57 libros admirables para entender la vida
Una antolog¨ªa re¨²ne estudios para crear una lista de t¨ªtulos capitales de las letras occidentales, sin ¡°caer en lo pol¨ªticamente correcto¡±, seg¨²n su coordinador, Jordi Llovet
Se dice de algo que es admirable cuando se le tiene singular estima por juzgarse sobresaliente y extraordinario. Y ese es el hilo que ata los 56 t¨ªtulos que conforman el haz libresco de La literatura admirable (Pasado & Presente), que el que fue primer catedr¨¢tico de Literatura Comparada de Catalu?a, Jordi Llovet, ha compilado y analizado junto a 43 colaboradores de alta alcurnia filol¨®gica y lectora, desde Francisco Rico y Fernando Savater a Isabel de Riquer y Joaquim Mallafr¨¦, pasando por los ya desaparecidos Luis Izquierdo y Jos¨¦ Mar¨ªa Valverde.
¡°Tengo gran vocaci¨®n por la incorrecci¨®n, o sea que aqu¨ª faltan muchos representantes de determinados colectivos, zonas geogr¨¢ficas¡Tampoco se trataba de hacer un canon, ni mucho menos caer en lo pol¨ªticamente correcto: este libro no tiene prejuicios, es una selecci¨®n de t¨ªtulos que animen a leer de entre el ovillo de la literatura occidental, ya que tampoco lo es de la literatura universal porque no creo en ella¡±, sienta r¨¢pidamente las bases del volumen su coordinador.
De la Biblia (¡°est¨¢ el prejuicio de que es un libro religioso, pero es gran literatura¡±) a la Lolita de Vladimir Nabokov, en un ¡°gran respeto al continuum de la tradici¨®n occidental¡±, el libro es presentado por alguno de sus grandes expertos a partir de textos que, mayormente, fueron los que utilizaron en su d¨ªa para unas Lecciones de Literatura Universal impartidas en el Institut d¡¯Humanitats de Barcelona, del que Llovet es una de sus almas. Tras las claves de cada obra, atrapada en una rica tela de ara?a literaria y cultural de la ¨¦poca, el catedr¨¢tico aconseja la mejor edici¨®n que ha le¨ªdo en la lengua original para, luego, hacer lo propio con dos o tres publicadas en castellano y salpimentarlo con cuatro o cinco estudios espec¨ªficos.
Sabe Llovet qu¨¦ recomienda porque, lector de ¡°unos 10.000 t¨ªtulos¡± de los 40.000 que atesora en su biblioteca, tiene, por ejemplo, ¡°unas 40 ediciones¡± del Quijote o ¡°unas veinte¡± de Moby Dick, dos de las obras analizadas en el volumen. Devorador de libros, como manda la tradici¨®n ¡°seguramente jud¨ªa¡±, de los de l¨¢piz en mano (tiene junto a su sof¨¢ de cinco calibres porque ¡°cada papel demanda un grosor¡±), anotador de lo m¨¢s inveros¨ªmil (posee centenares de fichas con citaciones de libros clasificados por conceptos como ¡°paraguas¡±, ¡°tirar pa?uelos para seducir¡± o ¡°calvicies¡±: ¡°la literatura est¨¢ hecha de detalles¡±), tambi¨¦n es raudo y astuto al responder a supuestas sorpresas del ¨ªndice, como que s¨®lo haya, am¨¦n de referencias a las Baladas l¨ªricas de Wordsworth y Coleridge y a la obra po¨¦tica global de Rub¨¦n Dar¨ªo, un par de libros de poes¨ªa contempor¨¢nea, los Cantos de Leopardi y La tierra bald¨ªa, de T.S. Eliot. ¡°Son una excepci¨®n porque la poes¨ªa suele dar buenos poemarios, pero no libros; quiz¨¢ podr¨ªa haber entrado tambi¨¦n Carles Riba..., pero es que, adem¨¢s, hoy se lee m¨¢s narrativa que poes¨ªa¡±.
¡®Lolita¡¯ y las leyes del feminismo
Defiende Jordi Llovet, colaborador de Quadern, el suplemento cultural de la edici¨®n catalana de EL PA?S, que m¨¢s vale leer un centenar de libros que muchos m¨¢s, eso s¨ª, con la condici¨®n de que sean buenos y se relean sistem¨¢ticamente. "Siempre ser¨¢ mejor leer poco y a fondo, que leer distra¨ªdamente: los buenos libros siempre destilan alguna lecci¨®n", opina, contraponi¨¦ndolos a los que leen los j¨®venes en su etapa formativa, quienes "de tanto leer literatura mala ya no saben discernir la que es buena de la que no". No dice que, "de momento", la literatura est¨¦ acabada, pero s¨ª sostiene que lo est¨¢ "la tradici¨®n literaria": "A causa de la postmodernidad y la magn¨ªfica incultura de muchos escritores de nuestros d¨ªas, ya no se escribir¨¢n muchos m¨¢s libros basados en la herencia de la tradici¨®n occidental, que es riqu¨ªsima y hab¨ªa sido la base de muchas narraciones, hasta en el caso de Franz Kafka". El desconcierto imperante es tal que hasta uno de los libros admirables, Lolita, de Nabokov, tiene hoy detractores en el mundo occidental que lo vetar¨ªan. "Es un libro extraordinario por sus valores est¨¦ticos, y hasta morales. Si las ultrafeministas lo critican es porque hacen una lectura sesgada y dogm¨¢tica. Ellas se lo pierden¡ Puede pasar perfectamente que un adulto pierda el juicio por una chiquilla: las leyes del deseo no son las mismas que las leyes del feminismo".
