Un esp¨ªa tan infame como adorado

El nombre del protagonista de la saga de Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz dice muchas cosas. Remil puede sonar a nombre europeo, pero en realidad es un apocope de ¡°hijo de remil putas¡±, que es como lo llaman sus compa?eros esp¨ªas. Es un agente de inteligencia argentino, muy diferente del Pepe Carvalho de Montalb¨¢n o el comisario Montalbano de Andrea Camilleri. ¡°Un h¨¦roe infame del siglo XXI, un agente de inteligencia que se dedica a los negocios sucios de la pol¨ªtica¡±, resume el autor. Compra o chantajeas a jueces, periodistas, pol¨ªticos. Que es lo que suelen hacer los agentes en la realidad. Y cuenta Argentina y Latinoam¨¦rica mucho mejor que las noticias reales a las que el periodista Fern¨¢ndez D¨ªaz dedic¨® media vida pasada en las redacciones.

Remil es un fen¨®meno editorial imbatible en Argentina. Ya lo fue con su primera novela, El pu?al, con 90.000 ejemplares y ahora con La herida (Destino), reci¨¦n publicada, se ha multiplicado. Se han vendido 80.000 en diez semanas, ha destronado incluso a Dan Brown. La novela llega a Espa?a con un anfitri¨®n de lujo, Arturo P¨¦rez Reverte, amigo de Fern¨¢ndez D¨ªaz desde hace 25 a?os, que presentar¨¢ el libro el martes a las 19:30 en la Fundaci¨®n Telef¨®nica. P¨¦rez Reverte le ha prometido a su amigo que Lorenzo Falc¨® (el esp¨ªa sin escr¨²pulos que protagoniza varios de sus libros) ¡°se retirar¨¢ en Buenos Aires, se hospedar¨¢ en el Hotel Alvear, almorzar¨¢ en La Biela y se reunir¨¢ de tarde en tarde con los personajes de La herida¡±.

Fern¨¢ndez D¨ªaz es un argentino que presume de espa?olidad. Hijo de asturianos, tuvo su primer gran ¨¦xito con Mam¨¢, la historia de esa emigrante invencible que vio c¨®mo su v¨¢stago se convert¨ªa en un referente del periodismo y la literatura argentinas. El escritor, que acaba de entrar en la Academia de las Letras de este pa¨ªs, es famoso all¨ª por sus columnas de opini¨®n en La Naci¨®n y su programa diario en Radio Mitre, pero est¨¢ enamorado de Remil y parece dispuesto a arrancar una larga saga como Montalb¨¢n o Camilleri. ¡°Remil es pol¨ªticamente incorrecto, pero de alg¨²n modo querible: las lectoras se enamoran de ¨¦l y los lectores quisieran tomarse una copa y tenerlo a mano. Podr¨ªa ser un Bond de los pa¨ªses emergentes. Un Bond sin las ingenuidades ni los exotismos bizarros de Fleming¡±, cuenta.

El libro transcurre entre Argentina e Italia, y no disimula su deseo de ser cre¨ªble desde la ficci¨®n. Hasta el Papa Francisco, omnipresente en todas las conversaciones argentinas, tiene un papel destacado en la novela. El periodista se libera como escritor. ¡°Durante 35 a?os he sido periodista de trinchera y s¨¦ que nosotros solo podemos contar el 20% de lo sabemos, porque el resto no tenemos forma de probarlo. Esa frontera infranqueable siempre me result¨® atractiva: yo pod¨ªa cruzarla con la ficci¨®n. Contar como novelista lo que no pod¨ªa hacer como articulista o reportero. Remil es el resultado de esa necesidad¡±.

