Hipocampo
Blanca Fr¨ªas acudi¨® al programa 'Expediente Marlasca: Historias de malos' para no agacharse ante nadie
Blanca Fr¨ªas acudi¨® al programa Expediente Marlasca: Historias de malos para no agacharse ante nadie, ni menos ante el italiano Angelo Buo, que le estaf¨® 7.000 euros despu¨¦s de haberla enamorado musit¨¢ndole que era maravillosa, que pensaba mucho en ella, y que la deseaba ardientemente, momento en que acercaba los labios a la pantalla para convertirlos en morros. Blanca nunca olvidar¨¢ esos belfos.
No la llamaba por su nombre en la web porque babeaba en cadena, con varias a la vez. Otro sinverg¨¹enza aprovech¨® la vulnerabilidad de una se?ora para levantarle m¨¢s de 100.000 euros. No parece l¨®gico que alguien pueda re¨ªrse en el espacio de La Sexta donde su director prometi¨® adentrarse en los sucesos y la criminalidad con informaci¨®n rigurosa porque en ese g¨¦nero no valen ni el espect¨¢culo ni la especulaci¨®n. Sin pretenderlo, el pen¨²ltimo episodio incorpor¨® alg¨²n elemento tragic¨®mico.
Cuando Blanca gir¨® los 3000 primeros euros, rezaba para que todo fuera verdad, para que estuviera siendo correspondida. Despu¨¦s de transferir el resto, el destinatario la bloque¨® en la red de citas. El mundo se le vino abajo. La solidaridad con las v¨ªctimas no es ¨®bice para sonre¨ªr amargamente con las milongas y gimnasias de hocico de los tenorios. Cuatro a?os despu¨¦s, Blanca puede hacerlo.
El programa abord¨® esas estafas sentimentales sin concesiones al morbo. Un panel carg¨® contra Buo, Albert Cavall¨¦ y Rodrigo Nogueira con conjeturas y certezas. Mujeres rabiosas, frustradas y tristes despu¨¦s de un desenga?o perpetrado por profesionales que tejen telas de ara?a sobre presas sentimentalmente fr¨¢giles y con dinero.
Seso y sexo suelen ser incompatibles durante la berrea, pero la inteligencia emocional de las mujeres, su capacidad para reconocer los sentimientos propios y ajenos, y afrontar los problemas de la vida, son mayores porque su hipocampo es m¨¢s grande. Asumiendo la ventaja cerebral constatada por la neuropsiquiatr¨ªa, sorprende que haya jetas capaces de enga?ar al hipocampo humedeciendo los labios y repitiendo trolas.
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