La imposibilidad del amor

Filmar el amor entre dos cuerpos es un problema tan complejo que la historia del cine proporciona un limitado repertorio de clich¨¦s de representaci¨®n para quien no quiera perder tiempo en resolverlo. Un sol interior, ¨²ltimo largometraje de Claire Denis, se abre con dos cuerpos haciendo, supuestamente, el amor, pero lo que acaba registrando la directora es algo m¨¢s irrepresentable: el abismo, insalvable, que se abre entre esos dos cuerpos en el infructuoso empe?o de amarse. En la g¨¦nesis de este trabajo hay, como en L¡¯intrus (2004), un texto filos¨®fico: si all¨ª el ensayo hom¨®nimo de Jean-Luc Nancy prendi¨® la mecha de la inspiraci¨®n, el encargo de adaptar los Fragmentos de un discurso amoroso de Roland Barthes, texto publicado en 1977, es lo que desencaden¨® el complejo proceso creativo que desemboca en Un sol interior. Como ya se?al¨® Dom¨¨nec Font a prop¨®sito de L¡¯intrus, aqu¨ª no resulta pertinente hablar tanto de adaptaci¨®n como de infiltraci¨®n.

Fragmentaria y antijer¨¢rquica colecci¨®n de experiencias, citas y reflexiones orientada a determinar la estructura del discurso amoroso ¨Ces decir, lo que enuncia el sujeto que ama-, la obra de Barthes se ordenaba a partir de un listado alfab¨¦tico de conceptos de los que Denis y su coguionista Christine Angot han decidido privilegiar uno: agony, que la cineasta define como ¡°una forma chic y ligeramente presumida de decir que alguien est¨¢ sobrepasado por los problemas amorosos: el ideal frustrado, la eterna expectativa¡± y que Barthes, en la traducci¨®n de Eduardo Molina, acercaba al concepto de?angustia: ¡°El sujeto amoroso, a merced de tal o cual contingencia, se siente asaltado por el miedo a un peligro, a una herida, a un abandono, a una mudanza¡±.

Juliette Binoche encarna a ese sujeto amoroso enfrentado al abismo de no encontrar nunca el ideal. Un sol interior somatiza el texto de Barthes a trav¨¦s de su estructura discontinua, puntuada por elipsis y sofisticados ecos entre secuencias y di¨¢logos. Las sutilezas que minan la posibilidad del amor son la materia esencial de una pel¨ªcula que aborda cada una de sus secuencias como un problema de lenguaje que Denis y su fiel operadora Agn¨¨s Godard resuelven con tanta imaginaci¨®n como voluntad de juego. El tenso acoso a un camarero en la barra de un bar, un baile como acto comunicativo primario o el mon¨®logo de un gur¨² proporcionan algunos de los momentos m¨¢s memorables en una pel¨ªcula sabia de pies a cabeza.