No hay perd¨®n para Padilla
La presidencia le neg¨® injustamente una oreja y se la concedi¨® a El Fandi
Fuente Ymbro/Padilla, El Cid, El Fandi
Toros de Fuente Ymbro, bien presentados, bravos y manejables en l¨ªneas general; dificultosos tercero, cuarto y quinto, y destacaron primero, segundo y sexto.
Juan Jos¨¦ Padilla: estocada trasera (petici¨®n mayoritaria y vuelta); estocada (silencio).
El Cid: dos pinchazos y estocada (silencio); media estocada y dos descabellos (silencio).
El Fandi: estocada (silencio); estocada (oreja).
Plaza de la Maestranza. Duod¨¦cima corrida de la Feria de Abril. 20 de abril. Tres cuartos de plaza.
Juan Jos¨¦ Padilla tuvo la osad¨ªa de salir por la Puerta del Pr¨ªncipe en la feria de 2016 y todav¨ªa hay algunos que no se lo han perdonado. Incluso el presidente de aquella tarde ha debido de sufrir su mijita de guasa por contribuir con su decisi¨®n a aquel sonado y merecido triunfo.
Pues el presidente de 2018 no pareci¨® dispuesto a aguantar bromitas ir¨®nicas y tir¨® por la calle de en medio: le neg¨® la oreja del primer toro, que mayoritariamente solicit¨® la plaza, de tal modo que ya no hab¨ªa opci¨®n a una salida a hombros.
Pues, muy mal, se?or presidente Fern¨¢ndez Rey. Grave error el cometido contra Padilla por varias razones. La primera, porque los tendidos se convirtieron en un mar de pa?uelos; la segunda, porque su actuaci¨®n fue entonada, que quiere decir que hizo lo que sabe y lo hizo bien. Vamos, que todo el mundo no puede ser heredero de la inspiraci¨®n art¨ªstica. Padilla recibi¨® al toro de rodillas en los medios con una garbosa larga cambiada, capotazo que repiti¨® despu¨¦s en el tercio; y veronique¨® con estilo.
Clav¨® banderillas con facilidad y con su escaso clasicismo habitual brind¨® a la concurrencia y se dispuso a muletear a un toro que pronto descubri¨® su alta calidad. De rodillas, pegado a tablas, y con pases por alto inici¨® Padilla su labor. Ya en pie el lidiador, el toro repiti¨® incansable las embestidas, con noble codicia, humillaci¨®n, movilidad y prontitud. Y el torero lo acompa?¨® de la mejor manera, solvente, pero carente de empaque. Son¨® la m¨²sica y las notas del pasodoble no suavizaron la tosquedad de las maneras del jerezano. Tore¨® Padilla con ambas manos, despegado y al hilo del pit¨®n, y prefiri¨® inclinarse por un circular antes que continuar con el toreo fundamental. Dicho lo cual, hay que a?adir que estuvo en su l¨ªnea: hecho un jabato, entregado y pundonoroso, y que mat¨® de una estocada hasta la empu?adura que cay¨® trasera. Hizo m¨¦ritos suficientes para pasear la oreja, pero el presidente ¡ªque ya se equivoc¨® la tarde de N¨²?ez del Cuvillo al no conceder la vuelta al ruedo al toro Encendido¡ª, volvi¨® a errar gravemente. La bronca fue gorda y merecida, pero a Padilla le robaron una oreja y eso quedar¨¢ para la historia. El torero tuvo pocas opciones con el cuarto, parado y dificultoso, y el presidente respir¨® con tranquilidad.
?Ay, si esa faena la protagoniza un torero del artisteo andante, tan moderno como fraudulento¡!
Otro toro de categor¨ªa se encontr¨® El Fandi en sexto lugar (el tercero ten¨ªa guasa y lo pasaport¨® con rapidez) y lo aprovech¨® a su manera de principio a fin. Se luci¨® en dos quites, por faroles y zapopinas; espectacular y acertado en banderillas, y variado en la muleta ante un toro noble, con ritmo, nobleza, alegre y buen son. El granadino lo esper¨® de rodillas en el centro y el animal acudi¨® raudo a la llamada, lo toreo, despu¨¦s, por ambas manos, y destac¨® m¨¢s la clase del toro que la hondura del torero. Y acab¨® con unos airosos ayudados por alto antes de cobrar una buena estocada. En este caso, el presidente no lo dud¨® y sac¨® con justicia el pa?uelo blanco.
El Cid quiso, pero se qued¨® a medias. Su primero, complicado, exig¨ªa un torero con m¨¢s confianza y menos precauciones, y el quinto fue deslucido y parado. Se luci¨®, eso s¨ª, a la ver¨®nica en sus dos toros.
?Y la corrida? No fue f¨¢cil, bravucona en el caballo, alegre en banderillas y variada en la muleta. Todos tuvieron picante, motivo para que las figuras no quieran ver estos toros ni en pintura. As¨ª es¡
Babelia
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