I?¨¢rritu: ¡°?Vamos a hacer un muro de puros Oscars!¡±
Fue la noche de los mexicanos, desde la platea del teatro Dolby hasta el Baile de los Gobernadores
Acaba la ceremonia de los Oscar y empieza la fiesta. Sales del teatro Dolby, subes dos tramos de escaleras y ah¨ª est¨¢ el Baile de los Gobernadores de la Academia, la fiesta de nominados y famosos en la que caben aproximadamente 1.500 personas, menos de la mitad de los invitados a la ceremonia. Guillermo del Toro no da abasto a saludar con sus dos estatuillas en la mano. Es el cuarto Oscar mexicano en los ¨²ltimos cinco a?os. En la fiesta est¨¢ el ganador de dos de ellos, Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu. Cuando le comentamos este dato, suelta una de sus enormes carcajadas: ¡°?Vamos a construir un muro de puros Oscar!¡±.
¡°Es muy hermoso¡±, dice I?¨¢rritu a EL PA?S despu¨¦s de abrazarse con Gary Oldman, que se cruza con ¨¦l cuando ven¨ªa de grabar su nombre en la estatuilla. ¡°La pel¨ªcula de Guillermo toca el coraz¨®n, y cuando una pel¨ªcula toca el coraz¨®n, no hay competencia. El coraz¨®n de El Gordo es tan grande, est¨¢ tan lleno de cosas. El Gordo come cultura. Tiene tanta sensibilidad y tanta generosidad que su coraz¨®n va a explotar¡±.
El men¨² de Wolfgang Puck pasa en bandejas sin parar. En una esquina hay una barra de sushi. Los postres ocupan todo el largo de una pared. Hay champ¨¢n, vino de Coppola y c¨®cteles especiales para la ocasi¨®n. Y toda la ¨¦lite de Hollywood repartida por el recinto. En esta fiesta vas a pillar un canap¨¦ de una bandeja y el camarero te dice: ¡°Lo siento, estos son para el se?or Spielberg¡±. Ah, vale, ?y d¨®nde est¨¢ el se?or Spielberg? ¡°No lo s¨¦, no consigo encontrarlo¡±.
Los Oscar estaban de aniversario este domingo, por la edici¨®n n¨²mero 90, y el Baile de los Gobernadores ten¨ªa una tem¨¢tica nost¨¢lgica. Dos pantallas gigantes proyectaban carteles y escenas de pel¨ªculas nominadas, desde Cimarr¨®n hasta El silencio de los corderos. Suena Over the rainbow o la m¨²sica de E.T. en vitrinas repartidas por la sala se exponen Oscars legendarios en posesi¨®n de la Academia, como el de Billy Wilder por Sunset Boulevard. En otra vitrina est¨¢ la peluca de Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes. En un peque?o cobertizo hab¨ªan montado una sala de cine con pianista y con un proyector manual Power Modelo 6, de 1909. Antes de irse, Laura Dern y Eddie Veder le dieron a la manivela para proyectar una comedia de Mack Sennett.
El baile empieza justo despu¨¦s de la ceremonia, que acaba sobre las ocho y media. Un par de horas despu¨¦s ya se est¨¢ yendo el equipo de Coco, seguidos por Mark Hamill y Jordan Horowitz. Hay fiestas por toda la ciudad en las que hay que dejarse ver. Sobre las 11 apenas se ven brillar estatuillas en las mesas. Con un grupo grande est¨¢ Glenn Weiss, el director de la gala. Fue tambi¨¦n el director de la anterior, y hay que preguntarle c¨®mo ha sido ese momento en el que Warren Beatty y Faye Dunaway han salido de nuevo a presentar el Oscar a la mejor pel¨ªcula despu¨¦s del fiasco del a?o anterior. ¡°Nos est¨¢bamos riendo todos¡± en la sala de control, reconoce Weiss. Una risa nerviosa. ¡°Hab¨ªamos llegado hasta ah¨ª, ya no pod¨ªa salir mal¡±.
Al recoger su segundo Oscar de manos de Warren Beatty, Guillermo del Toro dej¨® otro momento memorable. Tom¨® el sobre, comprob¨® que efectivamente era el ganador e hizo un gesto hacia el p¨²blico como diciendo ¡°?es verdad!¡± que ya est¨¢ dando vueltas por las redes. Un poco m¨¢s all¨¢ est¨¢ Warren Beatty en persona. ?C¨®mo ha sido ese momento en el que todo el mundo se ha empezado a re¨ªr solo con verles salir al escenario? ¡°Ha sido divertido¡±, dice Beatty a EL PA?S antes de seguir atendiendo peticiones de selfies.
Robado y recuperado el Oscar de McDormand
El departamento de Polic¨ªa de Los ?ngeles ha arrestado a un hombre que rob¨® el Oscar a la actriz Frances McDormand en el Baile de los Gobernadores, la fiesta oficial de la Academia de Hollywood. Seg¨²n varios testigos, un hombre de mediana edad llev¨® a cabo el hurto. McDormand estaba celebrando su victoria por 'Tres anuncios a las afueras' cuando se dio cuenta de que la estatuilla hab¨ªa desaparecido. La int¨¦rprete no pudo reprimir el llanto acompa?ada de su marido, el cineasta Joel Coen, tras llevar a cabo una b¨²squeda infructuosa en la sala. El representante de la actriz, Simon Halls, confirm¨® al diario USA Today que agentes de seguridad del evento se encargaron de devolver la estatuilla a su due?a.
Babelia
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