Riesgo y personalidad

Me asaltan sensaciones extra?as durante el metraje de esta pel¨ªcula. Me sorprende la audacia expresiva del director Javier Fesser en el arranque y me planteo c¨®mo va a salir de un jard¨ªn tan peligroso. El protagonista, segundo entrenador de un equipo de baloncesto, vocacionalmente problem¨¢tico consigo mismo y con los dem¨¢s, eterno metepatas, debe redimir su pena por haber tenido un accidente de tr¨¢fico en estado et¨ªlico prestando servicios sociales, consistentes en entrenar a un grupo de discapacitados. Pero este se?or, sin filtros entre lo que piensa y lo que dice, se refiere a ellos con descripciones que actualmente suenan a trueno, tan pol¨ªticamente incorrectas como subnormales y mong¨®licos. De acuerdo, esto sale de la abrupta boca de un personaje de ficci¨®n que sabemos mostrar¨¢ finalmente un coraz¨®n de oro y su respeto, admiraci¨®n y cari?o hacia esta pandilla aquejada con taras f¨ªsicas y mentales, pero alg¨²n esp¨ªritu agotadoramente sensible puede juzgar inadmisible que se pronuncien los viejos y anatemizados t¨¦rminos.

Y desde las primeras secuencias reconoces el muy personal sentido del humor de Javier Fesser, rozando el surrealismo en lenguaje y situaciones, independientemente que los personajes sean de animaci¨®n o de carne y hueso, las caracter¨ªsticas y el tono de?El milagro de P. Tinto, La gran aventura de Mortadelo y Filem¨®n y Mortadelo y Filem¨®n contra Jimmy el Cachondo. Todas ellas han dispuesto de m¨²ltiple y regocijado p¨²blico. A m¨ª me cuesta disfrutar con ese universo, aunque reconozco la ins¨®lita e inquietante personalidad de su autor. Sin embargo, su vena dura y tr¨¢gica me provoc¨® escalofr¨ªos y piedad en Camino.

Campeones, que veo y escucho con cierto agrado, me despierta mucha curiosidad en cuanto a la reacci¨®n que tendr¨¢n los espectadores en su estreno comercial. En los pases de prensa la risa no es muy popular. Y sabemos que esa reacci¨®n es contagiosa, que la comedia y el cine c¨®mico alcanzan su esplendor en una sala repleta de p¨²blico normal.

Tambi¨¦n me ocurre en la primera visi¨®n de esta pel¨ªcula algo pat¨¦tico, que me despierta alarmas sobre los estragos que me provoca la vejez y el machaqueo. Lo percib¨ªa en la desmemoria, las lagunas mentales y otras consecuentes fatalidades, pero lo que me ocurri¨® con "Campeones" me deja anonadado. Y es que durante la proyecci¨®n pensaba que el grupo de discapacitados lo interpretaban actores y actrices profesionales absolutamente cre¨ªbles. Tambi¨¦n admiro el maquillaje, la peluquer¨ªa, la caracterizaci¨®n de sus personajes. As¨ª lo cuento en un programa de radio en directo. Mi amigo Carles Francino me revela con tacto, pero tambi¨¦n firmeza, que no son int¨¦rpretes profesionales, sino que todos ellos padecen discapacidad en la vida real. Me quedo pasmado, no s¨¦ d¨®nde meterme, es que ya no me entero de nada. Recuperado del susto, aumenta mi admiraci¨®n hacia la capacidad de riesgo y el espl¨¦ndido trabajo que ha realizado Javier Fesser con ellos, acompa?ando al siempre mod¨¦lico Javier Guti¨¦rrez. Igualmente ha sorteado otros peligros como el ternurismo o el tono sensiblero que podr¨ªa acompa?ar al delicado tema. Es una pel¨ªcula extra?a. En el buen sentido.