Actualidad del aforismo
Muchos hemos reencontrado en los proverbios la manera m¨¢s sincera y ajustada de expresi¨®n
El ensayo ha ca¨ªdo en los infernales brazos del reportaje pol¨ªtico o en los suburbios de la baja filosof¨ªa social. En cuanto a la novela, como consta en las mismas declaraciones de sus autores, es una clasificaci¨®n literaria que nadie desea recibir en su canon tradicional. Toda esta literatura parece pervertida en la hibridaci¨®n y en su probable decaimiento.
Otro g¨¦nero, sin embargo, parece inesperadamente en ascenso: el aforismo. Creadores de poes¨ªa, novelas o ensayo como Rafael Argullol, Antonio Colinas, Mario P¨¦rez Antol¨ªn, Miguel Catal¨¢n, Andr¨¦s Neuman, Ignacio G¨®mez de Lia?o o yo mismo, hemos reencontrado en los proverbios la manera m¨¢s sincera y ajustada de expresi¨®n. P¨¦rez Antol¨ªn ha editado adem¨¢s, recientemente, una antolog¨ªa de aforistas espa?oles contempor¨¢neos titulada Concisos, en la editorial Cuadernos del Laberinto.
No somos j¨®venes ni reproducimos vanguardia en su sentido hist¨®rico, pero reencontramos en lo que ya hac¨ªan los presocr¨¢ticos (nada menos), una forma id¨®nea de comunicaci¨®n. Una elecci¨®n que no se disfraza de los vacuos ropajes de tantas malas novelas de ¨¦xito, sino que va directamente al grano y del grano a su floraci¨®n.
Es necesario escribir con duro conocimiento y precisi¨®n para lograr un buen aforismo, pero en su acierto se intensifica el pensamiento cuando es de valor. Muy diferente de lo que sucede con la novela o el ensayo actual, donde la insuficiencia podr¨ªa diluirse en una oleada argumental con la fisiolog¨ªa de un pantano.
Todo tiene su p¨²blico y su profuso lugar, pero s¨ª vale la pena se?alar una tendencia, esta se halla en el decir sucinto del aforismo, que se emparenta, mira por d¨®nde, con la furiosa actualidad del tuit y toda su jaur¨ªa en las redes sociales.
De modo que se cumple con esta tendencia una chocante paradoja. Lo que fue una afici¨®n de Hip¨®crates, Esquilo o P¨ªndaro regresa como una moda escrita del siglo XXI. De una parte porque el g¨¦nero, en crecimiento, se halla entre las predilecciones de escritores bien baqueteados y, de otra, porque su resultado cabal ser¨ªa imposible sin la exigente depuraci¨®n de una experiencia sumada de distintos contenidos.
Cada aforismo afortunado es como una bala de plata en el coraz¨®n de la emoci¨®n, del pensamiento o la memoria. Cada aforismo o proverbio que da agudamente en la diana es una traza de coraz¨®n a coraz¨®n y de mente a mente. Una chispa que dispara juicios literarios o morales entre una genuina suma de realidad y ficci¨®n.
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