M¨¢s que alguna inevitable ausencia (no hay obra alguna de Thomas Mann, ¡°pero est¨¢ Robert Musil y su El hombre sin atributos¡ S¨ª, se podr¨ªa haber a?adido, como el Tirano Banderas de Valle Incl¨¢n, el mejor prosista en castellano desde Cervantes¡±), llama la atenci¨®n la inclusi¨®n de t¨ªtulos poco can¨®nicos, como La Princesa de Cl¨¨ves, de Madame de Lafayette, una de las tres ¨²nicas mujeres incluidas. ¡°Es de los mejores libros seleccionados: es la primera novela psicol¨®gica de la literatura; de esa, tengo diez ediciones¡±.
Igual de chocante es la apuesta por Las amistades peligrosas, de Pierre Choderlos de Laclos. ¡°Es el mejor ejemplo de la emancipaci¨®n de la mujer en el XVIII, de su poder obtenido desde la conversaci¨®n de los salones literarios y del celestinaje, pero claro, has de situarte en el siglo y el lector de hoy no s¨¦ si ve la novedad¡±. En otros casos, sorprende la valent¨ªa en la elecci¨®n de la obra que representa a un autor, que no siempre es la m¨¢s emblem¨¢tica. As¨ª ocurre con las hermanas Bront?, de las que no se selecciona Cumbres borrascosas de Emily sino Villette de Charlotte; o James Joyce, donde luce Dublineses por Ulises; o William Faulkner, de quien se elige ?Absal¨®n, Absal¨®n! y no El ruido y la furia¡ ¡°Villette no es mejor que Cumbres borrascosas, pero es m¨¢s f¨¢cil de leer y generar¨¢ m¨¢s lectores, am¨¦n de que as¨ª damos a conocer otra gran obra; lo mismo con el Ulises, que, a pesar de ser m¨¢s inteligible de lo que se dice, habr¨ªa asustado a la gente por ese prejuicio, o El ruido y la furia, de la que no hubieran entendido nada¡ En cualquier caso, todos los t¨ªtulos son, al menos, de una puntuaci¨®n de ocho sobre 10; son admirables. ?Que hay m¨¢s? Seguro, pero estos son estimulantes y generan amor a la literatura y a la lectura por la v¨ªa r¨¢pida; no es un canon acad¨¦mico, sino que se mueve entre lectores con gusto y los sabios de la Academia¡±. Hacia el final del volumen, Terenci Moix (que tradujo en su d¨ªa Suave es la noche) comenta El gran Gatsby de Francis Scott Fitzgerald (¡°demostr¨® ser un fino lector¡±) y lo cierra El cuaderno gris, de Josep Pla, la ¨²nica no ficci¨®n junto a las Cr¨®nicas de Ramon Muntaner. ¡°Si quieres entender la historia del siglo XX catal¨¢n has de recorrer a Pla, como pasa con Balzac para entender la Francia de la primera mitad del XIX¡±.
Pero est¨¢n todos: Dante, Shakespeare, Cervantes, Borges¡, y hasta el Voltaire de C¨¢ndido, de los preferidos de Llovet: ¡°Tengo 40 o 50 ediciones, al menos¡ Es de rabiosa actualidad: es una cr¨ªtica a ese optimismo de Leibniz, esa tonter¨ªa de que vivimos en el mejor de los mundos, algo que, al menos, desde 1972 se acab¨®¡±. Parte de ese pesimismo llovetiano se traslada tambi¨¦n a la dificultad de encontrar vivos estos t¨ªtulos hoy en las librer¨ªas espa?olas, fruto de una demanda casi inexistente. ¡°Leer a los cl¨¢sicos requiere un traslado epistemol¨®gico en el tiempo y una preparaci¨®n de base; la ense?anza de la literatura es muy endog¨¢mica, no se aborda bien la literatura universal¡ El Instituto Cervantes o la Instituci¨® de les Lletres Catalanes deber¨ªan promocionarla; est¨¢ por hacerse una buena y sistem¨¢tica colecci¨®n; en Catalu?a se intent¨® con la serie Mejores Obras de la Literatura Universal (MOLU), que lanz¨® Edicions 62, pero era en traducciones ilegibles¡ Hoy, apenas editan literatura universal como filosof¨ªa y con continuidad sellos como Edicions de 1984, en catal¨¢n, y Alba y C¨¢tedra, en castellano¡±.
A pesar de que hace tiempo ya que ve pender una espada de Damocles sobre el mundo de la lectura (¡°al libro, al leer, le quedan 50 a?os a lo sumo: requiere tiempo y paciencia, virtudes que han desaparecido¡±), Llovet se refugia en Elias Canetti: ¡°Dec¨ªa que nunca hac¨ªa deporte porque la mente ah¨ª no actuaba para nada; pues eso: el esp¨ªritu act¨²a m¨¢s que nunca con la m¨²sica cl¨¢sica, y la mente act¨²a m¨¢s que nunca con la lectura; la literatura es una interpretaci¨®n del mundo: la vida no ense?a; en la calle encontrar¨¢s el mundo, pero no lo entender¨¢s¡±. Con La literatura admirable, al menos, hay la esperanza de que un poco, s¨ª.
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