Tres mujeres espa?olas

Rara vez aludimos a esos aspectos, en principio tan colaterales que no tienen cabida en los textos, pero la cr¨ªtica de cine tambi¨¦n puede incluir el comentario m¨¢s o menos somero de los materiales elegidos para la venta del producto. Y en este caso parece obligado, aunque casi m¨¢s como aviso a navegantes que como apreciaci¨®n en s¨ª. De modo que solucion¨¦moslo en el primer p¨¢rrafo, porque es, con diferencia, lo peor de la pel¨ªcula: Thi Mai, rumbo a Vietnam, quinto largometraje de ficci¨®n de Patricia Ferreira, es bastante mejor que ese horrendo p¨®ster, en cuesti¨®n de dise?o, fotograf¨ªa, composici¨®n, colores, tipograf¨ªas e incluso tono, y que ese espantable t¨ªtulo que, aunque vista la historia pueda tener su poder simb¨®lico, antes de ella parece perge?ado para huir en busca de otro entretenimiento.

Y la alusi¨®n al tono viene dada porque lo que desprende ese cartel es aroma a comedia desarbolada y dicharachera, cuando en realidad estamos ante una comedia dram¨¢tica de libro ¡ªque no comedia negra, pues la risa y el llanto se suceden alternativamente en cada secuencia, y nunca en conjunci¨®n¡ª, con afanes de cierta trascendencia sobre temas may¨²sculos en la sociedad espa?ola contempor¨¢nea: la degradaci¨®n de la mujer, la rebeli¨®n de opresi¨®n machista, el surgimiento de las familias monoparentales, las dificultades para la adopci¨®n en el extranjero, la muerte de una hija y su duelo, el papel de los abuelos como salvaci¨®n de un modo de vida ante la imposible conciliaci¨®n, las jubilaciones no ya anticipadas sino mortalmente precoces, y la dictadura de la juventud.

Con personajes muy reconocibles, tres actrices magn¨ªficas al frente, tanto en el drama como en la comedia, y con una gran complicidad mutua, Thi Mai se presenta de este modo como un digno acercamiento a la realidad social desde los postulados de la comedia popular, a los que siempre ha estado adscrita Marta S¨¢nchez, su ya veterana guionista televisiva ¡ªcientos de episodios de 7 vidas, A¨ªda y All¨ª abajo¡ª, aunque en su primer libreto para cine. Con evidentes virtudes de producci¨®n, en un rodaje en Hanoi que se supone nada f¨¢cil pero que luce con naturalidad, Ferreira lleva la direcci¨®n con ritmo y soltura, aunque en algunas de las siempre complicad¨ªsimas secuencias de slapstick deambula peligrosamente por el alambre del rid¨ªculo.

De modo que a pesar de venderse como comedia pura, es en la diversidad del panorama femenino que presenta, y en sus actitudes, donde m¨¢s se agradece una pel¨ªcula que, sin embargo, resbala en las l¨ªneas burlescas alejadas de sus tres protagonistas. Y ah¨ª los discret¨ªsimos di¨¢logos con los que tiene que lidiar Dani Rovira son la muestra inequ¨ªvoca de una obra parad¨®jicamente mejor en su cr¨ªtica social que en las ra¨ªces del jolgorio con las que pretende venderse.