Mario Gaviria, un adelantado de la sociolog¨ªa urbana
Fue una de las figuras intelectuales m¨¢s cr¨ªticas, vitales, intuitivas y generosas de la Espa?a de la segunda mitad del siglo XX
El s¨¢bado 7 de abril falleci¨® en Zaragoza, a punto de cumplir 80 a?os, el soci¨®logo navarroaragon¨¦s Mario Gaviria Labarta (Cortes, Navarra, 1938), disc¨ªpulo e introductor en Espa?a de los textos del fil¨®sofo franc¨¦s Henri Lefebvre a finales de los a?os sesenta y una de las figuras intelectuales m¨¢s cr¨ªticas, vitales, intuitivas, entusiastas y generosas que ha producido Espa?a en la segunda mitad del siglo XX.
Mario Gaviria, Premio Nacional de Medio Ambiente en 2005, ha sido un detector de nuevos conflictos y contradicciones, un activista social y un brillante maestro heterodoxo, antes que un acad¨¦mico establecido y, menos a¨²n, que un pol¨ªtico instalado en las esferas del poder. En buena medida Mario siempre ha caminado por libre, con frecuencia adelant¨¢ndose a su tiempo, analizando incansablemente la realidad y criticando con frecuencia las pol¨ªticas establecidas y ofreciendo alternativas innovadoras.
Podemos se?alar, junto a su pionero activismo ecologista y especialmente antinuclear, algunos hitos relevantes en su trayectoria: destaca en primer lugar su entusiasta docencia de una novedosa sociolog¨ªa urbana cr¨ªtica en el Madrid de mediados de los sesenta desde CEISA ¡ªposteriormente Escuela Cr¨ªtica de Ciencias Sociales¡ª capitaneada por Pep¨ªn Vidal Beneyto, hasta su abrupta clausura por la polic¨ªa franquista.
Pioneros fueron sus estudios sociourban¨ªsticos de finales de esa misma d¨¦cada sobre la ampliaci¨®n del barrio de la Concepci¨®n y el Gran San Blas, publicados en Revista Arquitectura. All¨ª reuni¨® a un grupo de j¨®venes estudiantes cansados de las orientaciones del urbanismo de la escuela de aquellos a?os. Algunos de aquellos primeros alumnos firmamos este texto.
En esos estudios, y tambi¨¦n en la interesant¨ªsima propuesta de dise?o del Centro Direccional para Barcelona en El Vall¨¦s, defiende la calle compleja y mestiza, la ciudad densa y multifuncional, se critican esos paisajes estrictamente residenciales de bloques exentos aislados, perdidos en un mar de verdor (ese verdor al que Mario denominar¨¢ m¨¢s tarde ¡°ideolog¨ªa clorofila¡±).
Destaca a finales de los setenta la tambi¨¦n pionera preocupaci¨®n de Mario por la ordenaci¨®n territorial, que estuvo en la base de la intuici¨®n del arquitecto gallego Andr¨¦s Fern¨¢ndez Albalat sobre la Ciudad de las R¨ªas (entre A Coru?a y Ferrol) que sirvi¨® para consolidar profesionalmente (grupo EUSYA) a una parte de sus antiguos alumnos.
Tambi¨¦n se interesar¨¢ por el fen¨®meno social, tur¨ªstico y arquitect¨®nico de Benidorm, esa eficac¨ªsima propuesta de centro playero y popular de vacaciones resuelto mediante torres con bajos comerciales y de ocio (restaurantes, bares) y amplias avenidas bordeadas de vegetaci¨®n. ?Qu¨¦ intuici¨®n su defensa de ese modelo denso y complejo 40 a?os antes de que la costa se ocupara extensivamente por urbanizaciones de vivienda unifamiliar anexas a campos de golf, ese modelo que es un insaciable consumidor de suelo y de agua!
Desde los primeros ochenta se preocupa tambi¨¦n por ese otro gran tema territorial, en este caso de ¨¢mbito agr¨ªcola m¨¢s que urbano: las nuevas pol¨ªticas p¨²blicas de agricultura ¡°moderna¡±, intensiva en sus necesidades de inversi¨®n, de agua y de productos qu¨ªmicos y fitosanitarios. Sus trabajos sobre ¡°el bajo Arag¨®n expoliado¡± o ¡°la Extremadura saqueada¡± dan buen testimonio de ello.
La cr¨ªtica a la entonces incipiente ¡°infraestructuraci¨®n¡± masiva del territorio espa?ol es tambi¨¦n una notable anticipaci¨®n a los excesos que durante los ¨²ltimos 10-15 a?os han convertido regiones urbanas como la de Madrid en un paisaje en quiebra de autopistas de peaje sin usuarios y amenazan con convertir el conjunto de Espa?a en una densa red de costosas l¨ªneas de alta velocidad de rentabilidad m¨¢s que ruinosa en buena parte de sus tramos.
En la segunda mitad de los ochenta y en los noventa se preocupa ya de temas directamente socioecon¨®micos, como la exclusi¨®n social, proponiendo tempranamente generalizar la pr¨¢ctica de los ¡°ingresos m¨ªnimos de integraci¨®n¡±. A finales de los noventa y en la primera d¨¦cada de este siglo se volvi¨® a ocupar de temas de ecolog¨ªa y sostenibilidad ambiental, tanto en el ¨¢mbito del dise?o como en el de la defensa de las energ¨ªas renovables, abogando por el cierre definitivo de las centrales nucleares en Espa?a y en Europa. Entre sus ¨²ltimas preocupaciones habr¨ªa que citar las crisis y las repercusiones del nuevo islamismo en el Mediterr¨¢neo y el Oriente Medio.
Mario Gaviria, a lo largo de casi medio siglo, ha sido un pionero en el diagn¨®stico y planteamiento de respuestas a los grandes temas urbanos, ambientales y socioecon¨®micos de nuestro pa¨ªs. Pero la grandeza e importancia de Mario radican, sobre todo, en que sus ense?anzas siguen teniendo hoy plena vigencia y contin¨²an resultando tan atractivas ahora como entonces.
Firman este art¨ªculo Carlos de la Guardia, Ram¨®n L¨®pez de Lucio, Carlos Ll¨¦s Lazo, Felipe Pe?a Pereda y Carlos S¨¢nchez Casas.
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