?Para qu¨¦ les sirve Twitter a los escritores?
La baja de un autor hiperactivo en las redes como Lorenzo Silva, las grescas continuas y la conciencia de distracci¨®n apuntan a un escepticismo sobre la utilidad de las mismas para los literatos
Sin duda, para el periodismo, la pol¨ªtica, el mundo del espect¨¢culo, la comunicaci¨®n a nivel corporativo, los servicios p¨²blicos, las alertas, para miles de asuntos m¨ªnimos y tambi¨¦n de calado, Twitter resulta un avance interesante. Pero, ?para un escritor? ?Qu¨¦ aporta? ?merece la pena tanta gresca? ?Revierte el bombardeo en ventas? ?Ayuda a difundir el meollo de un oficio reflexivo? ?O acarrea tanta distracci¨®n que lamina el tiempo que realmente necesita una obra?
La espuma de las redes en el mundo literario comienza a bajar. No tanto por las batallas sobre temas candentes, sino por hartazgo. Lorenzo Silva ha sido uno de los autores espa?oles cuya estrategia de carrera se ha cimentado en gran parte dentro del mundo digital. El pasado 2 de enero anunci¨® que dejaba Twitter y por qu¨¦. ¡°No ha sido un calent¨®n. Yo no soy as¨ª. Es producto de una decisi¨®n muy meditada¡±, asegura a EL PA?S.
Milena Busquets ha sido otra de las autoras que abandon¨® la red, aunque, indica, por razones personales y rechaza dar su parecer en este debate. Lea V¨¦lez, autora de El jard¨ªn de la memoria, admite que se le ha bajado el sufl¨¦ de Twitter pero que conf¨ªa en Facebook. ¡°Para m¨ª, ora es el infierno y ora el cielo. Es como si la din¨¢mica para que funcionen las cosas ah¨ª consista en dar una pedrada o entrar en un campo minado. Debes hacer un esfuerzo permanente por controlar el discurso, estresa, y la iron¨ªa, un arma compleja para los escritores, da lugar a malos entendidos constantes¡±.
El caso es que, mientras unas herramientas cotizan para un espectro como el literario, otras se deval¨²an. ¡°Twitter pierde un tercio de sus usuarios cada a?o. No es el Titanic hundi¨¦ndose. Simplemente se encuentra en plena transformaci¨®n¡±, asegura Javier Celaya, editor de la revista digital Dosdoce.com y responsable de Storytell, la plataforma de audiolibros. ¡°La irrupci¨®n de otras redes similares como Facebook, Instagram y Snapchat le ha ido quitando poco a poco su protagonismo y liderazgo. Estas plataformas son mucho m¨¢s interactivas¡±.
King y Rowling contra Trump
Como apuntaba Lea V¨¦lez, Twitter es un campo de minas. Territorio comanche, que dir¨ªa Arturo P¨¦rez-Reverte. Precisamente, este autor, junto a Juan G¨®mez-Jurado es de los que han hecho de la Red estrategia. Sigue resultando v¨¢lida para los superventas. En el entorno anglo, Stephen King y J. K. Rowling aparecen como grandes tuiteros, incluso en pol¨¦micas de alta esfera. Ambos la agitan a diario con anuncios a gran escala y batallas. El tr¨ªo entre el autor de misterio m¨¢s famoso del mundo, la madre de Harry Potter y Trump alcanz¨® un momento ¨¢lgido cuando el presidente de Estados Unidos bloque¨® la cuenta de King. Rowling, con acceso al vertedero del mandatario, le prometi¨® que se los remitir¨ªa porque a ella no le hab¨ªa tachado. Y ah¨ª siguen, aliados.
?Ha pasado Twitter al dominio de los pol¨ªticos y por eso pierde glamour entre los creadores? El hecho de que Trump gobierne a golpe de caracteres, no ayuda a mirar con simpat¨ªa la red social desde seg¨²n qu¨¦ c¨ªrculos de influencia. La deval¨²a y la deja a la altura del fast-food. ¡°Muchos la abandonan porque no les aporta lo que inicialmente les atrajo¡±, a?ade Celaya.
La transformaci¨®n que ha sufrido el mundo y nuestras mentalidades tras esta inyecci¨®n de adrenalina global es tema que ocupa a los fil¨®sofos. Javier Gom¨¢ lo sigue atento. Le ve pros y contras. ¡°Tengo la sensaci¨®n de que aquella ebriedad que produjeron al principio las redes sociales, est¨¢ remitiendo. Nos sobrevino como un aumento vertiginoso de libertad y poder sin instrucciones de uso¡±, asegura el autor de la Tetralog¨ªa de la ejemplaridad. Le viene bien aplicar un s¨ªmil automovil¨ªstico: ¡°Imaginemos que en los a?os 20, con la aparici¨®n reciente de los autom¨®viles, a millones de personas se les hubiera dado uno sin indicarles normas de educaci¨®n vial. En el caso de las redes ocurre algo similar. La clave est¨¢ es saber conducirse¡±. Y en el autocontrol: ¡°No vivir a expensas de ello. Para seguir con las comparaciones, tomarse un vaso de vino en cada comida, no toda la botella¡±.
Lorenzo Silva no reniega de lo que las redes le han ayudado a apuntalar su recorrido. Sencillamente, ha calibrado pros y contras y no le merece la pena. ¡°Por varias razones: primero, mis cuatro hijos no recib¨ªan de mi parte la atenci¨®n debida. Segundo, algo tan simple como que interfiere tanto tu atenci¨®n que si cometes el error de echar un vistazo en un atasco, te entra una ansiedad que te hace jugarte la vida".
Gom¨¢ tambi¨¦n coincide en ese estresante af¨¢n de novedad: ¡°Han conseguido crear un efecto psicol¨®gico de dependencia similar al que experiment¨¢bamos en el pasado cuando esper¨¢bamos en el buz¨®n una carta que pod¨ªa cambiar nuestra vida. Ahora eso ocurre con las notificaciones a cada segundo¡±. Y todo a costa de nuestra atenci¨®n y concentraci¨®n, una condici¨®n sin la que cualquier autor de ficci¨®n, poes¨ªa o ensayo queda perdido. ¡°Algo que conforma nuestra identidad, que sin duda, para nosotros, es sagrado¡±, concluye el fil¨®sofo.
En efecto. Una tercera raz¨®n que arguye Silva es el tiempo para "disfrutar de una novela de Houellebecq, por ejemplo, en lugar de leer las memeces de alg¨²n energ¨²meno que te acusa de franquista por el tema de Catalu?a¡±. A Silva, sencillamente, ha dejado de compensarle. ¡°Poco material valioso y mucha distorsi¨®n¡±. Pero no quiere decir que su espantada de Twitter provoque en ¨¦l escepticismo sobre las nuevas tecnolog¨ªas. ¡°Estoy remodelando mi p¨¢gina web. Me ha aportado mucho. Yo he llegado a escribir novelas gracias a los contactos que he hecho por esos medios¡±.
Babelia
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