Habr¨¢ dos obras suyas que se incluyen por vez primera en el Concierto de A?o Nuevo: la polca francesa Buscando esposa que procede del primer acto de la opereta El bar¨®n gitano y el vals Flores de mirto que sonar¨¢ en su versi¨®n exclusivamente orquestal sin coro masculino. De Josef Strauss habr¨¢ dos obras, una de ellas tambi¨¦n como novedad: el vals Frescos de Viena que alude a la habilidad como pintor del propio Josef. Johann Strauss padre tendr¨¢ tres obras que, aparte de la famosa Marcha Radetzky del final, ambas son tambi¨¦n novedades: el vals de Mar¨ªa y el galop sobre Guillermo Tell de Rossini (donde utiliza la popular ¡°carga de caballer¨ªa¡± de la obertura de esa ¨®pera). No habr¨¢ nada de Eduard Strauss, pero s¨ª de Franz von Supp¨¦ (la obertura de la opereta Boccaccio). Y la principal innovaci¨®n es la incorporaci¨®n como compositor en el Concierto de A?o nuevo de Alphons Czibulka, un director de banda fallecido en 1894, cuya Gavota de Estefan¨ªa (dedicada a la princesa Estefan¨ªa de B¨¦lgica) fue muy popular en los salones vieneses de la ¨¦poca.
6. Las obras musicales
El programa del Concierto de A?o Nuevo no incluye largas sinfon¨ªas sino piezas breves, amenas y ligeras. Est¨¢ siempre integrado por polcas que alternan con valses y marchas junto a fragmentos orquestales de operetas vienesas.
La polca es una danza breve de comp¨¢s binario y origen bohemio muy popular en Viena en el siglo XIX. En esta edici¨®n escucharemos polcas en sus tres variantes principales. Por un lado, como chispeante y masculina polca r¨¢pida o galop (el ejemplo m¨¢s popular de este tipo ser¨¢ Carta al editor, de Johann Strauss hijo, que cierra el programa; se toc¨® por vez primera en 1941, con Krauss, Muti mismo la dirigi¨® en 1997 y se escuch¨® por ¨²ltima vez, en 2006, con Jansons). Por otro lado, como elegante y femenina polca francesa (de este tipo tan s¨®lo se incluye la referida Buscando esposa, de Johann hijo, que es novedad en el Concierto de A?o Nuevo). Y, por ¨²ltimo, como estilizada y armoniosa polca-mazurca en comp¨¢s ternario (la ¨²nica este a?o ser¨¢ Ciudad y campo, de Johann hijo, que se incluy¨® por vez primera en 1945, con Krauss, y por ¨²ltima, en 2007, con Mehta).
Los valses son la parte musicalmente m¨¢s exquisita del Concierto de A?o Nuevo. Conviene recordar que el vals vien¨¦s deriva del popular L?ndler austr¨ªaco y es una danza en comp¨¢s ternario que se convirti¨® en el g¨¦nero predilecto de la m¨²sica de baile en Viena en el siglo XIX. Son obras m¨¢s largas que las polcas y tambi¨¦n m¨¢s elaboradas al ir precedidas normalmente por una introducci¨®n lenta. Como suele ser habitual, de Johann Strauss hijo se escuchar¨¢ el m¨¢s famoso de todos los valses, El bello Danubio azul. Pero tambi¨¦n se ha programado el conocido vals Rosas del Sur de la opereta El pa?uelo de encaje de la reina (cuyo protagonista es Cervantes), de Johann hijo, que se toc¨® por vez primera en 1941, con Krauss, y por ¨²ltima, en 2009, con Barenboim. Otro vals muy famoso es Cuentos de los bosques de Viena, tambi¨¦n de Johann hijo, donde se muestra el nexo natural que hab¨ªa en Viena entre lo urbano y lo rural. Para ello utiliza la c¨ªtara, un instrumento popular que estaba de moda en los refinados salones vieneses. La obra conjuga hasta cinco valses en una especie de poema sinf¨®nico que se estren¨® junto a obras de Wagner; se toc¨® en el primer Concierto de A?o Nuevo, en 1939, y, por ¨²ltima vez, con Barenboim en 2014.
