Buscando a Karl desesperadamente
La exhaustiva biograf¨ªa de Marx firmada por Stedman Jones flaquea en el an¨¢lisis de su obra
Los m¨¦ritos y las insuficiencias de esta exhaustiva biograf¨ªa de Karl Marx ¡ªsimplemente Karl para G. Stedman Jones¡ª quedan de manifiesto desde las p¨¢ginas introductorias. El profesor del Queen Mary College parte de reconocer lo que ante todo cuenta en Marx, ¡°las m¨²ltiples ideas que desarroll¨® en un sinf¨ªn de textos notables¡±, su enriquecedora aportaci¨®n a la teor¨ªa social del siglo XIX. A continuaci¨®n introduce algo decisivo para la comprensi¨®n de nuestro Karl: contemplar ¡°sus textos como intervenciones del autor en determinados contextos pol¨ªticos y filos¨®ficos que el historiador ha de reconstruir luego puntillosamente¡±. Es decir, Marx no es solo el te¨®rico que se enfrasca en lecturas dentro de la hoy desaparecida biblioteca del British Museum, sino un hombre que siempre busca con sus intervenciones y con sus ideas una incidencia sobre la realidad pol¨ªtica y social. Y esa proyecci¨®n tiene lugar desde su juventud en un marco compuesto por redes cuyas dimensiones y contenidos ir¨¢n variando, y estrech¨¢ndose, a lo largo de su vida.
De ah¨ª nace el mayor atractivo de la obra de G. Stedman Jones. El campo est¨¢ ya trillado por sucesivos trabajos de investigaci¨®n, entre ellos la biograf¨ªa de Jonathan Sperber, cuya versi¨®n espa?ola public¨® Galaxia Gutenberg, pero eso no impide que en el seguimiento de la trayectoria de Marx nos encontremos ante una inteligente y pormenorizada reconstrucci¨®n de las dimensiones culturales y pol¨ªticas de su vida, a veces con una precisi¨®n microsc¨®pica. Es en este punto donde la biograf¨ªa responde a la met¨¢fora adoptada por el bi¨®grafo del restaurador que devuelve la pintura a su condici¨®n original, presentando conjuntamente a ¡°Marx y sus contempor¨¢neos¡±.
Otra cosa es atenerse reductivamente a la estimaci¨®n de que las intervenciones de Marx estaban ¨²nicamente dirigidas a sus contempor¨¢neos, y no a sus herederos. Tal planteamiento es v¨¢lido como perogrullada, pero olvida que Marx es un te¨®rico de la revoluci¨®n, y que, desde el Manifiesto comunista, tal revoluci¨®n se inserta en la historia y por ello su autor trata de influir sobre la misma de cara al futuro. De otro modo no se entienden su cr¨ªtica al programa de la socialdemocracia alemana o la reiteraci¨®n de que la f¨®rmula de 1852 para la transici¨®n al socialismo deber¨¢ ser la dictadura del proletariado. La consecuencia es la desviaci¨®n del estudio de Stedman Jones al abordar la relaci¨®n entre Marx y el marxismo, cuesti¨®n que no se limita a la representaci¨®n que los marxistas se hicieron de la obra de Marx despu¨¦s de su muerte, tantas veces entre la mitificaci¨®n y el reduccionismo.
El campo est¨¢ ya trillado pero eso no impide que en el seguimiento de la trayectoria de Marx nos encontremos ante una inteligente y pormenorizada reconstrucci¨®n de las dimensiones culturales y pol¨ªticas de su vida
La evoluci¨®n de la ideolog¨ªa en los partidos obreros conllev¨® m¨²ltiples formas de alejamiento del n¨²cleo original elaborado por Marx, algo inevitable dados el encuadramiento hist¨®rico y el car¨¢cter inacabado de la teor¨ªa del fundador, as¨ª como la exigencia de responder desde esos partidos a circunstancias cambiantes. Pero desde ese enfoque no es serio cerrar los ojos a la herencia principal de Marx, que recae sobre Lenin, para bien y para mal. Son muy importantes las puntualizaciones sobre los juicios de Marx acerca de la comuna rural, as¨ª como el contraste de ellos con aportaciones cient¨ªficas coet¨¢neas. No parece, sin embargo, que tal haya sido la consecuencia m¨¢s relevante de las ideas de Karl, hasta el punto de ocupar el ¡°ep¨ªlogo¡± de la biograf¨ªa. As¨ª las cosas, rehuir la vinculaci¨®n de Marx con Lenin es m¨¢s que un olvido. Claro que si solo interesa ¡°la representaci¨®n¡±, el marxismo del siglo XX se limita a ser ¡°una mitolog¨ªa cada vez m¨¢s colosal¡±. Stedman Jones lo declara en el breve pr¨®logo al libro, y se cuida muy mucho de volver sobre la cuesti¨®n para probarlo en sus casi 1.000 p¨¢ginas.
