?Qui¨¦n mat¨® a Thelma y Louise?
Un libro analiza la producci¨®n y el lanzamiento de la pel¨ªcula que, en los a?os noventa, parec¨ªa destinada a revolucionar Hollywood en pos de la igualdad de g¨¦nero
Hubo un momento en que Hollywood pudo abrirse a la igualdad de g¨¦nero, que pudo escuchar a un p¨²blico adulto que envi¨® suficientes se?ales a la industria como para que le tuviese en consideraci¨®n. Hubo un momento en que una pel¨ªcula escrita por una guionista debutante y protagonizada por dos actrices se convirti¨® en el gran ¨¦xito de taquilla de la temporada. Hubo un momento en que parec¨ªa que por fin iba a acabarse el imperio machista que dominaba la gran pantalla. Y ese momento no fue ayer, ni el pasado mes de octubre cuando se desvel¨® el esc¨¢ndalo Harvey Weinstein, el depredador sexual que mandaba en el cine independiente. Aquello ocurri¨® en 1991 con el estreno de Thelma y Louise. Y la oportunidad pas¨®, para desesperaci¨®n de las cineastas, que vieron c¨®mo los ejecutivos de los grandes estudios decidieron seguir con sus junglas de cristales, sus pel¨ªculas de Stallone y sin escuchar a las mujeres. Es buen momento para recordarlo justo el fin de semana de los Oscar.
Off The Cliff (Penguin Press) es un libro brillante. Escrito por la periodista Becky Aikman, el volumen describe el nacimiento y el rodaje de?Thelma y Louise, un milagro de pel¨ªcula, bas¨¢ndose en 130 entrevista propias. Sin embargo, en vez de narrar sencillamente el proceso, Aikman lo pone en dos contextos: el de finales de los ochenta, en una industria casi al 100% masculina, y desde la actualidad, como un an¨¢lisis de una oportunidad perdida, ahora que estamos viviendo otro momento de esperanza para la igualdad de g¨¦nero.
Thelma y Louise nace de unas l¨¢grimas, las de Callie Khouri, una directora de producci¨®n de v¨ªdeos musicales, hastiada del ambiente que le rodeaba. Khouri nunca hab¨ªa escrito un guion, con lo que no conoc¨ªa algunos datos que estaban en su contra: de las 50 pel¨ªculas m¨¢s taquilleras de 1988, el a?o previo al inicio de la producci¨®n de su pel¨ªcula, solo dos hab¨ªan sido redactadas por mujeres, y solo siete ten¨ªan una protagonista femenina. Y desde 1932 ninguna escritora hab¨ªa ganado el Oscar a guion original. Antigua estudiante de interpretaci¨®n, Khouri no encontraba ninguna posibilidad de dar salida a su talento en un mundo, el audiovisual, en el que se premiaban los escotes y las caras de tontas entre las trabajadoras. Cumplidos los 30, Khouri se encerr¨® a escribir un guion, su guion, que ella incluso quer¨ªa dirigir. Y lo hizo as¨ª, en ese formato, y no en novela, porque sent¨ªa que el cine era el arte del siglo. Nunca se plante¨® otro formato.
Como bien recalca Aikman, el cine no siempre fue tan machista: entre los pioneros del s¨¦ptimo arte hab¨ªa numerosas mujeres, sobre todo guionistas, pero tambi¨¦n directoras y, obviamente, estrellas, actrices como Joan Crawford, Greta Garbo, Rosalind Russell, Bette Davis o Barbara Stanwick que luchaban por interpretar un material a la altura de su talento. El terremoto que sacudi¨® la industria en los a?os sesenta y que acab¨® con el sistema de los grandes estudios no benefici¨® a las cineastas. ¡°Incluso sin estudios que las protegieran, las actrices perdieron su peque?o estatus¡±, apunta Khouri. Llegaron los cineastas autores: blancos, hombres y heterosexuales, con temas muy masculinos, y las mujeres desaparecieron de detr¨¢s de la pantalla y en ella encarnaban solo a prostitutas, rubias descerebradas o amas de casa neur¨®ticas. Entre 1966 y 1979, solo una mujer dirigi¨® una pel¨ªcula en un gran estudio, y solo Jane Fonda y Barbra Streisand retuvieron suficiente poder como para decidir sobre sus carreras. En los ochenta empez¨® a haber m¨¢s directoras debutantes¡ sin embargo, se quedaban en ese escalaf¨®n sin que el sistema les dejara desarrollar su obra.
