El verano del deseo

La c¨¢mara se eleva y desciende, recorriendo el monumento en memoria de la batalla de Piave, mientras se formula una declaraci¨®n de amor sostenida sobre la fuerza de un deseo m¨¢s poderoso que el miedo al rechazo. M¨¢s adelante, Radio Varsavia de Franco Battiato envuelve un ritual autoer¨®tico, melocot¨®n mediante. En Call Me By Your Name todo parece estar ah¨ª para ser deseado, como esos torsos esculpidos por Prax¨ªteles que el padre del protagonista estudia con la generosidad del acad¨¦mico que sabe que verdad y belleza no tienen que ser preservadas, sino transmitidas.

El ¨²ltimo trabajo de Guadagnino se parece al personaje que interpreta Armie Hammer: un estudiante de posdoctorado que visita a su viejo profesor en Lombardia, durante un verano que le convertir¨¢ en centro de obsesiones rom¨¢nticas y carnales. Call Me By Your Name es como una persona tan guapa ¨Cy encantadora- que nunca encontrar¨ªa un no por respuesta. Y eso la ha convertido en un objeto de seducci¨®n imbatible, regido por una sensualidad expl¨ªcitamente bertolucciana, que se ha ganado incluso a quienes ve¨ªan en el director a un formalista demasiado cerebral.

Adaptaci¨®n de la novela hom¨®nima de Andr¨¦ Aciman, Call Me By Your Name iba a ser, en principio, una pel¨ªcula de James Ivory. Su guion, razonablemente fiel a su fuente literaria, sobrevive en el resultado final. Relato de iniciaci¨®n y deslumbramiento focalizado en la sublevaci¨®n o revelaci¨®n del deseo de su protagonista ¨Chijo adolescente del acad¨¦mico anfitri¨®n-, la pel¨ªcula prescinde del marco de evocaci¨®n proustiana del original para hacer v¨ªvido el momento en que se forja un recuerdo imborrable: a Guadagnino no le interesa la reminiscencia de la magdalena, sino la primera magdalena (o el melocot¨®n). Confiando en la entrega org¨¢nica de sus actores a sus personajes, el cineasta logra una pel¨ªcula vitalista y llena de momentos de calculada intensidad (la comprensiva conversaci¨®n con el padre, el largo plano final), pero no siempre controla al director publicitario que lleva dentro: ?ocurre todo esto en el mundo real o en el m¨¢gico mundo de colores donde el deseo homosexual se transubstancia en mercanc¨ªa no problem¨¢tica para consumo masivo? Si en Yo soy el amor y Cegados por el sol, Guadagnino exploraba el reverso turbio de su labor publicitaria para grandes marcas, aqu¨ª cabr¨ªa sospechar que la direcci¨®n se ha invertido: ?habr¨¢ servido este contundente trabajo de inspiraci¨®n para el spot gayfriendly de Coca-Cola de este pasado verano?