C¨¦sar Vallejo, el poeta que (casi) predijo su muerte
Varios expertos comentan la obra del autor peruano, fallecido hace 80 a?os, y su enorme influencia literaria
"Probablemente sea el m¨¢s grande poeta latinoamericano del siglo XX¡±. El cr¨ªtico y escritor Julio Ortega habla de C¨¦sar Vallejo. ¡°No se trata de un acto de fe ni, mucho menos, de una competencia deportiva, porque los grandes poetas no tienen ¨¦xito; tienen interlocutores fieles¡±, agrega. Pero ¡°su capacidad de riesgo, su independencia, su demanda de un lector capaz de rebelarse contra una realidad mal hecha¡±, adem¨¢s del ¡°radicalismo po¨¦tico suyo, que puso en duda la funci¨®n referencial del lenguaje¡±, se?alan por encima del resto a un escritor de corta vida e infinita influencia.
El pasado d¨ªa 15, se cumplieron 80 a?os de la muerte de un autor ¡ªsus versos lo definen¡ª ante cuyos mayos desarmados capitularon una noche los abriles grana; que se atrevi¨® a decirle a Dios que no sab¨ªa ser Dios, y que era el hombre el Dios verdadero; que record¨® las cavernas crueles de su ingratitud porque una tarde llov¨ªa en Lima y que habr¨ªa sufrido el mismo dolor que sufr¨ªa aunque su nombre no fuera C¨¦sar Vallejo. Pero que, casualidades de la vida, se llamaba C¨¦sar Vallejo.
¡°Es un poeta impresionante porque puedes haber le¨ªdo un poema toda la vida y, de pronto, lo coges y dices: ?Ah, pero si esto estaba aqu¨ª!¡±, opina la tambi¨¦n poeta Olvido Garc¨ªa Vald¨¦s. ¡°Siempre hay algo nuevo, algo desconocido, en sus palabras. Una muestra de que, en realidad, de Vallejo sabemos cada vez menos¡±. La ganadora del Nacional de Poes¨ªa en 2007 charla con su colega Eduardo Mil¨¢n y el traductor William Rowe sobre la obra de Vallejo en Casa de Am¨¦rica, en Madrid, que ha organizado unas charlas conmemorando los 80 a?os de su muerte.
Vallejo naci¨® en 1892 en Santiago de Chuco, una peque?a localidad al norte de Per¨², y su naturaleza mestiza marc¨® su vida y su obra. Nieto por parte paterna de un sacerdote espa?ol, por parte materna recib¨ªa su herencia chim¨². Publica su primer libro, Los heraldos negros, en 1919, a?o en que se traslada a Lima, donde trabaja como profesor y periodista.
En 1922, aparece su segundo poemario, Trilce, y en 1923 se traslada a Europa, donde sobrevive como corresponsal entre Par¨ªs y Madrid, se afilia al partido comunista y viaja a Rusia. En 1937, escribe Espa?a, aparta de m¨ª este c¨¢liz, donde recoge sus experiencias como defensor de la rep¨²blica, que incluyen la formaci¨®n del Grupo Hispanoamericano de Ayuda a Espa?a junto a Neruda. Muere en 1938 y, ya p¨®stumamente, ver¨ªa la luz Poemas humanos.
Cuatro poemarios es todo lo que necesit¨®: un viaje del modernismo a un lenguaje personal¨ªsimo, con una deriva social al final de su vida, que dejar¨ªa un fuego inextinguible en la poes¨ªa.
¡°Lo importante es el tono¡±, abunda Garc¨ªa Vald¨¦s. ¡°El propio Vallejo lo dice hablando de la traducci¨®n: se pueden traducir las grandes ideas, pero no los grandes movimientos animales. La poes¨ªa trabaja con los movimientos animales de quien escribe y quien lee¡±, a?ade. ¡°Es una fuerza inexplicable pero cambiante¡±, tercia Rowe. ¡°A lo largo de su vida, en su obra se intuye c¨®mo se va cargando de experiencias distintas. La ¨²ltima fase tiene rasgos de poes¨ªa comprometida, pero no lo es, porque la poes¨ªa se coloca siempre por delante, y eso no es poes¨ªa combativa¡±. En esa idea abunda Mil¨¢n: ¡°Vallejo ha tenido una mala recepci¨®n cr¨ªtica, que quiso encasillarlo en el terreno de la poes¨ªa comprometida, y no lo es¡±, explica el poeta paraguayo, que s¨ª insiste en que Vallejo ¡°es un salvoconducto ¨¦tico, en el sentido de llevar la coherencia hasta donde uno pueda¡±. ¡°Vallejo es un modo de enfrentar el mundo a trav¨¦s de la palabra que compromete¡±, sentencia.
Corrosi¨®n del lenguaje
Comprobada la opini¨®n que Vallejo suscita entre poetas, se puede trazar su influencia en medios acad¨¦micos. ¡°La corrosi¨®n que hace Vallejo del lenguaje castellano hace mimesis de los l¨ªmites del pensar racional (cuyo medio era el lenguaje) y apuesta por lo latente en el decir¡±, explica Enrique Bruce, profesor de la peruana Universidad San Ignacio de Loyola. ¡°Tahona estuosa de aquellos mis bizcochos / pura yema infantil innumerable, madre¡±, se lee en Trilce. ¡°Pocos poetas en cualquier idioma ten¨ªan tal fe en lo que su lengua pod¨ªa conjurar¡±, incide Bruce.
¡°Nadie como ¨¦l transmiti¨® el dramatismo ¨ªntimo de la Guerra Civil¡±, defiende Joaquim Marco, de la Universidad de Barcelona. ¡°Pocos lograron penetrar hasta las ra¨ªces de aquella tragedia¡±, agrega. Y lanza una sentencia que define bien la sombra de Vallejo: ¡°Sigue siendo un poeta secreto de lectura inolvidable¡±.
Octavio Paz o Neruda se llevaron a casa un premio Nobel, pero los caminos de la influencia literaria son tan inescrutables como los destinos de los escritores. En Piedra blanca sobre piedra negra, soneto recogido en Poemas humanos, el poeta escribe: ¡°Me morir¨¦ en Par¨ªs con aguacero, / un d¨ªa del cual tengo ya el recuerdo. / Me morir¨¦ en Par¨ªs ¡ªy no me corro¡ª / tal vez un jueves, como es hoy, de oto?o¡±. C¨¦sar Vallejo entr¨® en la historia el 15 de abril de 1938 en Par¨ªs. Llov¨ªa, pero era viernes. Casi acierta.
Babelia
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