La Argentina de los ¨²ltimos 591 d¨ªas de Per¨®n, retratada por Sara Facio

"Me llamaba la atenci¨®n ese fervor casi religioso que nac¨ªa de la gente hacia el peronismo y hacia la figura del l¨ªder", recuerda la fot¨®grafa argentina Sara Facio al revisar las im¨¢genes que tom¨® en 591 d¨ªas claves para la historia del pa¨ªs austral: los que pasaron desde el regreso de Juan Domingo Per¨®n a Argentina a fines de 1972 hasta su muerte, el 1 de julio de 1974. De las cerca de 1.200 im¨¢genes que conserva de esos a?os, 115 se exhiben por primera vez en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba).

"Per¨®n estuvo 18 a?os viviendo en Espa?a y la gente durante esos a?os estuvo esperando un avi¨®n negro, porque se dec¨ªa que en un avi¨®n negro iba a volver, era un pensamiento m¨¢gico. Entonces, cuando finalmente Per¨®n volvi¨® se arm¨® una explosi¨®n popular", contin¨²a Facio durante una entrevista con EL PA?S en su estudio en Buenos Aires. Cubri¨® como fotoperiodista para la agencia francesa SIPA el primer regreso de Per¨®n, en noviembre de 1972, y el segundo, un a?o despu¨¦s. Volvi¨® a salir a las calles con su Leica para retratar la victoria de H¨¦ctor C¨¢mpora en marzo de 1973, la de Per¨®n en septiembre y la muerte del entonces presidente de un infarto.

Sin quererlo, sin ser peronista, Facio se revela como la autora del ensayo fotogr¨¢fico m¨¢s importante de ese momento hist¨®rico. La mayor¨ªa de los rollos los envi¨® a Francia, pero otros 41 se los qued¨®. "Ten¨ªa registrado todo eso pero nunca lo hab¨ªa exhibido", admite. Quer¨ªa evitar que se diera un uso pol¨ªtico a unas im¨¢genes que ellas tom¨® sin ese fin, sino para registrar el ambiente que se viv¨ªa en el pa¨ªs. "No hay un compromiso pol¨ªtico en las fotos, hay el compromiso de estar al lado de la gente, mostrar que est¨¢ contenta o est¨¢ triste", se?ala al hablar sobre la muestra, comisariada por Ata¨²lfo P¨¦rez Aznar.

El 17 de noviembre de 1972, su lente capt¨® a mujeres protegidas de la lluvia con pl¨¢sticos y una bandera argentina en la carretera al aeropuerto de Ezeiza, a j¨®venes sonrientes que peregrinaban hacia el lugar donde iba a aterrizar su l¨ªder pol¨ªtico y a vendedores de banderines, gorras y camisetas con el retrato de Per¨®n. Permaneci¨® s¨®lo un mes en el pa¨ªs, pero la admiraci¨®n que despertaba qued¨® retratada tambi¨¦n en im¨¢genes de esa primera noche, cuando una multitud festej¨® en el Obelisco, y en los d¨ªas siguientes, cuando sus seguidores se sub¨ªan a ¨¢rboles frente a la residencia para poder saludarlo.

El regreso definitivo de Per¨®n, el 20 de junio de 1973, estuvo marcado por la tragedia. 13 personas murieron y m¨¢s de 300 resultaron heridas durante enfrentamientos entre distintos grupos armados cerca del escenario montado para recibir al general. "Al principio lo recuerdo con mucha euforia, despu¨¦s con cierta inquietud y despu¨¦s con bastante miedo porque las balas pasaban por todos lados. Cuando empez¨® a anochecer me met¨ª en el primer coche que pasaba de colegas y me fui", dice Facio al rememorar esa jornada a la que hab¨ªa ido con su socia, Alicia D'Amico. De las primeras im¨¢genes, de j¨®venes peronistas celebrando o exhaustos por la caminata, se pasa a otras en las que se percibe el miedo y la presencia de armas incluso en el palco.

El aniversario de la muerte de Evita el 26 de julio de 1973 y la asunci¨®n de Per¨®n el 10 de diciembre de ese a?o tambi¨¦n los cubri¨® para la agencia francesa, pero al enterarse de la muerte del presidente, el 1 de julio, agarr¨® la c¨¢mara y se fue corriendo a la Plaza de Mayo. "Esas fotos las saqu¨¦ con mucha emoci¨®n, me contagi¨® el sufrimiento de la gente", recuerda. "Ah¨ª me vali¨® ser mujer porque pensar¨ªan, esta chica qu¨¦ va a sacar fotos si no le va a salir ni una", dice entre risas.

Un par de esas im¨¢genes se volvieron ic¨®nicas. "Los muchachos peronistas", en la que una mano se posa sobre el hombro de un joven desconsolado junto a sus compa?eros, y "Hombre con diario", que muestra al lector de un ejemplar que titula a toda p¨¢gina "Muri¨®". En otras puede verse la riada de flores que invadi¨® las puertas del Congreso argentino durante los d¨ªas siguientes y a un barrendero que borra ese recuerdo.

Facio asegura que ahora, con 85 a?os, no le da el f¨ªsico para sacar fotograf¨ªas: "No me puedo subir a escaleras, tirarme al suelo, ni nada por el estilo. Lo que hago es mirar, curar exposiciones, hacer libros, editar, todo eso me gusta much¨ªsimo y lo sigo haciendo". Ha puesto en marcha tambi¨¦n la Fundaci¨®n Mar¨ªa Elena Walsh para preservar la obra de la compositora y poeta que marc¨® la infancia de generaciones de argentinos y fue su compa?era durante tres d¨¦cadas. La muestra Sara Facio - Per¨®n ir¨¢ acompa?ada de un libro de 200 im¨¢genes a trav¨¦s del que asomarse al ocaso del pol¨ªtico argentino m¨¢s influyente del siglo XX.