¡°En este momento, el poder de represi¨®n son los medios¡±
El realizador reestren¨® ¡®La Historia Oficial¡¯, un filme sobre la dictadura y el primero en ganar un Oscar para Argentina
Se pens¨® en 1983, se comenz¨® a rodar en 1984 y se estren¨® en 1986. El jueves, a 20 a?os de ver la luz y a 40 del golpe militar, La Historia Oficial se reestren¨® con imagen restaurada 4K, sonido estereof¨®nico 5.1 y nuevas copias digitales de alt¨ªsima calidad. Luis Puenzo, el director, cuenta a EL PA?S los avatares de una pel¨ªcula de ficci¨®n que se film¨® de manera casi documental, con escenas filmadas en su propia casa, en horas clandestinas y con manifestaciones, fotos, pancartas y fichas que refieren a los desaparecidos reales. Por todo eso, Hollywood le entreg¨® el Oscar a la mejor pel¨ªcula extranjera en 1986.
Pregunta. ?Se podr¨ªa hacer esta pel¨ªcula hoy?
Respuesta. Si, en Argentina se puede hacer la pel¨ªcula que quieras. Con la gente de mi equipo conversamos sobre eso y dud¨¢bamos si ¨¦ramos capaces de hacerla. No por la censura, sino por nuestra capacidad y te tengo que decir que no s¨¦. No s¨¦ si a m¨ª mismo ahora me saldr¨ªa esta pel¨ªcula. Tiene que ver con el momento en que la escribimos, como lo hicimos y la calentura con que la hicimos. Con Aida Bortnik (la guionista) nos propusimos escribirla como si hubieran pasado 15 a?os del golpe. Como no hicieron en Europa con el genocidio de la Segunda Guerra, salvo poquitas pel¨ªculas. La idea era ver esto como si todo hubiera pasado pero nunca termin¨® de pasar, ni siquiera ahora.
P. ?Cree que Argentina ha hecho mucho por la recuperaci¨®n de la memoria?
R. Si. Para darse cuenta uno se puede referir a Espa?a con la guerra civil, cuando el juez Baltasar Garz¨®n intent¨® investigar lo echaron a patadas. Espa?a ha revisado muy poco su memoria hist¨®rica con respecto a las atrocidades de la guerra, Francia ha mirado muy poco acerca de las atrocidades en Argelia y muy pocos pa¨ªses, que han participado activamente en una especie de terrorismo de Estado internacional contra pa¨ªses de Medio Oriente y Latinoam¨¦rica, han hecho muy poco para revisar sus propios genocidios.
P. La Historia Oficial habla acerca de la sociedad civil y su responsabilidad en el golpe, ?Qu¨¦ pel¨ªcula habr¨ªa que hacer ahora?
R. Esta misma. Hubo una concatenaci¨®n sincr¨®nica de golpes militares en toda Am¨¦rica Latina, con ministros de econom¨ªa y militares a su servicio criados en las mismas dos escuelas, la de Milton Friedman y la de las Am¨¦ricas, respectivamente. Esos tipos est¨¢n muy presentes en la Argentina de hoy, inclusive en el gobierno actual. Pero tambi¨¦n est¨¢n presentes en Espa?a, en Alemania e hicieron el desastre de Grecia. Es como dice Serrat: ¡°entre estos tipos y yo hay algo personal¡±. Ese es el eje de la pel¨ªcula. Alguna vez me preguntaron c¨®mo pudimos tener tan clara la situaci¨®n en 1983. Simplemente cont¨¢bamos lo que ve¨ªamos con respecto a los chicos desaparecidos y los responsables del golpe.
P. ?C¨®mo analiza la visita de Obama?
R. Es a prop¨®sito. Obama tiene un premio Nobel por la paz que no le corresponde, porque mientras lo gan¨®, bombardeaba Medio Oriente. Es un hombre que amparado en su premio Nobel intenta acercarse a Cuba y hacer buena letra. ?Qu¨¦ periodista le va a preguntar sobre la escuela de las Am¨¦ricas, Allende o el Plan C¨®ndor sin que lo echen? Ninguno. Y son responsabilidades concretas de ese pa¨ªs. El departamento de Estado no ignora todo esto y el hecho que venga en estas fechas es una provocaci¨®n.
