Una de piratas
Marc Recha presenta ahora su heterodoxa lectura minimalista de una pel¨ªcula de piratas

LA VIDA LLIURE
Direcci¨®n: Marc Recha.
Int¨¦rpretes: Sergi L¨®pez, Mariona Gomila, Maci¨¤ Arguimbau, Miquel Gelabert.
G¨¦nero: aventuras. Espa?a, 2017.
Duraci¨®n: 90 minutos.
Desde la estupenda Petit indi (2009), Marc Recha parece haber abierto en su filmograf¨ªa un ciclo centrado en la revisi¨®n extremadamente personal de la memoria del cine de g¨¦nero. Si aquella era una singular puesta al d¨ªa del western, ambientada en las asediadas pervivencias de una vida rural entre zonas industriales y autopistas, Un dia perfecte per volar (2015) pod¨ªa interpretarse como una reducci¨®n de las claves de una historia de fantas¨ªa. La vida lliure se presenta ahora como su heterodoxa lectura minimalista de una pel¨ªcula de piratas.
Ambientada en la isla de Menorca poco despu¨¦s de la Primera Guerra Mundial, la pel¨ªcula se detiene a observar una mec¨¢nica de relaci¨®n inici¨¢tica, que recoge los lejanos ecos del aprendizaje en la insumisi¨®n y la aventura que Long John Silver proporcion¨® al Jim Hawkins de La isla del tesoro. El potencial alter ego del pirata es Rom (Sergi L¨®pez), un reci¨¦n llegado a la costa que encontrar¨¢ refugio en una abandonada caba?a de pescadores, sin dejar de observar al la¨²d de supuestos contrabandistas que aguarda a poca distancia de la playa. Dos hermanos, Tina (Mariona Gomila) y el peque?o Biel (Maci¨¤ Arguimbau), cuidados por su abuelo campesino despu¨¦s de que su padre pereciera en el mar y de que su madre emigrara a Argelia, se convertir¨¢n en los interlocutores del extra?o personaje.
Recha logra invocar el esp¨ªritu de la aventura con gran econom¨ªa de elementos: aqu¨ª hay, en efecto, un tesoro escondido, un cad¨¢ver enterrado, un pasado remiso a manifestarse, unos antagonistas (pasivos) en el horizonte, apariciones inesperadas y una contundente constataci¨®n de que la muerte estrecha su cerco ¨Cencarnada en la figura del vagabundo que cae v¨ªctima de la gripe-, pero el cineasta sabe que lo esencial no est¨¢ en la imaginer¨ªa tradicionalmente asociada al g¨¦nero, sino en los diversos est¨ªmulos que abrir¨¢n la espita del fantaseo, la leyenda y la fabulaci¨®n. No hace falta ver un mar lleno de calaveras flotantes: basta con el poder de embrujo de un simple relato oral, desgranado en un paisaje en el que late la potencialidad de lo asombroso, para prender la imaginaci¨®n.
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