¡°El futuro es ancho, no se puede dejar en manos de un solo gur¨²¡±
La comisaria de Arco, Chus Mart¨ªnez, habla de las novedades de Arco
La novedad de esta edici¨®n de Arco responde al nombre de Futuro y est¨¢ al final del pabell¨®n 7 de Ifema, lejos de la idea de censura (tan del pasado) que ha protagonizado la feria con el caso Santiago Sierra. El espacio es de color verde y tiene una c¨¢scara dise?ada por el arquitecto Andr¨¦s Jaque. All¨ª las comisarias Chus Mart¨ªnez, Elise Lammer y Rosa Lle¨® han seleccionado a 19 artistas y galer¨ªas en una propuesta que no responde ni a lo futurista ni a lo anacr¨®nico y donde puede leerse la obra de artistas tan remotos en el tiempo como Dal¨ª o Eva F¨¤bregas, la m¨¢s joven.
La tesis que hay tras esta secci¨®n, explica Chus Mart¨ªnez (Ponteceso, A Coru?a, 1972) tiene que ver con un futuro sin futuro, sin el ansia de que nos describa algo por venir. ¡°Hablamos de un futuro que no es una noci¨®n temporal, sino una cuesti¨®n filos¨®fica en torno a lo que esperamos del tiempo. Su intensidad, pens¨¢ndolo de este modo, la alcanza el futuro en el presente. Es en el presente donde proyectamos nuestros deseos y sopesamos la posibilidad de encajar futuros posibles¡±.
Pregunta. Dice el lema de la feria que "El futuro no es lo que va a pasar, sino lo que vamos a hacer". ?Qu¨¦ es lo que hay que hacer?
Respuesta. ¡°Hacer¡± aqu¨ª no es sin¨®nimo de las medidas concretas que vamos a tomar sino de un ¡°hacer¡± m¨¢s general, que nombra la actividad humana, asumiendo que somos una especie activa, marcada por el obrar y los m¨²ltiples ¨®rdenes de producci¨®n. En este sentido, el futuro implica asumir constantemente los resultados, pero tambi¨¦n las consecuencias de nuestra actividad. Generar una conciencia sobre lo que hacemos e inventar modos de imaginar c¨®mo ser¨¢ ese hacer humano en el futuro.
P. Demos un paso atr¨¢s. Ese obrar realizado en el arte durante los ¨²ltimos veinte a?os, ?ha funcionado? ?Estamos donde quer¨ªamos estar?
R. Ha funcionado, pero hay que seguir. Existe una diferencia abismal entre la presencia social del arte hoy, y la de hace dos d¨¦cadas. Hemos aprendido a nombrar los distintos modelos institucionales que sustentan la producci¨®n y la presentaci¨®n art¨ªstica.Entendemos, aunque sea intuitivamente, la importancia de la presencia p¨²blica del arte y los artistas, y escuchamos, cada vez m¨¢s, que arte e inteligencia van tan unidos como tecnolog¨ªa y ciencia. Estar donde queremos estar es como nombrar un gran esfuerzo pedag¨®gico orientado hacia la comprensi¨®n de que arte y cultura son fundamentales para la estabilizaci¨®n de una vida p¨²blica, democr¨¢tica, plural, donde dominen los valores de libertad e igualdad. ?Es posible? Deber¨ªa ser un mandato aspirar a ello.
P. Y hoy, ?d¨®nde estamos? ?Qu¨¦ es el presente?
R. Lo que imagino que es el presente aparece como un periodo de transici¨®n en el que se exageran rasgos del pasado de los que creemos que no podemos prescindir. De un modo extra?o, la mayor autonom¨ªa energ¨¦tica de grandes potencias como Estados Unidos, unido al libertarismo creciente de Silicon Valley, ha exacerbado a¨²n m¨¢s una idea de autosuficiencia que se extiende y afecta negativamente a procesos de organizaci¨®n internacional, como la uni¨®n de Europa o la creaci¨®n de una moneda ¨²nica. Al tiempo, los intereses econ¨®micos capitalistas contin¨²an sin tregua sus estrategias hacia una gran econom¨ªa global basada en monopolios. A todo esto, los movimientos intelectuales parecen agua pasada, yse percibe de un modo mucho m¨¢s agudo la p¨¦rdida en los grandes sectores p¨²blicos. Hoy la educaci¨®n es m¨¢s importante que nunca como un medio h¨¢bil para reforzar las estructuras debilitadas, para inventar y no siempre reconstruir lo heredado. Y por educaci¨®n no me refiero a las aulas, sino a m¨¦todos, a f¨®rmulas complejas de mediaci¨®n entre valores, entre visiones de mundo muy distintas, incompatibles incluso. Por educaci¨®n debemos entender lo que algunos entienden por revoluci¨®n.
P. Volviendo al futuro en Arco, ?de qu¨¦ forma est¨¢ presente en las obras y los artistas elegidos?
R. La confianza. Los artistas, con su trabajo y su continuada voluntad de crear una forma p¨²blica, establecen un sistema de reciprocidad destinado a impregnar de confianza a la sociedad. No hay nada m¨¢s cercano al futuro que la creaci¨®n de este sentimiento de posibilidad sin la arrogancia del gesto populista y sin la trampa de lo visionario.En esta secci¨®n hemos buscado mostrar una serie de artistas de distintas generaciones empe?ados en ver la multiplicidad de rasgos materiales, epistemol¨®gicos y est¨¦ticos que conviven y conforman el ahora. Uno podr¨ªa pensar, ?pero si les pidieron que mostraran el futuro! Pero es que el futuro es eso: la continuada insistencia en una complejidad de presentes. No se puede dejar en manos de un solo gur¨². El futuro es tan ancho, para entendernos, como el presente.
P. Habla de un futuro cercano al lugar que se abre entre lo que hacemos y la expectativa que eso genera.?Tanto peso tiene la expectativa en la creaci¨®n? ?D¨®nde cabe el error?
R. En general, hay poco espacio para la prueba y no se puede probar nada que no hayamos imaginado. Existe la percepci¨®n generalizada de que tenemos poco margen, poca autonom¨ªa, poca libertad de decisi¨®n. Reina lo precario y se habla de paliar, de hacer esta situaci¨®n menos dolorosa, de resistir, de aguantar. Tal vez necesitemos imaginaciones un poco m¨¢s salvajes para revertir esta energ¨ªa y motivar verdaderamente, confiar, dar oportunidades. Solo se puede errar desde el riesgo, un riesgo asumido colectivamente.
P. Y el arte, ?es conservador?
R. Es conservador y, a la vez, cambia la experiencia de las cosas.
P. Esa idea de anticipaci¨®n con la que han trabajadose ajusta muy bien a la que mueve el mercado. ?Hay entre ellos un di¨¢logo fluido?
R. Es l¨®gico que la feria nombre el futuro como un concepto central. Las ferias son herederas de la industria y la industria, la de antes y la de ahora, capitaliza la novedad y la innovaci¨®n como rasgos que se a?aden a los que ya conocemos. El arte no sigue esa l¨®gica, aunque pudiera parecerlo. Digamos que hay rasgos del arte que encajan en el mercado y otros que lo rebasan por todas partes, como cuando quieres sentar a un elefante en un taburete. El futuro es el arte y el elefante, y el mercado es el taburete. Pueden coincidir, pero no son id¨¦nticos.
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