Vuelve el vigilantismo
Con una violencia seca y en absoluto tibia, Roth cumple con la satisfacci¨®n de los bajos instintos de sus espectadores
Cuando, en 2007, James Wan adapt¨® en Sentencia de muerte la novela que Brian Garfield escribi¨® en 1975 como secuela del libro que inspir¨® El justiciero de la ciudad (1974) de Michael Winner, no era complicado adivinar sus prop¨®sitos: en pleno hype generado por el Grindhouse (2007) de Quentin Tarantino y Robert Rodr¨ªguez, el cineasta se lanzaba a elaborar un seco y extempor¨¢neo ejercicio de estilo en torno a uno de los subg¨¦neros ¨Cel thriller con vigilante- que nutr¨ªan esas salas consagradas al goce pulsional del espectador. Once a?os m¨¢s tarde, uno de los directores invitados al proyecto Grindhouse, Eli Roth, se descuelga con una adaptaci¨®n de la primera novela protagonizada por Paul Benjam¨ªn, aqu¨ª rebautizado Paul Kersey y reconvertido en acomodado cirujano. Once a?os que alteran profundamente el contexto: ahora, el gesto que Roth reivindicar¨¢ como pol¨ªticamente incorrecto tiene lugar en un pa¨ªs cuyo presidente propone armar al profesorado para atajar la violencia en institutos.
EL JUSTICIERO
Direcci¨®n: Eli Roth.
Int¨¦rpretes: Bruce Willis, Vincent D'Onofrio, Elisabeth Shue, Dean Norris.
G¨¦nero: thriller. Estados Unidos, 2018
Duraci¨®n: 107 minutos.
Al igual que hizo Wan, Roth evita la distancia postmoderna, pero enriquece la acci¨®n con abundantes detalles que ofrecen una precisa visi¨®n de una sociedad donde la violencia se ha infiltrado en todos los aspectos de lo cotidiano: los tutoriales de Internet sobre manejo de armas, la publicidad de una tienda armament¨ªstica, la amabilidad de la vendedora de esa tienda y la reacci¨®n de un personaje ante unos cazadores furtivos demuestran que, tras el gesto de ni?o malote, hay humor e inteligencia en la aproximaci¨®n de Roth a un material de partida tan abrasivo.
Con una violencia seca y en absoluto tibia, Roth cumple con la satisfacci¨®n de los bajos instintos de sus espectadores, pero el hecho de que la pel¨ªcula asocie la criminalidad a las comunidades latina y afroamericana coloca su modulaci¨®n de la incorrecci¨®n pol¨ªtica del lado de lo que, ahora mismo, son los discursos del poder en la sociedad norteamericana. Su pel¨ªcula funciona, pero malinterpreta a Garfield del mismo modo en que lo hizo Winner. Y quiz¨¢ no estar¨ªa de m¨¢s que, a la hora de ser incorrecto, un director como Roth se preguntara qui¨¦n le va a re¨ªr las gracias.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.