¡®Tiempo de silencio¡¯, de Mart¨ªn-Santos, se hace teatro
El director suizo-alem¨¢n Rafael S¨¢nchez dirige la adaptaci¨®n de esta obra clave de la narrativa espa?ola
Ah¨ª, ante ese muro, una medianera algo mugrienta entre edificios, un espacio fantasma del Madrid de la posguerra, van surgiendo los personajes y las voces interiores de todos ellos, aquellas que descubren los desenga?os, la marginaci¨®n, la sordidez y el obligado silencio de la ¨¦poca. Por primera vez desde su publicaci¨®n, en 1962, Tiempo de silencio, del psiquiatra Luis Mart¨ªn-Santos (Larache, Marruecos, 1924 / Vitoria, 1964), obra clave de la narrativa espa?ola, la que deja a un lado la literatura del XIX para adentrarse en el siglo XX a modo de James Joyce o William Faulkner, salta a los escenarios. Este montaje sobre el libro que supuso el abandono del realismo social en la novela en Espa?a y que ha marcado a tantas generaciones en nuestro pa¨ªs est¨¢ dirigido por Rafael S¨¢nchez, un dramaturgo suizo-alem¨¢n de ascendencia espa?ola. La versi¨®n, realizada desde el texto? publicado en alem¨¢n y traducida luego al espa?ol, es obra del autor austriaco Eberhard Petschinka, estrecho colaborador de S¨¢nchez.
El espect¨¢culo se estrena el pr¨®ximo 26 de abril en el Teatro de la Abad¨ªa, y con ¨¦l este centro que dirige el acad¨¦mico Jos¨¦ Luis G¨®mez completa su ciclo sobre la memoria hist¨®rica en esta temporada. Siete actores, cuatro hombres y tres mujeres (Sergio Adillo, Lola Casamayor, Julio Cort¨¢zar, Roberto Mori, Lidia Ot¨®n, Fernando Soto y Carmen Valverde), son a la vez narradores y personajes, que van entrando y saliendo en un brillante juego dramat¨²rgico, sin cambios de vestuario y ning¨²n elemento sobre la escena. Son los int¨¦rpretes los que conducen la narraci¨®n de esta historia de marginalidad y sordidez, centrada en Don Pedro, un m¨¦dico que se queda sin ratones para proseguir sus experimentos y sale a la b¨²squeda de nuevos ejemplares en los barrios de chabolas de Madrid.
Psiquiatra prestigioso y hombre comprometido
No es Tiempo de silencio una obra autobiogr¨¢fica, se?ala Jos¨¦ L¨¢zaro, que en 2009 public¨® Vidas y muertes de Luis Mart¨ªn-Santos (XXI Premio Comillas), pero s¨ª el ejemplo perfecto de c¨®mo transformar personajes y ambientes reales, en los que uno ha vivido o conocido, a escenas y personajes literarios. As¨ª aparecen en la novela personajes inspirados en Pedro La¨ªn Entralgo, Jos¨¦ Luis L¨®pez Ibor, su amigo Juan Benet o el fil¨®sofo Jos¨¦ Ortega y Gasset. El profesor L¨¢zaro ha glosado en la presentaci¨®n del montaje teatral, la figura de un psiquiatra prestigioso que muri¨® en accidente de tr¨¢fico a los 39 a?os. No solo fue una gran promesa en el campo de la medicina, sino que fue un hombre muy comprometido. Ingres¨® en el PSOE en 1957 y un a?o m¨¢s tarde ya formaba parte de la ejecutiva del partido, entonces en la clandestinidad. "Tuvo el honor de haber suspendido dos veces en las oposiciones a c¨¢tedra junto con el tambi¨¦n psiquiatra Carlos Castilla del Pino" ha se?alado L¨¢zaro, para quien Luis Mart¨ªn-Santos "era brillante hasta en las juergas".
Tambi¨¦n ha estado presente en el teatro de la Abad¨ªa uno de los hijos del autor, Luis Mart¨ªn-Santos Laff¨®n (San Sebasti¨¢n, 1958), que apenas ten¨ªa tres a?os cuando falleci¨® su madre y cuatro cuando muri¨® su padre. Se mostr¨® feliz y muy honrado con el montaje dramat¨²rgico de Tiempo de silencio. "Me parece muy interesante la elecci¨®n de Rafael S¨¢nchez como director porque es una voz nueva que, de alguna manera, puede ser m¨¢s objetiva", ha explicado Mart¨ªn-Santos Laff¨®n, que conf¨ªa en que el estreno teatral ayude a que la obra llegue a las nuevas generaciones.
¡°Es una obra que habla de un momento de la historia de nuestra vida espa?ola en la que el silencio cay¨® sobre nuestro pa¨ªs. Esta obra no es pol¨ªtica, pero s¨ª habla de pol¨ªtica, de las vidas que muestran lo que era esa Espa?a de entonces, en la que muchos no pod¨ªan llegar a ser lo que quer¨ªan¡±, aseguraba Jos¨¦ Luis G¨®mez, durante la presentaci¨®n del montaje que cont¨® con la presencia de Luis Mart¨ªn-Santos Laff¨®n, uno de los hijos del escritor fallecido en accidente de autom¨®vil a los 39 a?os. Obsesionado con ¡°este texto maravilloso, muy dif¨ªcil de adaptar dramat¨²rgicamente¡±, no es la primera vez que G¨®mez busca trasladarlo a los escenarios teatrales ¨CVicente Aranda dirigi¨® una versi¨®n cinematogr¨¢fica en 1986- . Ya lo intent¨® hace a?os con el alem¨¢n Frank Castorf, proyecto que se abandon¨® cuando a este director le encargaron El anillo de los Nibelungos para el Festival de Bayreuth.
M¨¢s suerte ha tenido ahora con el joven Rafael S¨¢nchez, (Basilea, 1975), un dramaturgo con una ya larga experiencia esc¨¦nica. Director asociado de los teatros municipales de Colonia (Alemania), S¨¢nchez conoci¨® Tiempo de silencio tras la conversaci¨®n con Jos¨¦ Luis G¨®mez. La ley¨® en alem¨¢n, en un ejemplar que encontr¨® en un anticuario, y se qued¨® impactado. Crey¨® escuchar, entre muchas otras cosas, las voces y recuerdos de sus abuelos, emigrados a Suiza en los a?os sesenta. ¡°Es un texto muy complejo para llevar a escena, la adaptaci¨®n m¨¢s complicada que he hecho hasta el momento. Pero me entusiasm¨® c¨®mo Mart¨ªn-Santos muestra la lucha de los distintos personajes por la supervivencia y c¨®mo si al individuo le dejan solo, no es capaz de sobrevivir, c¨®mo la sociedad abandona a aquellos que quieren cumplir sus sue?os. El sistema pol¨ªtico de entonces nunca se ocup¨® ni del individuo ni de la sociedad, solo se centr¨® en la supervivencia de ese mismo sistema¡±, explica S¨¢nchez, quien se pregunta si algo de eso ha cambiado hoy en d¨ªa. ¡°?Hay todav¨ªa un manto de silencio en nuestra sociedad¡±?
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