Las marchas son composiciones menos ambiciosas que suelen programarse para el comienzo o el final del concierto. Normalmente son obras de ocasi¨®n que se vinculan a eventos o personajes relevantes, pero tambi¨¦n pueden formar parte de operetas del momento. Ese es el caso de la Marcha de entrada que abre el concierto y procede de la opereta El bar¨®n gitano, de Johann hijo. Como es habitual, para terminar se escuchar¨¢ la popular Marcha Radetzky, de Johann Strauss padre, que compuso en 1848 para honrar al mariscal que sofoc¨® las revueltas del norte de Italia. Para abrir la segunda parte del concierto se ha programado la obertura de la opereta Boccaccio, de Franz von Supp¨¦. Y, como curiosidad, tambi¨¦n escucharemos una cuadrilla a partir de temas de Un ballo in maschera, de Verdi, que escribi¨® Johann Strauss hijo. Conviene aclarar que la cuadrilla era una danza para cuatro o m¨¢s parejas formada por cinco o seis secciones de contradanza donde a veces se adaptaban fragmentos de ¨®peras importantes; esta cuadrilla de la ¨®pera verdiana se incluy¨® dentro del Concierto de A?o Nuevo de 1988, con Abbado, aunque en una versi¨®n acortada.
7. Las propinas
Es bien sabido que en el Concierto de A?o Nuevo el programa previsto no concluye el concierto. Siempre hay tres propinas, es decir, composiciones que se a?aden al final y fuera de programa. En el Concierto de A?o Nuevo tienen un car¨¢cter especial pues est¨¢n previamente establecidas desde 1958. Aquel a?o Willi Boskovsky determin¨® que se incluyera una polca r¨¢pida que var¨ªa a?o tras a?o (en 2018 ser¨¢ Truenos y rel¨¢mpagos de Johann Strauss hijo), seguida por el vals El bello Danubio azul y la Marcha Radetzky para terminar. En realidad, la tradici¨®n de contar con estas tres propinas la inici¨® Josef Krips en 1946 y la continu¨® Clemens Krauss hasta 1954, aunque fue Boskovsky quien la consolid¨®, especialmente tras el inicio de las retransmisiones televisivas del Concierto de A?o Nuevo en 1959.
8. La felicitaci¨®n del nuevo a?o
Hay varias tradiciones asignadas al p¨²blico durante el Concierto de A?o Nuevo. Una es la felicitaci¨®n del nuevo a?o que realiza el director con la orquesta antes del vals El bello Danubio azul. Aqu¨ª es habitual que se interrumpa la m¨²sica con aplausos al comienzo de la introducci¨®n del vals. Lo normal es que el director diga en alem¨¢n simplemente: ¡°La Filarm¨®nica de Viena y yo les deseamos¡¡±; a lo que responder¨¢ la orquesta: ¡°Feliz a?o nuevo¡±. No obstante, algunos directores han utilizado este momento para realizar un breve discurso, como fue el caso de Riccardo Muti en su ¨²ltimo Concierto de A?o Nuevo, en 2004. Entonces dijo lo siguiente en ingl¨¦s: ¡°Esta ma?ana del primero de enero, en un momento en que el mundo tiene tantos conflictos, la m¨²sica de la familia Strauss, Lanner y los otros m¨²sicos representa el alma y la cultura de Viena y Austria que brinda sentimientos de tristeza y felicidad al mundo entero. De alg¨²n modo, contribuye a unir a la humanidad desde China, Jap¨®n, Estados Unidos, Rusia, Sudam¨¦rica, etc. As¨ª que esperemos, por nuestras vidas, por nuestros hijos, por nuestro mundo, que la m¨²sica de los Strauss y la Filarm¨®nica de Viena traigan realmente la paz al mundo¡±.
9. Las palmas
Otra tradici¨®n en el Concierto de A?o Nuevo es el palmeo acompasado del p¨²blico en la Marcha Radetzky, de Johann Strauss padre, con la que termina. En muchas ocasiones incluso bajo las indicaciones del mism¨ªsimo director de orquesta que da la espalda a la Filarm¨®nica de Viena. Es lo que ha quedado de un evento musical donde el p¨²blico se comportaba en el pasado de forma libre y natural, algo que no se asocia hoy con los espectadores de un concierto de m¨²sica cl¨¢sica. Por la grabaci¨®n radiof¨®nica del concierto dirigido por Clemens Krauss, en 1954, sabemos que el p¨²blico reaccionaba con aplausos al escuchar sus composiciones favoritas, lo que obligaba a la orquesta a parar y volver a empezar. Sin embargo, no palmeaba de forma acompasada durante la m¨²sica. Esta tradici¨®n se inici¨® en la ¨¦poca de Willi Boskovsky en los sesenta y setenta, cuando se estableci¨® definitivamente la Marcha Radetzky como final del concierto. La tradici¨®n continu¨® con Lorin Maazel en los ochenta y adquiri¨® carta de naturaleza definitiva cuando hasta el mism¨ªsimo Herbert von Karajan se volvi¨® al p¨²blico en 1987 para dirigirlo.
