Muere el brasile?o Nelson Pereira dos Santos, padre del Cinema Novo

Nelson Pereira dos Santos, padre del Cinema Novo brasile?o y figura clave del cine latinoamericano, falleci¨® el s¨¢bado a los 89 a?os en el Hospital Samaritano de R¨ªo de Janeiro por un c¨¢ncer de h¨ªgado. Con su muerte, el cine brasile?o pierde a su gran referente, a la figura paternal de las siguientes generaciones. Otro de los cineastas brasile?os importantes, Carlos Diegues, dec¨ªa de ¨¦l: "Siempre tuve miedo de Nelson; un cierto miedo filial de quien teme el juicio que importa porque nunca conoc¨ª persona m¨¢s sabia, capaz de ense?ar de una forma que no te das cuenta de que est¨¢s aprendiendo. Nelson fue quien nos mostr¨® a todos nosotros que era posible hacer un cine diferente en Brasil". Pereira dos Santos concurs¨® cuatro veces en el Festival de Cannes, otras cuatro en la Berlinale, y m¨¢s all¨¢ de premios y reconocimientos, su figura se ha agiganta en el tiempo por su influencia como creador y referente moral para un continente. El escritor Jorge Amado admiraba de ¨¦l su f¨¦rrea conciencia pol¨ªtica "al tiempo que se iba volviendo m¨¢s amplio, m¨¢s abierto. Fue un paulista que se hizo carioca y despu¨¦s perdi¨® toda estrechez regional". Su importancia se demuestra en que su ¨®bito fue anunciado por la Academia Brasile?a de las Letras: fue el primer cineasta de la historia de su pa¨ªs -en 2006- en entrar en la instituci¨®n.

Nacido en S?o Paulo en octubre de 1928, y se sent¨ªa muy orgulloso de sus or¨ªgenes humildes. Tras estudiar Derecho en su ciudad natal y entrar en pol¨ªtica, sigui¨® su formaci¨®n un a?o como cineasta en Par¨ªs, donde estaba exiliado el escritor Jorge Amado, su protector, por la persecuci¨®n a los miembros del Partido Comunista brasile?o.

De regreso a R¨ªo de Janeiro, entonces capital de Brasil, para acabar la carrera, hacer el servicio militar y ser padre, empez¨® a hacer cine y a trabajar en el periodismo. As¨ª empez¨® a filmar una nueva "geograf¨ªa urbana": con Juventude (1950), un documental de 45 minutos filmado en las calles y las favelas, algo que no se hab¨ªa visto jam¨¢s en las pantallas de cine, se lanza a la direcci¨®n y se abre una nueva etapa en el cine brasile?o, que retumba con R¨ªo, 40 grados (1955).? Hace una d¨¦cada, recordaba: "Arrib¨¦ a R¨ªo de Janeiro a los 24 a?os, en 1952, y me choqu¨¦ de frente con las favelas verticales a cuenta de la geograf¨ªa de la ciudad en S?o Paulo donde las favelas son horizontales y distantes de la clase media: no se ven. Ah¨ª mir¨¦ y pens¨¦: aqu¨ª est¨¢ mi texto neorrealista, e invent¨¦ la historia e hice el filme que ya marcaba el aspecto de la violencia urbana que empeora cada vez m¨¢s en el pa¨ªs. La situaci¨®n solo mejorar¨¢ cuando hagamos las reformas agrarias y urbanas".

De esa manera, contribuye, junto a Glauber Rocha, Carlos Diegues, Joaquim Pedro de Andrade, o Paulo Cesar Saraceni, al desarrollo del Cinema Novo, corriente que quiere mostrar la realidad de Brasil, especialmente el mundo rural y las favelas. Sus principales influencias fueron el Neorrealismo italiano y la Nouvelle Vague, y por eso contaba: "Brasil es un pa¨ªs cada vez m¨¢s esclavista, donde los pocos que viven muy bien no tienen el menor compromiso social y humanista: quieren y luchan siempre por situaciones de privilegio econ¨®mico y de poder". Glauber Rocha manifest¨® en su Est¨¦tica del hambre: "Desde Amanda hasta Vidas secas, el Cinema Novo narr¨®, describi¨®, poetiz¨®, discurs¨®, analiz¨® los temas del hambre". El mismo Pereira dos Santos lo explicaba: "Con el Cinema Novo el cine brasile?o comenz¨® su momento de descolonizaci¨®n. Los cineastas que surgieron consiguieron demostrar que pod¨ªan dominar el lenguaje universal del cine y al mismo tiempo tener una gran fidelidad a sus or¨ªgenes culturales. Es el mismo proceso sufrido en d¨¦cadas anteriores con la literatura, la pintura, la m¨²sica. Tuvimos que librar verdaderas batallas para que el cine encontrase su lugar dentro de la sociedad".

Entre las pel¨ªculas de Pereira dos Santos destacan, adem¨¢s de R¨ªo, 40 grados (1955), Vidas secas (1963), El justiciero (1967), Cine de l¨¢grimas (1995) y Brasilia 18% (2006), su ¨²ltima producci¨®n centrada en la corrupci¨®n pol¨ªtica de su pa¨ªs.

En 2006, se convierte en el primer cineasta en ingresar a la Academia Brasile?a de Letras, debido a su afici¨®n por las adaptaciones literarias de autores como Graciliano Ramos (Vidas secas es el ejemplo y con ella gan¨® el premio OCIC de Cannes al mostrar la pobreza extrema del noreste brasile?o con compromiso y compasi¨®n). Con Mem¨®rias do C¨¢rcere obtuvo en 1984 el premio FIPRESCI, el de la cr¨ªtica internacional, en el certamen franc¨¦s.