Los otros talentos de Torrente
Siento enorme respeto por la agilidad mental, la gracia y el talento de Santiago Segura
Existe una curiosa y notable coincidencia, con resultado venturoso para mis convencionales y groseros gustos, entre las ¨²ltimas pel¨ªculas de ?lex de la Iglesia y Santiago Segura, y es que ambos, autores de un cine tan personal como reconocible (independientemente de que te atraiga o te desinterese) han dirigido remakes, su adaptaci¨®n de historias y pel¨ªculas inventadas por otra gente. Perfectos desconocidos, que ha logrado hacer re¨ªr a un p¨²blico tan diverso como cuantioso, entre el que me incluyo, es el remake de una pel¨ªcula italiana, dirigida por Paolo Genovese, que todav¨ªa no he podido ver. Y Sin rodeos es una nueva adaptaci¨®n (me cuentan que hay una versi¨®n mexicana y otra argentina) de la pel¨ªcula chilena Sin filtros, parida por Nicol¨¢s L¨®pez, alguien con el que tuve un breve encuentro y me pareci¨® un se?or inteligente y un cin¨¦filo heterodoxo.
SIN RODEOS
Direcci¨®n: Santiago Segura.
Int¨¦rpretes: Maribel Verd¨², David Guapo, Cristina Casta?o.
G¨¦nero: comedia, Espa?a, 2018.
Duraci¨®n: 87 minutos.
En el caso de ?lex de la Iglesia Perfectos desconocidos fue un encargo que resolvi¨® mod¨¦licamente. Pero no hubo intermediarios en el trabajo de Santiago Segura, que intuy¨® que exist¨ªa un fil¨®n muy goloso al ver la pel¨ªcula chilena. Tambi¨¦n un reto, ya que aparte de una breve y graciosa aparici¨®n, interpretando a un m¨ªstico y sanador hind¨² que en realidad es de Alcobendas, Segura se limita a dirigir. Un riesgo de cara al multitudinario p¨²blico de la millonaria saga torrentiana. Iban a disfrutar con ese esperp¨¦ntico y delirante antih¨¦roe identific¨¢ndolo con la presencia en cada plano de Santiago Segura. El cebo absoluto era ¨¦l delante de la c¨¢mara. Dudo que a gran parte de esos espectadores masivos les interesara saber qui¨¦n dirig¨ªa las aventuras y desventuras de su idolatrado Torrente.
Disfrut¨¦ mucho con el primer Torrente y poco o nada con el resto. Y siento enorme respeto por la agilidad mental, la gracia y el talento de Santiago Segura. Y por lo tanto, notables expectativas ante su trabajo como director al margen de su prolongado e infalible ¨¦xito con Torrente. No me defrauda. Sigo con inter¨¦s la tortura cotidiana ¡ªen un mundo donde todo cristo pretende ser o¨ªdo pero nadie escucha al pr¨®jimo¡ª de esa mujer tan afortunadamente normal que los dem¨¢s tratan como si fuera anormal, su resignada desolaci¨®n constatando que no existe o ¨²nicamente la quieren para explotarla en su entorno familiar, profesional y sentimental. Y sobre todo, agradezco que personajes, situaciones y gags me despierten la sonrisa y la risa, gestos que escasean en el cine y en la vida. Y, c¨®mo no, me confirma que puedo estar solo pero jam¨¢s estupidizado al mantenerme ajeno a esas redes sociales que al parecer son imprescindibles y gozosamente adictivas en la vida o en la supervivencia de la gente.
Y celebro, como en la memorable Alice, que se invent¨® el extraordinario y satanizado a perpetuidad Woody Allen, que la afligida protagonista de Sin rodeos, gracias a la ingesti¨®n de una liberadora p¨®cima tenga la lucidez y el valor de enviar a la nada o la mierda a todos los que se empe?aban en condenarla al naufragio. O sea, mejor solos que mal acompa?ados, como sostiene la esc¨¦ptica e irreplicable sabidur¨ªa popular.
Maribel Verd¨² sigue ofreci¨¦ndome razones para que sea la actriz espa?ola que m¨¢s me gusta. Y Candela Pe?a solo necesitas tres apariciones epis¨®dicas para bordar un personaje. Lo he pasado bien con esta pel¨ªcula. Y confieso que no me siento pecador por ello.
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