P. ?Siente alg¨²n temor de que lo logrado con respecto a la recuperaci¨®n de la memoria de pasos atr¨¢s?
R. Sin dudas. Mi otra pel¨ªcula muy pol¨ªtica es La Peste. Est¨¢ basada en el libro de Albert Camus, quien nos ense?¨®, mirando el holocausto en la Segunda Guerra la par¨¢bola maravillosa de que el microbio nunca se va del todo, que permanece en los pa?uelos, en los papeles, en las cajas. Y que el d¨ªa menos pensado las ratas vuelven a salir a la ciudad, dichosas. Esta par¨¢bola de Camus se puede aplicar al 24 de marzo, a La Historia Oficial y a La Peste. Esto es as¨ª, el microbio permanece y aparece de pronto, y a los argentinos nos pas¨® en las elecciones de noviembre: el microbio apareci¨® de nuevo. Es c¨ªclico y este ciclo tambi¨¦n termina. Los ciclos hist¨®ricos por ah¨ª duran 50 o 100 a?os. Cuando se mire este ciclo hist¨®rico se va a ver que arranc¨® desde los a?os del fin de la ilusi¨®n, a fines de los 60 con la muerte de Guevara, el mayo franc¨¦s del 68, el Cordobazo de la Argentina, los j¨®venes de Chicago y la separaci¨®n de los Beatles. Luego vinieron los 70, y empez¨® este ciclo que va a terminar en 20 o 30 a?os. Estamos en ese mismo ciclo, no se fue. Y muchas veces requiri¨® de los militares al servicio de las corporaciones, que luego fueron reemplazados por los medios de comunicaci¨®n. En este momento, el poder de represi¨®n son los medios.
P. En la pel¨ªcula hay una escena recordada en la que una familia discute acerca del gobierno de facto, ?C¨®mo ve a la familia argentina hoy?
R. Esa escena esta filmada en una casa humilde de San Fernando que tiene un taller adosado a la vivienda. Es una familia t¨ªpica argentina hija de la inmigraci¨®n, con un viejo republicano espa?ol como padre, como fueron muchos de nuestros abuelos. Esa familia sigue existiendo y sigue siendo la familia t¨ªpica argentina y hoy esa familia dir¨ªa lo mismo. Hoy tendr¨ªan la misma discusi¨®n. Hugo Arana (uno de los protagonistas) dice que los que van a pagar los d¨®lares que se afanaron los militares, los van a pagar los pibes. Y eso se puede decir hoy mismo, ?Sabes qui¨¦n va a pagar el arreglo con los fondos buitres? Los pibes.
P. ?Debemos seguir mirando con resquemor la tan aclamada grieta ideol¨®gica?
R. Con miedo, nada. Hay que discutir y hay que debatir. A veces en esa discusi¨®n se gana o se pierde pero hay que seguir haci¨¦ndolo.
P. Usted trabaja con sus hijos, ?Se dan ese tipo de discusiones?
R. Yo creo que es muy lindo trabajar con la familia pero no es sencillo. Tenemos diferencias generacionales. Mi familia siempre fue muy trip. Nosotros viajamos juntos siempre, desde que son chiquitos. Han estado en filmaciones desde que ten¨ªan 4 a?os y han dormido en los cestos de las pel¨ªculas en los laboratorios. Y as¨ª como ellos me acompa?aron a m¨ª, yo lo hice con ellos. Tuvimos que aprender a trabajar juntos porque al tener como muy mezclada la cosa padre e hijo hay un mont¨®n de ejes complicados y dif¨ªciles de manejar pero no nos achicamos en la primera discusi¨®n porque aparte la disputa pol¨ªtica es algo que nos gusta y llevamos muy encarnado. Tengo amigos espa?oles y franceses que muchas veces se asustan cuando discutimos. Piensan que nos estamos peleando para siempre. En realidad no pasa nada y es parte de nuestra identidad, y tambi¨¦n me pasa con mis hijos.
P. Como ganador de un Oscar, ?C¨®mo considera el papel del cine argentino en el mundo?
R. Es importante. Siempre fue un cine perif¨¦rico, emergente, de pa¨ªs peque?o. En este momento tiene m¨¢s presencia que antes. Cualquier cineasta joven hoy piensa en el exterior, en San Sebasti¨¢n y el resto de los festivales. Estamos m¨¢s fuertes y m¨¢s cerca. Tenemos una ley de cine envidiada y proteccionista que ojal¨¢ nos dure y no suceda lo que paso en Espa?a con la ley Mir¨®.
P. ?No es un poco fr¨ªvolo?
R. No, porque hubo de todo. El cine argentino es reconocido en el mundo por pel¨ªculas como XXY, que hizo mi hija (Luc¨ªa Puenzo) y gano el premio de la cr¨ªtica en Cannes. Est¨¢ bien que haya de todo, a m¨ª me encanta que coexistan en cartel La Historia Oficial y Me Cas¨¦ con un Boludo.
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