Howard Greenberg: ¡°Europa valora m¨¢s el fotoperiodismo que el p¨²blico americano¡±
El Patio Herreriano de Valladolid exhibe parte de los fondos de la galer¨ªa neoyorquina del marchante
Lleva m¨¢s de cuarenta ejerciendo como galerista. Redescubriendo a grandes fot¨®grafos del pasado y posicion¨¢ndolos en el mercado gracias a su instintivo olfato y a su indudable perspectiva hist¨®rica. Si algo caracteriza a Howard Greenberg es su pasi¨®n por la fotograf¨ªa. En 2005 la revista American Photo le situ¨® entre las veinticinco personalidades m¨¢s importantes de esta comunidad a nivel mundial. Su erudici¨®n sobre la fotograf¨ªa del siglo XIX y XX, su tenacidad, compromiso y empe?o, as¨ª como su generosidad a la hora de compartir fotograf¨ªas y fot¨®grafos han hecho de ¨¦l una figura tan at¨ªpica como relevante a la hora de fomentar y educar la mirada del p¨²blico en este medio.
Una exposici¨®n en Valladolid da muestra de un centenar de obras procedentes del archivo de la galer¨ªa del entusiasta marchante, Howard Greenberg Gallery, ubicada en Nueva York. Bajo el t¨ªtulo Del archivo a la historia, supone una relectura a la historia de la fotograf¨ªa a trav¨¦s de la mirada de algunos de los fot¨®grafos m¨¢s significativos del siglo pasado, Berenice Abbott, Man Ray, Walker Evans, William Eggleston, Arnold Newman, y Helmut Newton entre otros. Se podr¨¢ ver en el Patio Herreriano de Valladolid hasta el pr¨®ximo 8 de abril. La muestra no solo da a conocer fotograf¨ªas desconocidas de varios de los grandes maestros del siglo pasado sino que ofrece al p¨²blico una oportunidad ¨²nica. ¡°Se trata de im¨¢genes destinadas al coleccionismo con exclusividad, cuyo trayecto normal es de la galer¨ªa a la colecci¨®n ¡°explica Anne Morin, comisaria de la muestra. ¡°En esta ocasi¨®n hacemos visible a trav¨¦s de un museo una franja de la historia no destinada al p¨²blico (ni tampoco a los soportes de subasta o de publicaci¨®n). Supone una excepci¨®n poder observarla, ya que no es este su destino original¡±.
¡°Un archivo fotogr¨¢fico es, antes que nada, una forma, una tipolog¨ªa, una sensibilidad¡±, apunta Morin. De esta suerte, el archivo es un claro reflejo de la personalidad y los intereses de Greenberg quien considera una buena fotograf¨ªa ¡°aquella que involucra a mi pensamiento, a mi coraz¨®n y a mi alma". Su inter¨¦s por la fotograf¨ªa surgi¨® nada m¨¢s finalizar sus estudios, cuando adquiri¨® su primera c¨¢mara. Dos a?os m¨¢s tarde comenzar¨ªa una corta pero fruct¨ªfera carrera como fotoperiodista que le llev¨® a ver publicadas sus fotograf¨ªas en las grandes cabeceras de la prensa americana, como The Washington Post o The New York Times. Pero fue el descubrimiento de algunos relevantes fot¨®grafos residentes en la colonia art¨ªstica de Woodstock, Nueva York, y miembros de la Photo Secession fundada por Stieglitz, a comienzos del siglo veinte, lo que le estimul¨® a profundizar su inter¨¦s por la historia de la fotograf¨ªa, y finalmente le anim¨® a abrir su primera galer¨ªa. Sus fondos alcanzan en la actualidad 30.000 im¨¢genes.
