Pedro Erquicia, la pelea period¨ªstica
Muere Pedro Erquicia, hist¨®rico periodista de TVE, a los 75 a?os
Fue Ana Cristina Navarro la que hizo de embajadora mia y de Baltasar Magro para poder entrar en Informe Semanal en 1975. Cuando le conocimos ya no llevaba ese pelo largo, sujeto como una cola de caballo y que yo hab¨ªa visto en una foto. Parec¨ªa salido del reparto de Hair o de cualquier otro filme sobre Vietnam.
En nuestras primeras conversaciones recuerdo un comentario que me hizo, ¡°los reportajes deben ser como combates de boxeo, pum, pam, pum y as¨ª hasta el final¡±. No se me olvidar¨ªa nunca aunque nunca hice un reportaje sobre boxeo y s¨ª muchos ce cine. Le gustaba con pasi¨®n. Hac¨ªa algo que le correspond¨ªa como redactor jefe de TVE, una categor¨ªa laboral, hoy ya extinta. Tomaba el texto en sus manos cuidadas, abr¨ªa la cartera de mano, sacaba la pluma y correg¨ªa el texto con anotaciones menudas. Si no lo ve¨ªa claro, te ped¨ªa que le explicases c¨®mo era la secuencia. Hacia de jefe y en eso consist¨ªa su trabajo.
Quiz¨¢s su gran habilidad era administrar los egos de todos aquellos que est¨¢bamos all¨ª. Sobre todo, los lunes, en el Comit¨¦ de Redacci¨®n celebrado en la Sala de Juntas de la Casa de la Radio si se pod¨ªa. Era capaz de atrapar el talento al vuelo, sentarlo, dar instrucciones y a esperar el resultado. Desde Emilio Mart¨ªnez L¨¢zaro (Ocho apellidos vascos) a Antonio Gasset (D¨ªas de Cine), pasando por Juan Ca?o Arecha, recientemente fallecido, Ana Cristina Navarro, Carmen Sarmiento, Javier Basilio, Eduardo Toral, Manolo Rubio y un largo etc¨¦tera que finalizaba con la reina del Informe, Rosa Mar¨ªa Mateo.
Hac¨ªa otra cosa muy bien: lidiar con el poder. Pedro no era ni un rojo ni un izquierdista recalcitrante, Era un buen profesional, liberal, progresista y que sab¨ªa muy bien en qu¨¦ consist¨ªa su oficio: contar las cosas. Nunca nos dio ning¨²n cursillo de marketing, pero sab¨ªa perfectamente el valor de una marca; en este caso, la de Informe Semanal. Trabajaba para hacerlo grande y si el programa sigue en antena es porque puso las bases para conseguirlo.
En esa ¨¦poca, en Prado del Rey m¨¢s que un sector de derechas y otro de izquierdas, hab¨ªa un sector muy antiguo y otro m¨¢s moderno. Pedro era de estos. En casa escuchaba y le gustaba Supertramp. Compraba los elep¨¦s nada m¨¢s editarse en Nueva York y de ah¨ª a incorporarlo a la sinton¨ªa del programa hab¨ªa un paso. Se fue a Nueva York, se sent¨® frente a la CBS y vi¨® 60 minutes. No lo copi¨®, si no que lo adapt¨® a las posibilidades espa?olas y ah¨ª dio en el clavo. Erquicia pari¨® la mejor propuesta de programa de actualidad que se ha hecho en Espa?a hasta el punto de que nadie ha intentado otro similar.
Se fue a Nueva York como corresponsal. Lo hizo a lo grande y se lo afearon todos aquellos que le ten¨ªan envidia, pero pienso que a ¨¦l, todo un se?or de Bilbao, le era indiferente lo que dijesen. En el 23-F estuvo en la grabaci¨®n del discurso del Rey en el Palacio de la Zarzuela. Se trajo la cinta y la guard¨® bajo su culo, sobre la butaca de su despacho. Era dif¨ªcil que la encontrasen.
A mi me hubiese gustado que la relaci¨®n entre Pedro Erquicia e I?aki Gabilondo hubiese dado todo su fruto, pero no fue as¨ª. Hay caracteres incompatibles y Pedro no era f¨¢cil. No obstante, ahora con su desaparici¨®n, soy consciente del gran trabajo que hizo y del que todav¨ªa se va a poder admirar.
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