FilminLatino estrena ¡®Maquinaria Panamericana¡¯

Las primeras im¨¢genes de Maquinaria Panamericana (M¨¦xico - Polonia, 2016) transcurren con el arribo de algunas trabajadoras a su espacio laboral. Todas deben perforar una tarjeta antes de iniciar la jornada, algunas saludan con cortes¨ªa al vigilante. Posteriormente conoceremos el interior de la compa?¨ªa, trazada con carpetas y documentos sueltos, tazas de caf¨¦ fr¨ªo, anaqueles y escritorios que de inmediato remiten a las instituciones gubernamentales mexicanas de hace dos o tres d¨¦cadas.

En una de las primeras secuencias de la ¨®pera prima de Joaquin del Paso vemos a un grupo de empleados celebrando el cumplea?os de una secretaria, a quien han de sumir en su pastel tras cantarle Las ma?anitas. Ella mira la c¨¢mara con el rostro repleto de merengue, todos r¨ªen. La chacota de oficina es representada con un poco de exageraci¨®n pero con bastante credulidad para quien conoce el d¨ªa a d¨ªa de la clase trabajadora en la Ciudad de M¨¦xico.

Ante todo esto, desde el pastelazo que remite a algunos shows de revista que Televisa os¨® transmitir durante d¨¦cadas ¨CSube Pelayo sube, Siempre en domingo- hasta el dise?o de vestuario que Yupanqui Ramos hace para el primer largometraje de Joaquin del Paso, se pensar¨ªa que el director seguir¨¢ la l¨®gica visual y narrativa que durante la d¨¦cada de los a?os ochenta el cine mexicano intent¨® vanamente consolidar, a excepci¨®n de directores de la talla de Jaime Humberto Hermosillo ( La pasi¨®n seg¨²n Bernice, Naufragio) o Gabriel Retes (El bulto, Un dulce olor a muerte), en uno de los periplos m¨¢s tristes que haya atravesado la cinematograf¨ªa nacional. Sin embargo Maquinaria Panamericana no es ese tipo de pel¨ªcula.

Parece ser un viernes cualquiera en ¡®Maquinaria Panamericana¡¯, empresa dedicada a la venta y reparaci¨®n de maquinaria para la construcci¨®n. Como es habitual, los empleados llevan a cabo sus rituales matutinos. Todo pasa de la calma a la locura cuando descubren que el due?o del corporativo yace muerto en su oficina y ha dejado a todos los trabajadores en un tragic¨®mico desempleo y en absoluta bancarrota. Es as¨ª que la pel¨ªcula conduce como tesis principal la extinci¨®n de la clase trabajadora en la Ciudad de M¨¦xico, hoy suplantada entre aires de globalizaci¨®n por servicios privados, desmedida gentrificaci¨®n y el discurso pol¨ªtico en v¨ªas de normalizaci¨®n sobre la pertenencia de la CDMX a la elite de espacios urbanos inteligentes.

Joaquin del Paso comete el acierto de usar como ¨²nica locaci¨®n un predio en desuso al oriente de la capital mexicana intercalando a dos tiempos la desavenencia de los trabajadores, interpretados por actores (Javier Zaragoza, Irene Ram¨ªrez) y ex empleados del lugar, con algunas tomas de los a?os de gloria de ¡®Maquinaria Panamericana¡¯, antigua compa?¨ªa familiar del director en la vida real. Los personajes que veremos a continuaci¨®n formulan un ?ngel exterminador moderno mientras se desplazan por un espacio laber¨ªntico y abigarrado, donde las m¨¢quinas empujan constantemente el cuerpo de los actores hasta devorarlos. Nadie puede salir de este lugar, aunque los trabajadores parecen no tener conciencia de ello, lo cual supone una cr¨ªtica muy efectiva al Desarrollo Estabilizador tard¨ªo como modelo socio econ¨®mico en M¨¦xico y su consecuente ampliaci¨®n a la tecnocracia neoliberal a partir de 1983; y en general ostenta una postura antidesarrollista que puede verse en la destrucci¨®n de computadoras a martillazos que los empleados no temer¨¢n en ejecutar.

Un homenaje a la clase trabajadora de la Ciudad de M¨¦xico, cuyo gui¨®n coescrito por el mismo Joaquin del Paso y Lucy Pawlak resulta sobresaliente, con cruces surrealistas e inspirados fuertemente en la tradici¨®n de cine mexicano que delegaron autores como Arturo Ripstein (El imperio de la fortuna, Cadena perpetua), galardonado con m¨¢s de catorce preseas como el Ariel a mejor gui¨®n original y el Premio Mezcal a mejor pel¨ªcula en el FICG, que puede verse en l¨ªnea de manera permanente a trav¨¦s de FilminLatino.