En su elogio desde las p¨¢ginas del Times Literary Supplement, el cr¨ªtico nos dice que ¡°Stedman Jones desarma la doctrina sin desestimar al pensador¡± y trabaja en ello ¡°con la doctrina de un experto en explosivos¡±. M¨¢s bien habr¨ªa que decir que cubre el recorrido de un experto por un campo de minas a fin de que estas no le exploten bajo los pies. En la dimensi¨®n intelectual de la biograf¨ªa encontramos una puntual cr¨®nica de las posiciones doctrinales de su Karl, y casi nunca, salvo en ex¨¢menes como el de El capital o La guerra civil en Francia, falta siquiera el intento de proceder a un an¨¢lisis secuencial de aquellas. As¨ª el lector no puede percibir c¨®mo de 1846 a 1848 va forj¨¢ndose una explicaci¨®n totalizadora de los procesos hist¨®ricos, desde la carta a Annenkov y la cr¨ªtica a Proudhon al Manifiesto comunista, pasando por los fragmentos publicados como La ideolog¨ªa alemana. Con anterioridad, Stedman Jones ofrece de los Manuscritos econ¨®mico-filos¨®ficos una rese?a fr¨ªa, puramente descriptiva, sin la menor apertura a la innovaci¨®n que aporta la teor¨ªa de Marx sobre el trabajo enajenado: vale m¨¢s releer los viejos apuntes de Marcuse. Es importante subrayar c¨®mo en ese acceso a la madurez de Marx el idealismo sigue incidiendo sobre lo que se llamar¨¢ el ¡°materialismo hist¨®rico¡±. Basta comparar la segunda parte del Manifiesto con la primera, y no precisamente para ventaja de aquella. Vuelve a ser un sorprendente indicio de trivializaci¨®n que Stedman Jones renuncie a afrontar lo que ya se presenta en notas y textos como explicaci¨®n de una Zusammensetzung, composici¨®n articulada del sistema social, donde Marx propone una determinaci¨®n de unos niveles por otros, con la base en las fuerzas productivas y el v¨¦rtice en el orden pol¨ªtico, desde cuyo control tiene lugar la generaci¨®n del consenso por la clase dominante. El esquema ser¨¢ discutible, pero no merece ser rehuido.
En distintos episodios significativos, esa atenci¨®n a la rese?a de las posiciones por encima del an¨¢lisis hace pagar su precio. Desde el entusiasmo de Karl por la revuelta de los tejedores de Silesia, donde habr¨ªa que apuntar su error ignorando que se trataba de una actividad en repliegue por el progreso tecnol¨®gico, a la pol¨¦mica con Bakunin, donde ¨¦ste abandona su previa adhesi¨®n al eslavismo pero mantiene una concepci¨®n de origen hist¨®rico ruso sobre el Estado y la revoluci¨®n social. En este punto, Netchaiev es mencionado por Stedman Jones, pero sin detenerse en su aportaci¨®n a la figura del revolucionario, enlace con Lenin. Ni en la argumentaci¨®n racista de Bakunin contra Marx por ser alem¨¢n y jud¨ªo, ni lo que implica su consideraci¨®n de ¡°la gran canalla popular¡± como sujeto de la revoluci¨®n social la reconstrucci¨®n del ideario bakuniano es insuficiente. En suma, estamos ante una exhaustiva cr¨®nica intelectual de la vida de Karl Marx, con una vertiente anal¨ªtica menos lograda.
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Autor: Gareth Stedman-Jones.
Editorial: Taurus (2018).
Formato: tapa dura (888 p¨¢ginas)
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