Hace cuarenta a?os, cuando Greenberg daba sus primeros pasos como galerista, la fotograf¨ªa no hab¨ªa sido aun reconocida como un arte dentro del mercado. ¡°Trabaj¨¦ duro para que se aceptase el valor monetario de ciertas fotograf¨ªas¡± recuerda el galerista. ¡°Cuando yo empec¨¦, eran pocas las im¨¢genes que superaban los 1000 d¨®lares y algunas de las que hoy alcanzan grandes cifras entonces no ten¨ªan ning¨²n valor. Los precios han cambiado dr¨¢sticamente durante este tiempo. El mercado se ha vuelto mas selectivo y menos predecible en la actualidad, pero la gama alta no ha variado mucho en varios a?os, mientras dentro de la pintura contempor¨¢nea la gama alta alcanza cifras, digamos, de locura¡±. Considera que el p¨²blico europeo valora en la actualidad la fotograf¨ªa como arte tanto como lo hace el americano, ¡°Y a?adir¨ªa que el europeo parece aceptar y valorar m¨¢s el fotoperiodismo, o aquello a lo que me gusta referir como la fotograf¨ªa del ¡®mundo real¡¯¡±, matiza el galerista.
La exposici¨®n abarca todo el siglo XX. Desde una de las primeras fotograf¨ªas tomadas por Andr¨¦ Kert¨¦sz en Hungr¨ªa; un retrato de su hermano, con un tama?o de 4 cent¨ªmetros por 5, hasta llegar a nuestros d¨ªas con la obra de Mark Citret. Este ¨²ltimo es un artista pr¨¢cticamente desconocido en Europa. ¡°Va a contracorriente de la fotograf¨ªa contempor¨¢nea de grandes formatos¡±, se?ala Morin. ¡°Trabaja en soportes peque?os, impresos en platino y de corta tirada. Todo lo que incluye la exposici¨®n son im¨¢genes de peque?o formato e intimistas que se apoyan en su sencillez y simplicidad, subrayando los preceptos de la fotograf¨ªa del siglo XX. Existe una vuelta a estos criterios¡±, a?ade la comisaria.
Greenberg fue uno de los primeros en exhibir fotoperiodismo en su galer¨ªa. ¡°En la exposici¨®n est¨¢n muy presente los fot¨®grafos del Farm Security Administration, como Walker Evans, y de la Photo League, como Lewis Hine, quienes a partir de los a?os de la Gran Depresi¨®n establecieron los par¨¢metros de la fotograf¨ªa documental¡±, se?ala Morin. ¡°Su idea era cambiar el mundo gracias al testimonio de lo visible. Luego vinieron otros como Garry Winogrand que quer¨ªan documentar sin intenci¨®n de cambio. Las dos perspectivas est¨¢n muy presentes en la colecci¨®n¡±.
Su entrega por la fotograf¨ªa ha hecho que Greenberg compagine su labor como galerista con la de coleccionista privado. ¡°Colecciono aquellas fotograf¨ªas que tienen un significado profundo para m¨ª y que me mueven emocionalmente¡±, dice. ¡°Siento mucho respeto por el cuarto oscuro. Trata del lenguaje fotogr¨¢fico, y de esa magia que a veces ocurre. Para mi es una experiencia muy personal¡±. Aun as¨ª, dice haber aceptado de lleno la tecnolog¨ªa digital: ¡°Los artistas fotogr¨¢ficos, o creadores de im¨¢genes visuales, han hecho siempre uso de los avances tecnol¨®gicos del momento para evolucionar y redefinir lo que instituye el arte. Las posibilidades de la fotograf¨ªa digital son infinitas y supone un reto hacer uso de ellas para conseguir una declaraci¨®n art¨ªstica coherente y efectiva. El ojo y la mente del fot¨®grafo unidos siguen siendo los responsables de una buena fotograf¨ªa.¡±
Cada una de las im¨¢genes que forman esta exposici¨®n ¡°se yuxtaponen las unas con las otras, en ocasiones se contradicen, se abrazan o se miran directamente a la cara¡±, escribe la comisaria. ¡°Acaban formando este 'museo imaginario' del que hablaba Andr¨¦ Malraux, porque cada una de ellas, gracias a la presencia de las otras, se transforma y cuentan juntas otra cosa nueva¡±.
Del archivo a la historia. Howard Greenberg Gallery. Museo Patio Herreriano. Valladolid. Hasta el 8 de abril
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.