¡°En el amor no hay nada que sea ligero¡±
La directora francesa Claire Denis estrena ¡®Un sol interior¡¯, reverso realista de la comedia rom¨¢ntica que protagoniza Juliette Binoche
Nada en la filmograf¨ªa de Claire Denis, aclamada por la cinefilia mundial por sus febriles estudios sobre la marginalidad y el devenir poscolonial del mundo, parec¨ªa sugerir que alg¨²n d¨ªa se pondr¨ªa al frente de una comedia sentimental. En ese g¨¦nero se puede enmarcar Un sol interior, la pel¨ªcula que la directora francesa estrena en Espa?a, retrato de una pintora divorciada que busca el amor por todos los rincones, a quien interpreta la actriz Juliette Binoche. ¡°En realidad, nunca hablamos de rodar una comedia rom¨¢ntica. Ni siquiera una anticomedia rom¨¢ntica... Ser¨ªa un poco prefabricado, cuando mis pel¨ªculas suelen funcionar con sus propias reglas¡±, explicaba Denis (Par¨ªs, 1946) durante el pasado Festival de Cannes, donde la pel¨ªcula se llev¨® el premio principal de la Quincena de los Realizadores.
Seg¨²n Denis, tampoco es adecuado ver en su pel¨ªcula un reverso realista de los tropos asociados a ese g¨¦nero, empezando por el de la mujer madura que intenta rehacer su vida. ¡°De hecho, yo odio la expresi¨®n 'mujer madura'¡ Prefiero decir que es una mujer bella, atractiva y con experiencia. Solo las revistas femeninas usan esos t¨¦rminos. Yo nunca me expreso as¨ª¡±, rebate Denis. Aun as¨ª, su pel¨ªcula contiene todo lo que ese g¨¦nero suele ignorar en su versi¨®n hollywoodiense: los silencios inc¨®modos del primer encuentro, las incompatibilidades que pueden dinamitar una relaci¨®n y el acentuado estado de neurosis de sus protagonistas. ¡°La neurosis existe en todo ser humano. Yo no veo a nadie a mi alrededor que no sea neur¨®tico¡±, confirma Denis.
Su punto de vista sobre el amor parece burlesco, aunque las peripecias de la protagonista, enfrentada a un fracaso perpetuo en sus intentos de conectar con un compa?ero potencial, sean m¨¢s tr¨¢gicas que chistosas. ¡°En el amor hay algo extremadamente grave. Cuando uno se enamora, entiende que tiene los d¨ªas contados. El amor nos recuerda, en el fondo, a la muerte¡±, se explica Denis. ¡°Uno puede practicar sexo alegremente y vivir experiencias, pero el amor es otra cosa. En el amor no hay nada que sea ligero. Claro, uno siempre puede acostarse con una peluquera, como dice un personaje de la pel¨ªcula, pero a m¨ª me parece penoso¡¡±, a?ade la directora, hasta ahora especializada en los retratos de africanos en Europa y de europeos en ?frica, continente en el que Denis creci¨® a causa del trabajo de su padre, funcionario de la administraci¨®n colonial en Camer¨²n y Yibuti, mucho antes de convertirse en ayudante de direcci¨®n de cineastas como Wim Wenders (en Paris, Texas) o Jim Jarmusch (en Down by law).
Cuando se anunci¨® el rodaje de la pel¨ªcula, fue presentada como una adaptaci¨®n de Fragmentos de un discurso amoroso, el m¨ªtico ensayo del semi¨®logo Roland Barthes. Al descubrir el resultado, los parecidos con ese supuesto original son casi imperceptibles, si exceptuamos su estructura formada por microhistorias concatenadas. Denis aclara que se trat¨® de un malentendido: ¡°El productor de Un sol interior compr¨® los derechos para adaptar la obra de Barthes y quiso hacer una pel¨ªcula en diez cap¨ªtulos con diez directores. Me lo propuso, pero no me apeteci¨®¡±.
En realidad, la g¨¦nesis del proyecto se encuentra en su voluntad de colaborar con la escritora Christine Angot, que salt¨® a la fama durante la ola francesa de la autoficci¨®n en los noventa, al relatar en uno de sus libros el incesto y la violaci¨®n de los que fue v¨ªctima de peque?a. Para elaborar el guion, decidieron poner en com¨²n sus problemas amorosos. ¡°Nos contamos lo m¨¢s duro y lo m¨¢s rid¨ªculo que hemos vivido¡±, confiesa. De ah¨ª surgi¨® el personaje de Isabelle, al que no considera estrictamente un alter ego. ¡°Hay un poco de m¨ª en ella, un poco de Christine y mucho de Juliette¡±, aclara Denis. El ¡°sol interior¡± del t¨ªtulo procede del consejo que un vidente, interpretado por G¨¦rard Depardieu, le da a Binoche al final de la pel¨ªcula. ¡°Es ese lenguaje de los adivinos, divertido y a la vez profundo. Pero ese sol interior existe. Yo tambi¨¦n lo he sentido, pero no puedo decirle cu¨¢ndo¡¡±, insin¨²a Denis.
En su carrera, las colaboraciones con escritoras de prestigio han sido habituales. A finales de los noventa, coescribi¨® Vendredi soir con la fallecida novelista Emmanu¨¨le Bernheim, guionista habitual de Fran?ois Ozon. En 2009, le lleg¨® el turno a Marie NDiaye, premio Goncourt por Tres mujeres fuertes, con la que coescribi¨® White material (estrenada en Espa?a como Una mujer en ?frica, con Isabelle Huppert). Tras su colaboraci¨®n con Angot, Denis sopes¨® escribir el guion de su pr¨®ximo proyecto, High life, ambiciosa pel¨ªcula de ciencia-ficci¨®n que rod¨® el oto?o pasado con Robert Pattinson, junto a la celebrada novelista brit¨¢nica Zadie Smith, otra experta en identidades truncadas. Pero la colaboraci¨®n termin¨® antes de empezar. ¡°Mi productor quiso que trabaj¨¢ramos juntas, pero no es una escritora que me interese. Nos conocimos y lo hablamos. Un d¨ªa le ped¨ª que me escribiera en un papel qu¨¦ quer¨ªa aportar a esta historia. Y ella me propuso cosas que no me interesaban, as¨ª que me pareci¨® que era mejor dejarlo correr¡±, admite Denis. ¡°Adem¨¢s, no me gustan sus libros, no demasiado. Hay en ellos un lado un poco esnob, un poco intelectual, como una cosa de profesores¡ Hay escritores que saben superar los clich¨¦s. Zadie no es uno de ellos¡±.
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