Esa idea de contar la realidad a trav¨¦s de la ficci¨®n, tan latinoamericana, recorre la vida de Fern¨¢ndez D¨ªaz y marca un momento personal clave. ¡°A los 15 a?os, mi padre, asturiano, camarero de bar, descubri¨® que yo pretend¨ªa ser escritor y entendi¨® que yo quer¨ªa ser vago. Me dio por perdido. Estuvimos cerca de ocho a?os sin poder hablarnos cara a cara, totalmente alejados. Cuando era reportero de sucesos en un diario de la tarde, a los 25 a?os, escrib¨ª una novela por entregas que revelaba todo lo que sab¨ªamos pero no pod¨ªamos contar de la mafia del f¨²tbol. Un d¨ªa suena mi tel¨¦fono y era mi padre; quer¨ªa saber c¨®mo iba a seguir la historia al d¨ªa siguiente. Me saltaron las l¨¢grimas y disimul¨¦ que no estaba llorando. Mi padre quer¨ªa tener el privilegio de anticiparles a los parroquianos del bar c¨®mo segu¨ªa la historia. Le cont¨¦. Me fui al ba?o y me puse a llorar. A partir de ese momento, nos amnistiamos mutuamente. La literatura, que nos hab¨ªa distanciado, nos volvi¨® a unir¡±.

Fern¨¢ndez D¨ªaz dibuja en La herida, una novela de acci¨®n sin descanso, un mundo despiadado y corrupto en el que todo se compra y se vende. Incluso la supuesta hero¨ªna, una monja que intenta arrebatar a ni?os del narco en la peor villa miseria de Bueno Aires, parece haber perdido la fe, rendida ante la fuerza de la realidad. Su desaparici¨®n es el eje de la trama. Nadie se salva, como sucede en una realidad pol¨ªtica y social que conoce como pocos.

De hecho, El pu?al, la primera de la saga, parec¨ªa inspirada en el caso Nisman, el fiscal que apareci¨® muerto hace tres a?os y sigue siendo un misterio, aunque fue escrita antes de que sucediera. El escritor dice que el crimen de Nisman, si no fuera real, sonar¨ªa muy exagerado en la ficci¨®n. ¡°No me hubiera atrevido a hacer una novela con un caso similar: es todo tan chapucero, tenebroso y exagerado que los lectores no me habr¨ªan cre¨ªdo. Dir¨ªan que no es veros¨ªmil. Un fiscal denuncia un oscuro pacto con una naci¨®n sospechada de terrorismo, y al d¨ªa siguiente aparece ¡°suicidado¡± en el ba?o de su casa. Y el Gobierno se dedica a ensuciar su historia y a borrar las huellas, y al final se descubre por una pericia que fue un homicidio. Y todo para cubrir a presuntos autores de un atentado que dej¨® 80 muertos. La impunidad del asunto es escalofriante. ?se es el mundo en que se mueve Remil y el que me permito desvelar¡±.

Todo es ficci¨®n, pero tan real que hasta los propios esp¨ªas le felicitan. ¡°Cuando publiqu¨¦ El pu?al me llamaron para decirme que varios Remiles quer¨ªan que les firmara un ejemplar. Al enterarme qui¨¦nes eran (expertos en Inteligencia criminal, polic¨ªas de ¨¦lite entrenados en Estados Unidos y Europa, leyendas vivas), los invit¨¦ a almorzar. No solo no me hab¨ªa equivocado t¨¦cnicamente en nada, sino que incluso uno de ellos me pregunt¨®: ¡°?C¨®mo sab¨ªas lo de los tres muertos en el sur?¡± En esa trama, tres chorizos se equivocan y roban un cami¨®n de coca¨ªna, y los matan. ¡°Lo imagin¨¦¡±, le respond¨ª con sinceridad. No me cre¨ªa; esos tres chicos estuvieron en la morgue y nadie fue a buscarlos durante tres meses, porque los Remiles los estaban esperando para detenerlos. Pens¨¦: ¡°En este pa¨ªs te pueden matar por algo que imaginas¡±. Una novela especial, una ficci¨®n plausible contada de forma eficaz para devorar a toda velocidad imaginando un mundo no muy alejado de la realidad. Por algo es un superventas en Argentina, un pa¨ªs de lectores exigentes.

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Autor: Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz.

Editorial: Planeta Argentina(2017).

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