Vicente Aleixandre se hace carne
Una incompleta 'Poes¨ªa completa' recupera la obra del genial poeta de la generaci¨®n del 27 con su hermosa incandescencia y su arrolladora fuerza irracionalista
En estos d¨ªas acaba de aparecer la poes¨ªa reunida de Vicente Aleixandre, despu¨¦s de 15 a?os desde sus anteriores completas, que me fueron encomendadas por Visor Libros, en 2001-2002. Es una espl¨¦ndida noticia que los poemas de Aleixandre vuelvan a ocupar el primer plano de la actualidad y a estar al alcance de los lectores con su hermosa incandescencia y su arrolladora fuerza irracionalista, que parece nacer del fondo de la conciencia verbal. El verbo se hace carne en ella, luz y esp¨ªritu.
Gracias al volumen de su obra reci¨¦n editada, al cuidado de Alejandro Sanz, podemos acercarnos al milagro siempre renovado y, en cierto modo, inacabable de la palabra po¨¦tica. Alejandro Sanz es conocido activista en defensa de una causa tan justa como la de pretender salvar Velintonia, la casa donde vivi¨® el poeta hasta el fin de sus d¨ªas, y esta es la primera vez, dentro del aleixandrinismo, que afronta una tarea de estas dimensiones.
El volumen lleva por t¨ªtulo Poes¨ªa completa y, sin entrar en el tratamiento editorial que estructura la obra, que merecer¨ªa un comentario aparte m¨¢s extenso, est¨¢ lejos de ser todo lo completa que su nombre propone. Porque unas completas han de reunir todos los textos que se conozcan de un autor hasta la fecha de su edici¨®n, y cada nueva salida supone, hasta donde ello sea posible, un aumento y una puesta al d¨ªa de la edici¨®n precedente.
Durante los 15 a?os transcurridos desde las anteriores obras, como hemos dicho, han ¡°aflorado¡± nuevos poemas de Aleixandre en libros, peri¨®dicos o en fondos documentales hoy perfectamente accesibles. Hubieran encontrado en esta Poes¨ªa completa su recuperado y necesario espacio. En la Casa Museo de Federico Garc¨ªa Lorca se hall¨® el poema ¡®La Victoria¡¯ (en dos versiones), con el que el joven poeta de?mbito se aprest¨® a colaborar en Papel de Aleluyas, la revista dirigida entre Fernando Villal¨®n, Adriano del Valle y Rogelio Buend¨ªa, pero este n¨²mero previsto para finales de 1928 nunca lleg¨® a salir. El poema viene a corroborar que Aleixandre, reci¨¦n publicado?mbito, plane¨® durante un tiempo continuar enriqueciendo ese libro con poemas en la misma l¨ªnea de pureza, una pureza algo cubista, pensando en una segunda edici¨®n ampliada, como har¨ªa Jorge Guill¨¦n con C¨¢ntico, de este inicial libro suyo. La violenta irrupci¨®n, en 1929, de Pasi¨®n de la tierra acabar¨ªa con ese proyecto.
En 2007 la prensa madrile?a dio a conocer, en forma aut¨®grafa, Memoria para el humo, una prosa poem¨¢tica desconocida hasta entonces y perteneciente al ciclo de Pasi¨®n de la tierra. No se recoge. Como tampoco los dos retratos con los que Aleixandre se sum¨® a sendos homenajes al rapsoda y actor c¨¢ntabro P¨ªo Muriedas. Sorprende especialmente no encontrar en estas nuevas completas los poemas titulados ¡®Bar El Consuelo¡¯ (que comienza ¡°?l es viejo y ha visto¡±), ¡®En la fiesta de verano¡¯ y ¡®Poeta adolescente¡¯, que, a juzgar por su solo t¨ªtulo, aventurar¨ªamos que corresponde a Nacimiento ¨²ltimo, donde se inscribe el poema neoplat¨®nico ¡®El poeta ni?o¡¯. Estos tres poemas y otros m¨¢s pertenec¨ªan al archivo de Jos¨¦ Luis Cano y deber¨ªan haber encontrado acomodo en una edici¨®n como esta, que pretende actualizar y fijar definitivamente la poes¨ªa de Aleixandre.
Para compensar este vac¨ªo de investigaci¨®n, Alejandro Sanz incluye nueve poemas pertenecientes al ciclo de Mundo a solas, cuando, a¨²n en fase de elaboraci¨®n, se titulaba provisionalmente Violento destino. Sanz no est¨¢ familiarizado con la letra de Vicente Aleixandre, que, si normalmente es f¨¢cil de leer, a veces por su trazo nervioso ¡°puede resultar vacilante y confusa¡ en aras de la fluidez y rapidez de la escritura¡±, como explica muy bien Guillermo Carnero. Cada palabra, entonces, se puede convertir en una trampa. Hay que tener experiencia en la transcripci¨®n de la graf¨ªa para no incurrir en serias distorsiones. Eso no ser¨ªan erratas, las erratas son fallos involuntarios que escapan a nuestro control, mientras que las lecturas deformadas de un manuscrito son debidas a la impericia y anulan algo tan importante como la veracidad del texto. Un editor no se las puede permitir.
Hasta donde es posible opinar a partir de los aut¨®grafos de Violento destino que la prensa ha reproducido, con mayor o menor nitidez, abundan las lecturas err¨®neas, que ponen en entredicho la credibilidad de algunos textos que se aportan. Donde Aleixandre ha escrito ¡°Un alma sufre¡±, el editor lee ¡°Un alma sube¡±; donde el poeta escribe ¡°un sol que existe¡±, el editor copia ¡°un sol que excita¡±; y, en fin, para no alargarnos, ¡°las plumas de un lecho¡±, imagen muy del gusto de G¨®ngora, pasa a ser en su transcripci¨®n ¡°las plumas de un b¨²ho¡±, vocablo este (b¨²ho) que jam¨¢s utiliz¨® Aleixandre y que supondr¨ªa un h¨¢pax legomenon en su obra.
En declaraciones a la prensa, Alejandro Sanz afirma que ¨¦l lo que desea es que se vuelva a leer a Aleixandre, pero ¡ªagrega¡ª ¡°sin ning¨²n aparato cr¨ªtico distorsionador¡±. ?Hay mayor distorsi¨®n que transcribir mal los versos de un autor? Tiene raz¨®n Pedro Luis Ib¨¢?ez al afirmar que la obra po¨¦tica de Vicente Aleixandre es su ¡°verdadera Velintonia¡±. En ¨²ltima instancia, la palabra es y ser¨¢ siempre la casa del poeta. ¡°Casa del ser¡±, la llam¨® Heidegger. Quien no la cuida con inmenso respeto, rigor y sabidur¨ªa, contribuye, acaso sin saberlo, a la peor de las demoliciones.
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Autor: Vicente Aleixandre.
Editorial: Lumen ( 2017).
Formato: tapa dura ( 1536 p¨¢ginas).
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