La Historia la escriben las corbatas
Dos espectros recorren Occidente: feminismo y nacionalismo
Dado que hoy se inaugura Arco, empecemos con una cita del pintor Ram¨®n Gaya: ¡°Se puede llevar una corbata fea, pero sabi¨¦ndolo¡±. Cualquier ciudadano atento a las noticias sabr¨¢ que dos espectros recorren Occidente: feminismo y nacionalismo. El primero tiene, entre muchas otras, una ventaja sobre el segundo: se basa en agravios reales y no precede al objeto que reivindica. El historiador Jos¨¦ ?lvarez Junco lo dijo hace poco as¨ª: ¡°Son los nacionalistas los que crean las naciones¡±. Nadie podr¨¢ decir que las feministas crearon a las mujeres. En lo ¨²nico que se parecen ambos ismos es en pedir m¨¢s: m¨¢s igualdad, m¨¢s desigualdad. El primero llev¨® a la cineasta Isabel Coixet a matizar que lo que suele llamarse discriminaci¨®n positiva es solo reparaci¨®n hist¨®rica. El segundo est¨¢ tan desatado que terminar¨¢ consiguiendo para los espa?oles lo ¨²ltimo que necesitan: una letra de himno.
Aunque siempre que se habla de discriminaci¨®n positiva se piensa en las minor¨ªas ¡ªsi es que puede serlo la mitad de la poblaci¨®n¡ª, lo cierto es que nadie la ha ejercido tanto como el nacionalismo: de hecho, lleva tanto tiempo aplic¨¢ndola que ya forma parte de ¡°lo normal¡±. Sucede, sin ir m¨¢s lejos, en la cultura, ese inefable dep¨®sito de mitos, leyendas, medias verdades y verdades enteras de toda naci¨®n orgullosa de serlo y ol¨¦. ?lvarez Junco recuerda en su ensayo hitos tan arraigados que tienen hasta sitio en la agenda oficial, pero cualquiera que haya vivido la construcci¨®n del Estado de las Autonom¨ªas recordar¨¢ c¨®mo los libros de textos se llenaron de paisanos suyos que ten¨ªan entre sus grandes m¨¦ritos ser uno de los nuestros. Ni siquiera la lengua compartida garantiza a nadie un lugar en el monte Parnaso. Baste pensar en el espacio de la literatura latinoamericana en los planes de estudio espa?oles o en el propio palmar¨¦s del Cervantes. Si el jurado del galard¨®n m¨¢s importante de las letras hisp¨¢nicas decidiera premiar alternativamente a una mujer y a un hombre muchos lo tomar¨ªan como un cobarde acto de correcci¨®n pol¨ªtica. A nadie extra?a que eso suceda ahora entre veinte pa¨ªses (los americanos) y uno solo (Espa?a).
El valor art¨ªstico, seg¨²n parece, no es el ¨²nico criterio para decidir qui¨¦n vale. Entre 2010 y 2011 el Prado expuso durante dos meses los 90 rubens de su colecci¨®n. Muchos volvieron luego a los almacenes. ?Son peores que los cuadros de historia del siglo XIX que hoy vemos en sus paredes? Estos son, se dir¨¢ con raz¨®n, necesarios para completar el relato de lo que fuimos y de lo que somos. Es lo mismo que, para gran esc¨¢ndalo, dicen las feministas. ?Discriminaci¨®n positiva? ?Reparaci¨®n hist¨®rica? Lo ¨²nico cierto es que desde hace a?os llevamos corbatas ¡ªfeas y bonitas¡ª con forma de cuota. A veces cuotas con forma de corbata. O de bandera. Lo importante es saberlo.
Babelia
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