10. Las bromas
Durante los a?os en que Willi Boskovsky dirigi¨® el Concierto de A?o Nuevo (1955-1979) adquiri¨® su condici¨®n m¨¢s festiva y divertida. Se salpic¨® de disfraces, gags y bromas. Hoy sabemos que su origen est¨¢ relacionado con el ingenio desbordante del percusionista Franz Broschek, que permaneci¨® en la orquesta hasta 1984. Al parecer, el d¨ªa del Concierto de A?o Nuevo de 1959, Broschek encontr¨® unas barbas y bigotes de pega, que hab¨ªa guardado con las partituras tras una fiesta, y decidi¨® pon¨¦rselas durante la polca r¨¢pida Eljen a Magyar, de Johann Strauss hijo. La broma divirti¨® tanto al p¨²blico que, en adelante, fue nombrado ¡°bromista oficial¡± del Concierto de A?o Nuevo. Y se sucedieron cada a?o ingeniosos gags en algunas obras. Eran peque?as escenificaciones divertidas relacionadas con la obra que estaba tocando. Tan pronto se vest¨ªa de cordob¨¦s para tocar las casta?uelas, como se disfrazaba de herrero para tocar unos yunques o arrastraba un pollo desplumado antes de disparar una escopeta. El p¨²blico se divert¨ªa mucho y acompa?aba sus gracias con las palmas. Para la Marcha Radetzky sol¨ªa tocar la caja al lado del podio vestido con atuendo militar austroh¨²ngaro. Y es posible que en esta broma est¨¦ el origen del famoso palmeo acompasado actual en esa obra. Hoy es habitual incluir alg¨²n detalle c¨®mico durante cada edici¨®n del Concierto de A?o Nuevo, incluso con la colaboraci¨®n del propio director de orquesta.
11. La retransmisi¨®n
La ORF, la compa?¨ªa p¨²blica de radiodifusi¨®n austr¨ªaca, retransmite el Concierto de A?o Nuevo en directo todos los primeros de enero. Su emisi¨®n televisiva fue iniciada en 1959 tanto en Austria como en nueve pa¨ªses a trav¨¦s de Eurovisi¨®n (B¨¦lgica, Dinamarca, Francia, Gran Breta?a, Holanda, Italia, la entonces Rep¨²blica Federal de Alemania, Suecia y Suiza). A Espa?a lleg¨® primero entre 1962 y 1970, y despu¨¦s a partir de 1973 ininterrumpidamente hasta nuestros d¨ªas, siempre en el Ente P¨²blico Radiotelevisi¨®n Espa?ola (ahora Corporaci¨®n de Radio y Televisi¨®n Espa?ola) y a trav¨¦s de Eurovisi¨®n.
El director de su retransmisi¨®n televisiva en 2018 ser¨¢, por vez primera, Henning Kasten, un realizador que ya ha filmado varias veces a la Filarm¨®nica de Viena en su concierto veraniego en Sch?nbrunn. ?l mismo ha dirigido este a?o tambi¨¦n las escenas pregrabadas de ballet. Dispondr¨¢ de catorce c¨¢maras de alta definici¨®n. En Espa?a la retransmisi¨®n se podr¨¢ ver a trav¨¦s de La 1 en HD, pero tambi¨¦n en la web de RTVE y en el Canal internacional (y escuchar por Radio Cl¨¢sica junto a otras emisoras como Radio 5 o Radio Exterior). Se iniciar¨¢ a las 11:15 con la cabecera de Eurovisi¨®n y el famoso preludio del Te Deum de Marc-Antoine Charpentier. Y contar¨¢ este a?o con los comentarios del periodista musical Mart¨ªn Llade, que sustituye al inolvidable Jos¨¦ Luis P¨¦rez de Arteaga, fallecido en febrero pasado. El concierto tiene dos partes con un intervalo de unos 25 minutos. La primera parte, que durar¨¢ aproximadamente hasta las 11:50, suele ser algo m¨¢s seria y convencional. De hecho, hasta 1992 no se retransmit¨ªa m¨¢s que la segunda parte, que empezar¨¢ a las 12:15 y suele ser m¨¢s vistosa y atractiva.
