Mantillas al poder
Sorprende el complej¨ªsimo equilibrio que mantiene entre la despiadada cr¨ªtica a ciertos aspectos de la Semana Santa y el absoluto respeto a su esencia cultural y religiosa
MI QUERIDA COFRAD?A
Direcci¨®n: Marta D¨ªaz de Lope D¨ªaz.
Int¨¦rpretes: Gloria Mu?oz, Pepa Aniorte, Carmen Flores, Juan Gea.
G¨¦nero: comedia. Espa?a, 2018.
Duraci¨®n: 90 minutos.
Que una frase tan emblem¨¢tica como ¡°todo est¨¢ atado y bien atado¡±, pronunciada por el dictador Franco en el mensaje de Navidad del a?o 1969, reaparezca en una pel¨ªcula de 2018, en boca del p¨¢rroco de una iglesia y en referencia al proceso sucesorio por la presidencia de una cofrad¨ªa de Semana Santa, ofrece una variedad de lecturas que desde luego trascienden la fracci¨®n social para alcanzar a toda una colectividad. Porque he ah¨ª la primera de las grandes virtudes de Mi querida cofrad¨ªa, notable debut en la direcci¨®n de Marta D¨ªaz de Lope D¨ªaz: que cada una de las actitudes de corte patriarcal que surgen en la comedia, en principio en el seno de una instituci¨®n religiosa, sean tambi¨¦n extensibles a los m¨¢s diversos ¨¢mbitos de la vida espa?ola, y siempre en torno al machismo dominante.
Aunque quiz¨¢ lo m¨¢s sorprendente de la pel¨ªcula de D¨ªaz, tambi¨¦n coguionista, sea el complej¨ªsimo equilibrio que mantiene entre la despiadada cr¨ªtica a ciertos aspectos de la Semana Santa y el absoluto respeto a su esencia cultural, social e incluso religiosa. Algo que viene dado no solo por sus di¨¢logos sino, sobre todo, por su visualizaci¨®n, habil¨ªsima amalgama de ridiculizaci¨®n y consideraci¨®n, que tiene en un plano concreto de su protagonista el paradigma de su extra?a armon¨ªa: el de la excelente Gloria Mu?oz delante del trono de la Virgen, como figura noble a la que rendir pleites¨ªa, corona incluida.
Comedia de apariencia negra y cruel, pero de fondo gris claro y flexible, Mi querida cofrad¨ªa es una farsa con evidentes toques de denuncia, que acude en diversas fases de su relato tanto al costumbrismo del sainete como a la ridiculizaci¨®n de diversos aspectos de la contemporaneidad espa?ola, por medio de personajes reconocibles ¡ªdesde el amanerado camarero de la Virgen que interpreta Manuel Mor¨®n hasta el dictador de capillitas al que da juego Juan Gea¡ª, a los que su directora hinca el diente de un modo muy especial: provocando la sangre pero sin llegar a la gangrena; con ostensible irritaci¨®n, pero sin sa?a.
De este modo, su historia de mujeres al borde de un ataque de nervios, claramente inspirada en la pel¨ªcula de Almod¨®var en cuanto a estructura, tono, escenario central y ritmo, y que solo pierde el tempo de comedia y montaje en espor¨¢dicos instantes de corte coral, se presenta como una relativa novedad en el cine espa?ol. La de una pel¨ªcula de vocaci¨®n feminista, que se aleja del drama para re¨ªrse de sus machos cabr¨ªo, y ampliando el c¨ªrculo cr¨ªtico desde su lugar de representaci¨®n hasta cualquier reducto donde a¨²n las mujeres est¨¦n mal vistas como cima del poder.
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