El ¨¦xodo contempor¨¢neo

A veces los esfuerzos de producci¨®n, los econ¨®micos y los f¨ªsicos, pueden garantizar los objetivos de media pel¨ªcula. Y m¨¢s en una como Marea humana, documental del artista y activista chino Ai Weiwei sobre el tr¨¢gico panorama contempor¨¢neo en torno a los refugiados de todo el mundo. Sin embargo, queda la otra media, en la que ya poco tienen que ver la infraestructura, los dos a?os de trabajo y de preparaci¨®n, los viajes por m¨¢s de una veintena de pa¨ªses, las entrevistas a cientos de inmigrantes en busca de su lugar en el mundo, la calidad de los equipos t¨¦cnicos y tambi¨¦n de los humanos, los que deben lidiar con permisos, pol¨ªticas e imponderables. Esa otra media pel¨ªcula que concierne al arte y al periodismo; a su discurso y a su exposici¨®n; a lo que se muestra y a lo que se evita mostrar. Y ah¨ª Weiwei, a pesar de sus evidentes ambiciones, se queda en tierra de nadie, como sus criaturas.

Desgraciados cl¨¢sicos del ¨¦xodo global del siglo XXI como Lesbos, Idomeni, la frontera h¨²ngara, el muro de M¨¦xico y la llamada jungla de Calais; pa¨ªses tan distantes como Afganist¨¢n, Grecia, Siria, Bangladesh, M¨¦xico, Francia, Estados Unidos, Turqu¨ªa y Kenia. En todos esos lugares han estado Weiwei y su equipo, con excesiva presencia en pantalla del artista chino, filmando la tr¨¢gica situaci¨®n del mundo actual. Y, casi como no pod¨ªa ser de otro modo, las im¨¢genes impresionan. Instantes que van reflejando la dignidad humana y la (falta de) solidaridad, el desconcierto y la lucha, la vida y la muerte, que se van mezclando en su estructura itinerante con titulares de peri¨®dico sobreimpresionados en la pantalla, con cifras oficiales y con versos de poetas de todo el espectro literario, junto a entrevistas a mandatarios y trabajadores de diversas organizaciones no gubernamentales.

Sin embargo, pese a la ingente labor de documentaci¨®n y de producci¨®n, hay un evidente desequilibrio en Marea humana, variante documental del ¡°convencer al convencido¡±, que nunca se introduce en las causas ni osa acercarse a terrenos pantanosos. De modo que hay que quedarse con la lucha individual, con la sobrehumana actitud de quien busca simplemente un trozo de tierra, entre el barro, la lluvia y las condiciones de hacinamiento. Eso, pese a quien pese, sigue siendo verdad, y sigue estando a nuestro lado. Y en eso Weiwei no miente.