Lo que queda de James Brown
Un libro reciente denuncia el saqueo de la herencia del Padrino del 'Funk'
Con Kill 'Em and Leave, el ¨²ltimo libro publicado sobre James Brown, el literato James McBride ha causado cierto malestar. Ver¨¢n, existe una rica bibliograf¨ªa sobre el personaje, pero, en general, son obras de autores blancos. McBride se muestra respetuoso con sus predecesores, pero sugiere que est¨¢n demasiado lejos de la experiencia vital de un negro sure?o para entender sus claves ¨ªntimas.
En realidad, tambi¨¦n McBride ha crecido en un mundo muy diferente del de James Brown. Neoyorquino de 1957, es hijo de un reverendo baptista y una madre jud¨ªa. Como periodista, ha colaborado con medios potentes. Como literato, ha publicado media docena de libros que ganaron premios (incluyendo la Medalla de las Humanidades, de manos de Barack Obama). Ha escrito guiones, llevados al cine por Spike Lee.
Pero lo decisivo, cuando se embarc¨® en la investigaci¨®n de Kill 'Em and Leave fue el color de su piel, que le permiti¨® llegar a lugares inaccesibles para reporteros blancos. Logra as¨ª establecer el ¨¢rbol geneal¨®gico de James, dinamitando el mito del ni?o abandonado que creci¨® en un burdel. De paso, avisa de que Get on Up, el biopic de 2014, es tan poco fiable como cualquier producto de Hollywood, a pesar de que Mick Jagger figurara en la producci¨®n, m¨¢s o menos como garante de veracidad. Lo cual, como comprobar¨ªamos luego en la serie Vinyl, no garantizaba nada.
No se trata de purificar la reputaci¨®n de Brown. Todos los horrores que se cuentan se sustentan en la realidad: la taca?er¨ªa con los m¨²sicos, la crueldad con sus mujeres, el caos en los negocios. Y aun con todos esos lastres, ocup¨® el centro gravitacional de la m¨²sica afroamericana durante casi toda la segunda mitad del siglo XX. Una carrera extraordinaria, ya que su p¨²blico natural exig¨ªa consistencia y novedad, combinaci¨®n dif¨ªcil para alguien que trabajaba ¡ªecon¨®micamente hablando¡ª en los m¨¢rgenes del negocio, sin el respaldo de las multinacionales que lanzaron a Michael Jackson o Prince.
El escritor James McBride explica las claves de la herencia de James Brown.
Charles Bobbit, que fue su ejecutor durante los a?os de gloria, reconoce aqu¨ª que James Brown vivi¨® bajo el signo del miedo. ¡°?Miedo de qu¨¦?¡±, pregunta el escritor. Miedo del hombre blanco, que le pod¨ªa quitar todo ¡ªlo intent¨® la Hacienda federal¡ª o mandarle a la prisi¨®n, como hicieron en 1989, tras una persecuci¨®n policial que pudo acabar con su vida (y que no hubiera ocurrido si el perseguido hubiera sido Jerry Lee Lewis, por mencionar otro sure?o turbulento).
Lo ratifica la revelaci¨®n m¨¢s cruda de Kill 'Em and Leave: el despojo de su herencia. Dej¨® un testamento supuestamente inexpugnable, que repart¨ªa sus efectos personales entre sus hijos, dejando un fideicomiso para la educaci¨®n de los nietos; el grueso de su fortuna ¡ªderechos de autor, uso de su imagen, etc¨¦tera¡ª iba a una fundaci¨®n para socorrer a ni?os pobres (blancos y negros, especificaba).
Un experto calculaba que, con una explotaci¨®n diligente, aquello pod¨ªa rendir unos 100 millones de d¨®lares. Un pastel demasiado apetitoso para las hienas de Carolina del Sur, un Estado neocolonial donde pol¨ªticos, jueces y abogados ejercen el poder real. Esa jaur¨ªa ha enfrentado a unos sucesores contra otros, generando una impenetrable mara?a de litigios.
Algunos herederos han recibido pellizcos sustanciosos; los bufetes de abogados y los administradores cobran regularmente facturas de seis d¨ªgitos. Y los ni?os que en esos condados dependen de la caridad para recibir material escolar y alimentaci¨®n, no han visto ni un centavo. La ¨²ltima valoraci¨®n reduce el actual valor del legado a unos 4.700.000 d¨®lares (3,8 millones de euros).
Babelia
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