Desde el Concierto de A?o Nuevo de 1992, en que se celebr¨® el 150 aniversario de la Filarm¨®nica de Viena, se retransmite completo. Los 25 minutos de intervalo entre las dos partes se utilizan para emitir un breve documental sobre los tesoros culturales y naturales de Austria. Se realiza en un formato que no precisa de alocuciones habladas al estar pensado para su emisi¨®n en muchos pa¨ªses. En esta ocasi¨®n veremos a partir de las 11:50 un documental de Georg Riha titulado Modernismo vien¨¦s 1918-2018 donde se realiza un tributo musical a este per¨ªodo art¨ªstico y a algunos de sus representantes m¨¢s destacados como Otto Wagner, Gustav Klimt, Egon Schiele y Koloman Moser, de quienes se cumple, en 2018, el centenario de su muerte. En esta pel¨ªcula veremos diversas actuaciones de integrantes de la Filarm¨®nica de Viena en diversas localizaciones hist¨®ricas de la capital austr¨ªaca.
12. El ballet
Desde que el Concierto de A?o Nuevo se empez¨® a retransmitir por televisi¨®n en 1959 siempre ha contado con alguna escena de ballet. Est¨¢n protagonizadas por los solistas del Ballet de la ?pera Estatal de Viena y cuentan con un core¨®grafo invitado. Este a?o ser¨¢, por tercera vez, el italiano Davide Bombana, formado en La Scala de Mil¨¢n, y habitual colaborador de numerosas compa?¨ªas internacionales.
En esta edici¨®n del Concierto de A?o Nuevo veremos dos actuaciones de ballet, en la segunda parte del concierto, que fueron grabadas en septiembre pasado. La primera ser¨¢ la Gavota de Estefan¨ªa , de Czibulka, donde veremos a los bailarines Rebecca Horner y Roman Lazik en un pas de deux filmado en el Hofpavillon Hietzing, del arquitecto Otto Wagner, como homenaje por el centenario de su fallecimiento. La segunda ser¨¢ en el vals Rosas del Sur, de Johann hijo, con una actuaci¨®n de diez solistas del Ballet de la ?pera de Viena en el Castillo Eckartsau, residencia del ¨²ltimo emperador austr¨ªaco, como conmemoraci¨®n del centenario del final del Imperio austroh¨²ngaro.
El vestuario, que en alguna ocasi¨®n se ha encargado a un dise?ador importante, como sucedi¨® en 2010 con Valentino, ser¨¢ este a?o del espa?ol Jordi Roig, un figurinista y escen¨®grafo leridano con una solida carrera internacional. Sus dise?os combinan elegancia y modernidad, y buscan conjugar con el ambiente modernista y la decadencia imperial. Ser¨¢ su tercera colaboraci¨®n en los ballets del Concierto de A?o Nuevo.
¡Y si quiere verlo in situ...
En 2018 ya no ser¨¢ posible, pero quiz¨¢ s¨ª en 2019. Las entradas para asistir al Concierto de A?o Nuevo se venden por sorteo a trav¨¦s de la web de la Filarm¨®nica de Viena y con un a?o de antelaci¨®n. Para participar en el sorteo es imprescindible registrarse en la referida web entre el 2 de enero y el 28 de febrero. La orquesta vienesa facilita ¨²ltimamente toda la informaci¨®n sobre el sorteo en un fichero descargable en PDF redactado en espa?ol: http://wphdata.blob.core.windows.net/documents/Documents/pdf/Verlosung/njk_verlosungsinfo_17-18_es_v01.pdf. Incluso se va a habilitar un centro de asistencia en l¨ªnea a partir del 2 de enero, en donde tambi¨¦n se incluye un amplio despliegue de FAQ o preguntas frecuentes en alem¨¢n e ingl¨¦s (http://www.wienerphilharmoniker.at/help).
Los agraciados en el sorteo podr¨¢n comprar entradas para las tres oportunidades en que puede verse en directo este concierto. El ensayo general del 30 de diciembre a las 11 horas, por un precio que oscila entre 20 y 495 euros, para el Concierto de San Silvestre o Nochevieja del 31 de diciembre a las 19:30 horas, cuyo precio oscila entre 25 y 800 euros, o para el Concierto de A?o Nuevo del primero de enero a las 11:15 horas, con entradas que van desde los 35 a los 1090 euros.
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