Redonda ecuaci¨®n

En 2008, la escritora argentina Elsa Osorio, autora de La Capitana, publica A veinte a?os, Luz, cuyo argumento hace hincapi¨¦ en uno de los asuntos m¨¢s tenebrosos de la dictadura argentina: los hijos que se arrancaban a las mujeres en cautiverio para entregarlos a familias de militares. Es un drama que vuelve a tratar de nuevo ahora, con algunas variantes, en su nueva novela, Doble fondo, s¨®lo que en un registro casi en las ant¨ªpodas de la primera.

Es bueno que el lector, con algunos ejemplos, se haga antes una idea visual de lo que comentar¨¦ acerca de Doble fondo. En Argentina se ha hecho una pel¨ªcula sobre el secuestro de ni?os y posterior adopci¨®n por los mismos torturadores o jefes militares. Se trata de La historia oficial (1985), de Luis Puenzo. Marco Bechis tambi¨¦n film¨® una obra sobrecogedora sobre las relaciones que se establec¨ªan, en situaciones terriblemente perversas, entre torturadores y v¨ªctimas. Se titula Garage Olimpo (1999). En el campo de la narrativa, recuerdo ahora mismo dos novelas paradigm¨¢ticas en los temas abordados por Elsa Osorio (Buenos Aires, 1952). Una es El desierto, del escritor chileno Carlos Franz (2005), y la otra, Una misma noche (2010), del novelista argentino Leopoldo Brizuela.

Osorio ha cambiado la clave tonal en Doble fondo respecto a A veinte a?os, Luz. Si en ¨¦sta se trata el tr¨¢gico asunto de las mujeres que eran llevadas al domicilio de sus torturadores para cuidar de sus reci¨¦n nacidos y amamantarlos los primeros d¨ªas ¨Cdespu¨¦s de lo cual, una vez el beb¨¦ era entregado en adopci¨®n a sus verdugos, la madre era arrojada al r¨ªo de la Plata desde un avi¨®n¨C, en ?Doble fondo un tema semejante adquiere un enfoque de tono diametralmente opuesto. El pasado siempre es el mismo en las dos novelas, los a?os de la dictadura argentina, una de las m¨¢s sangrientas y malvadas de Am¨¦rica Latina.

Osorio aborda en la obra el s¨ªndrome de Estocolmo que se sol¨ªa dar en los centros de tortura y ajusticiamiento de la dictadura

En Doble fondo, Elsa Osorio cambia esta vez el tono de su historia y le suma una variante al s¨ªndrome de Estocolmo que se sol¨ªa dar en los centros de tortura y ajusticiamiento de la dictadura. El verdugo que se ¡°enamora¡± de su v¨ªctima, la trata como si fuera casi su novia (o su querida), la saca del abismo en que permanece encerrada para ir juntos a pasear a plena luz del d¨ªa (o en la m¨¢s ¨ªntima de un restaurante de lujo). Esta es su sustancia argumental, sumada a la cual, adem¨¢s de mostrarnos el lado m¨¢s oscuro de los asesinos, tambi¨¦n su costado m¨¢s mafioso. Me quiero ahora detener en el tono de Doble fondo.

En Doble fondo hay una levedad premeditada, incluso inesperada si atendemos sus dos novelas anteriores. En el sentido que Italo Calvino daba a la acepci¨®n ¡°levedad¡±. El Diccionario de uso del espa?ol, de Mar¨ªa Moliner, apunta: ¡°Se dice de lo que hace o ejerce muy poca fuerza o presi¨®n¡±. Calvino en Seis propuestas para el milenio considera la levedad una virtud. O como dir¨ªa Paul Val¨¦ry: ¡°Leve como el vuelo de un p¨¢jaro y nunca el de una pluma¡±. En su levedad, la historia de Elsa Osorio no cae nunca, no fuerza su historia, no nos presiona con el pathos de la misma. Eligi¨® un punto de vista ligero comparado con lo terrible que narra, una atm¨®sfera de thriller y una historia de seducci¨®n genuina, en la conciencia de una periodista francesa en busca de una verdad que en principio le ca¨ªa muy lejos. La ecuaci¨®n le sale redonda. Carlos Franz en su novela incrustaba una cita de Nietzsche que viene como anillo al dedo: ¡°Desde ahora, en cada alegr¨ªa exuberante se oir¨¢ un trasfondo de terror¡±. Es la sensaci¨®n que me dej¨®, entre otras gratificantes, la lectura de esta novela resuelta con gran arte.

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Autor: Elsa Osorio Villanueva .

Editorial: Tusquets Editores (2018).

Formato: versi¨®n kindle y tapa blanda (384 p¨¢ginas)

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