Viaje a Vancouver en busca de la memoria hist¨®rica

La memoria del ilustre catedr¨¢tico de Matem¨¢ticas Francisco Romero Carrasco, director de las colonias de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza y fundador de la Universidad Popular de Segovia de la mano del poeta Antonio Machado, ha estado ocho d¨¦cadas oculta. Fue asesinado, a los 57 a?os, por un grupo falangista en agosto de 1936, un mes despu¨¦s del estallido de la Guerra Civil.

Durante varios a?os, una asociaci¨®n memor¨ªstica soriana ha rastreado registros civiles y archivos penitenciarios en busca de pistas que condujeran al lugar en el que fue enterrado clandestinamente. Todos los indicios conduc¨ªan a Cobertelada (Soria), donde el pasado septiembre fueron exhumados los cuerpos de siete personas por un equipo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi capitaneado por el antrop¨®logo Francisco Etxeberria. Romero Carrasco podr¨ªa ser el ¡°individuo n¨²mero 7¡± rescatado de aquella fosa, en la que tambi¨¦n se hallaron los restos de otros cuatro maestros.

Encontrar a los familiares de Romero Carrasco era clave para la identificaci¨®n. A trav¨¦s a un edicto publicado en Abc en 1943 se sab¨ªa que naci¨® en Santa Marta (Badajoz) y que estaba casado con Mar¨ªa del Carmen Garc¨ªa Arroyo. Con tan precarias pistas, la asociaci¨®n Recuerdo y Dignidad inici¨® una b¨²squeda que ha discurrido por los consulados de Espa?a en Chile, M¨¦xico, EE UU y Canad¨¢ y ha establecido contactos con medio centenar de archivos, registros civiles, clubes de espa?oles y centros sociales y culturales al otro lado del Atl¨¢ntico.

As¨ª es como pudieron saber que tras el asesinato del catedr¨¢tico, su esposa y su hija se asentaron en Chile. All¨ª naci¨® ?lvaro, el primero de los cuatro nietos de Romero Carrasco. Pero en Chile apenas quedaban vestigios. Poco antes del golpe militar, que acab¨® con el Gobierno de Salvador Allende en 1973, pudieron escapar. ¡°Mi madre trabajaba en la embajada de Canad¨¢ en Santiago de Chile. Un d¨ªa el embajador le dijo que, seg¨²n los servicios de inteligencia, iba a haber un golpe de Estado. Despu¨¦s de todo lo que sufrieron en Espa?a, mis padres no pod¨ªan vivir bajo otra dictadura¡±, dice ?lvaro desde Vancouver (Canad¨¢), sorprendido y emocionado al conocer qui¨¦n era su abuelo.

En un apurado espa?ol, a?ade: ¡°No me lo puedo creer. En mi casa nunca se habl¨® de esto. S¨¦ que mi madre y mi abuela pasaron parte de la guerra en Francia e Italia. En Espa?a lo perdieron todo. Tuvieron toda clase de problemas. Se fueron apenas con lo que llevaban en las manos. Les daba rabia que les hubieran robado todo. Fue un crimen¡±.

?lvaro ¡ªal igual que sus hermanos, Gonzalo, Carmen y Juan Manuel¡ª reconoce que nunca hubiera imaginado que la muerte de su abuelo saliera a la luz 80 a?os despu¨¦s y a 8.000 kil¨®metros de donde echaron ra¨ªces. ¡°Es casi incre¨ªble que se recupere la memoria de una persona de la que han borrado todo su rastro, que es como si no hubiera existido¡±, dice ?lvaro, que ha cumplido 63 a?os y trabaja en un negocio de importaci¨®n de coches de EE UU. A¨²n conserva los ¨¢lbumes familiares con fotograf¨ªas en la que pueden leerse las anotaciones al reverso.

Llegar a enlazar Soria con Vancouver no fue f¨¢cil. El empe?o de Montse del R¨ªo fue determinante. La familia de esta m¨¦dico forense y colaboradora de la Sociedad Aranzadi procede del mismo pueblo natal del matem¨¢tico. Se implic¨® a fondo en la localizaci¨®n ¡°por sus ra¨ªces familiares y tambi¨¦n por una cuesti¨®n de justicia¡±, asegura.

El cabo del hilo del que tirar se lo proporcion¨® una pariente lejana de la familia pacense. Supo que la esposa e hija de Romero Carrasco hab¨ªan emigrado a Chile. La investigaci¨®n dio un paso de gigante tras un correo remitido a la asociaci¨®n Estadio Espa?ol Las Condes, muy conocida entre los hispanochilenos. All¨ª, Ana Calero, hija de un exiliado canario, que embarc¨® en el Winnipeg, localiz¨® la documentaci¨®n presentada por la hija del matem¨¢tico, Carmen Romero Garc¨ªa, y su esposo, Juan de la Cruz Ben¨ªtez Gir¨®n, para obtener la nacionalidad chilena en los a?os cincuenta.

Las piezas del puzle hab¨ªan empezado a encajar. Carmen era cu?ada de Pedro de Buen L¨®pez de Heredia, cuya familia guarda tambi¨¦n en la memoria las cicatrices del franquismo. Su padre, Od¨®n de Buen, impulsor de la oceanograf¨ªa en Espa?a e introductor del darwinismo, se exili¨® en M¨¦xico. ¡°Fue pol¨ªtico, republicano y mas¨®n. Un investigador que cambi¨® la manera de ense?ar la biolog¨ªa y las ciencias naturales¡±, comenta Antonio Calvo Roy autor del libro Ciencia y pol¨ªtica entre las dos rep¨²blicas; Od¨®n de Buen (Colegio de M¨¦xico).

Una rama de los De Buen reside a¨²n en Chile. Ellos fueron quienes avisaron a sus primos de Vancouver, los nietos del amigo de Machado. ?lvaro ha enviado a Espa?a muestras gen¨¦ticas para determinar con precisi¨®n la identidad de los restos. ¡°Est¨¢n muy bien conservados y el ADN, preservado¡±, asegura Etxeberria. La de Cobertelada es ¡°una fosa t¨ªpica de cuneta, a pocos metros de una carretera, en las afueras de un pueblo¡±, explica el antrop¨®logo.

Cada vez que Etxeberria observa una fosa de estas caracter¨ªsticas ¡ªson m¨¢s de 500 las que ha abierto en Espa?a¡ª piensa en la idea de injusticia. ¡°El hecho de conocer la verdad es un sentimiento que no prescribe. Con independencia de que estos casos se puedan enjuiciar hoy en d¨ªa, el derecho a conocer la verdad asiste a perpetuidad a las familias¡±, dice el catedr¨¢tico de Antropolog¨ªa.

Una vez escuchada la voz de los cient¨ªficos, los familiares del gran matem¨¢tico tienen intenci¨®n de venir a Espa?a. Su nieto elogia la labor de las asociaciones que luchan por recuperar la memoria hist¨®rica. ¡°Sin ellas no se habr¨ªa descubierto nada. Todo estar¨ªa destruido¡±. Para Iv¨¢n Aparicio, presidente de Recuerdo y Dignidad, el matem¨¢tico Romero Carrasco, contertulio de Machado, ¡°fue borrado de la historia y de su familia. Para ser quien fue y haber hecho lo que hizo fue una persona que estaba totalmente enterrada. Lo mataron y adem¨¢s hicieron desaparecer su obra. Ni su familia sab¨ªa qui¨¦n era¡±.