En verano de 1988, Khouri dijo basta. Del tir¨®n escribi¨® una historia muy personal, plasmando sus experiencias y las de sus amigas, en un formato, el de road movie, que casi hab¨ªa desaparecido de las pantallas en los ochenta, aplastado por los supertaquillazos masculinos todo explosiones, m¨²sculo y finales felices de la ¨¦poca Reagan. Curiosamente, el cine con y para mujeres, como la comedia C¨®mo eliminar a su jefe, funcionaba en taquilla. Sin embargo, los ejecutivos de los estudios cre¨ªan en que el cine era para hombres y la televisi¨®n para mujeres.
Khouri encontr¨® representante y ella, Diane Cairn, supo mover el guion¡ que nadie quiso hasta que Mimi Polk, de la productora de Ridley Scott, lo ley¨®. Scott se convirti¨® en su productor (no se ve¨ªa dirigiendo una historia de mujeres) y Path¨¦ Entertainment en el estudio que la financiar¨ªa, con Jodie Foster y Michelle Pfeiffer como protagonistas. Le dejaron claro a Khouri que ella no lo dirigir¨ªa si quer¨ªa estrellas en el proyecto, y m¨¢s tarde Scott tuvo que dar el paso adelante como realizador. En oto?o de 1989 las dos actrices protagonistas renunciaron, y la insistencia de Geena Davis, tambi¨¦n estrella en aquellos a?os, la incluy¨® en el reparto antes de que ficharan una de las actrices m¨¢s listas y con menos pelos en la lengua del cine: Susan Sarandon. ¡°Yo nunca pens¨¦ en la posible influencia de aquel proyecto. Sencillamente firm¨¦ porque se rodaba en verano [el de 1990] y eso encajaba en mis necesidades como madre¡±, cuenta en perspectiva la actriz.
Ridley Scott y Callie Khouri nunca se llevaron bien. Pero Scott supo darle a la historia una ¨¦pica, una emoci¨®n y un ritmo necesario para llegar a un p¨²blico muy amplio. Y respet¨® su final agridulce. Thelma y Louise sufri¨® en su estreno desde el desprecio del estudio que la lanzaba (que hab¨ªa cambiado de presidente) hasta virulentos ataques conservadores por la secuencia en la que Louise mata al violador. ¡°En el filme solo mueren tres personas, y dos de ellas son las protagonistas¡±, remarca Geena Davis. Por comparaci¨®n con t¨ªtulos de aquella temporada, casi nadie: en?Jungla de cristal 2 mor¨ªan 264 personas, y en?Desaf¨ªo total fallec¨ªan 74, 47 de ellas asesinadas por Arnold Schwarzenegger.
La pel¨ªcula se estren¨® el 24 de mayo de 1991. Entr¨® la cuarta en taquilla, pero aguant¨® y aguant¨® durante semanas. Y acab¨® recaudando ¨Csolo en EE UU- 40 millones de euros (hab¨ªa costado 13 millones), el doble de lo previsto tras el primer fin de semana en cartel. Los principales medios de comunicaci¨®n alabaron el filme y el mensaje que transmit¨ªa, profetizando que por fin llegaba el momento de cambio. Sin embargo, no pas¨® nada. Aikman dedica un cap¨ªtulo, titulado??Qui¨¦n mat¨® a Thelma y Louise?, sobre la transformaci¨®n que jam¨¢s ocurri¨®. Khouri gan¨® el Oscar, aunque le cost¨® una d¨¦cada debutar en la direcci¨®n. Cuando Sarandon y Davis celebraron en el festival de Cannes el 25? aniversario de la pel¨ªcula, Sarandon apunt¨®: ¡°No hubo epifan¨ªa entre los estudios porque ni les interes¨®. Y eso que el filme gan¨® un mont¨®n de dinero¡±.
En 1989 las mujeres solo supon¨ªan el 29% de los personajes de Hollywood en pantalla. En 2016 segu¨ªa exactamente igual, en ese 29%. En 1991, de las 50 pel¨ªculas m¨¢s taquilleras de Hollywood, solo cuatro fueron dirigidas por mujeres. En 2016, solo hubo una directora. Geena Davis, frustrada por su carrera, acab¨® fundando el Geena Davis Institute on Gender in Media. Y Hollywood sigui¨® en manos de ejecutivos heterosexuales blancos interesados en superh¨¦roes y sagas gal¨¢cticas.
Babelia
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