Palabra de Andr¨¦i Tarkovski
El hallazgo de 90 horas perdidas de lecciones de cine del director ruso abre una puerta in¨¦dita a su voz
La fascinaci¨®n por el cineasta ruso Andr¨¦i Tarkovski, fallecido en 1986 a los 54 a?os en Par¨ªs, no deja de crecer. Su poderosa inteligencia sufri¨® el dolor del exilio, la nostalgia por su tierra natal y la sed de espiritualidad frente a la irrefrenable marcha del materialismo. Nada que no combatiese desde sus intensos largometrajes. Pero Tarkovski tambi¨¦n habl¨®, y mucho. De filosof¨ªa, de est¨¦tica, de ¨¦tica¡ El hallazgo dentro del archivo de la que durante a?os fue su asistente personal, Masha Chugunova, de 90 horas perdidas de lecciones de cine impartidas por ¨¦l entre 1975 y 1981 abre una puerta in¨¦dita a la voz y el pensamiento de un artista capital. La El¨ªas Querejeta Zine Eskola (EQZE) de San Sebasti¨¢n junto con el Instituto de Cinematograf¨ªa Rusa VGIK de Mosc¨² y el Instituto Andr¨¦i Tarkovski de Florencia, trabajan en las restauraci¨®n de estas palabras perdidas, ¡°una de las noticias m¨¢s interesantes de la arqueolog¨ªa f¨ªlmica de los ¨²ltimos a?os¡±, apunta el director de la EQZE, Carlos Muguiro. El objetivo final ser¨¢ que el Instituto Tarkovski publique todas las transcripciones coincidiendo con el 90? aniversario del nacimiento del cineasta, en 2022.
En paralelo a la investigaci¨®n, se ha creado un programa de difusi¨®n y creaci¨®n entorno a esas 90 horas in¨¦ditas. Ma?ana tendr¨¢ lugar la segunda jornada ¡ªla primera fue el pasado diciembre¡ª del proyecto, en el que la voz de Tarkovski es otra vez la absoluta protagonista.
¡°Es un formato nada acad¨¦mico, casi invocatorio, escuchar a alguien hablando casi como un fantasma. Una voz que no se ha escuchado en cuarenta a?os. No usamos im¨¢genes, para que todo sea esa voz y su poder presencial¡±, a?ade Muguiro. Las piezas sonoras de esta ocasi¨®n estar¨¢n dedicadas a los cineastas que Tarkovski admiraba: Bu?uel, Fellini, Bergman, Bresson, Antonioni, Aleksei German, Otar Iosseliani, Grigori Kozintsev, los hermanos Lumi¨¨re, Sergei Parajanov o Andy Warhol. ¡°Al estar sustentadas sobre la voz, con los silencios y las pausas, las dudas, las disgresiones y las preguntas de sus alumnos, las sesiones obligan a un tipo de actitud y atenci¨®n muy particular¡±, explica Muguiro.
Por eso, la escucha de las piezas sonoras se mezcla con una serie de actividades que refuerzan los temas que abordan. El pianista Till Fellner tocar¨¢ Bach y hablar¨¢ de Bu?uel, y los maestros campaneros de Aretxabaleta ilustraran con sus sonidos a los cr¨ªticos Adrian Martin y Cristina ?lvarez, que han realizado un ensayo audiovisual sobre las campanas en Tarkvoski, Bu?uel, Bresson, Paradjanov y Bergman. Adem¨¢s, la sesi¨®n contar¨¢ con Giuseppe Lanci, director de fotograf¨ªa de Nostalgia (1983) y el ensayista Jos¨¦ Manuel Mouri?o, representante del Instituto Tarkovski y uno de los investigadores de los registros sonoros recuperados.
As¨ª la voz del cineasta hablar¨¢, por ejemplo, de Bergman: ¡°Existe la opini¨®n de que Bergman es muy teatral. Pero ?por qu¨¦ es teatral? ?Solo porque trabaja mucho en el teatro o porque tiene actores que proceden de este? No lo s¨¦, sus actores est¨¢n lejos de ser teatrales¡ ?Porque ¨¦l se centra siempre en sus actores? ?Por qu¨¦ habr¨ªa de centrarse en otra cosa? Como si una persona, un actor, no formase parte de la realidad. Hay un error al interpretar el concepto de teatralidad. El artista no est¨¢ obligado a ser naturalista. ?l no est¨¢ obligado a ir a todas partes con un cuaderno y dibujar bocetos del natural ?Por qu¨¦ deber¨ªa un artista observar la vida hasta el punto de pretender imitarla de manera literal? No imites la vida, no es necesario. Crear algo vivo para que se perciba de manera absolutamente clara, eso es, sin necesidad de subrayarlo, la propiedad principal de la imagen cinematogr¨¢fica¡±.
O, a prop¨®sito del cine experimental, de la obra de Andy Warhol y de quiz¨¢ su mayor obsesi¨®n, el tiempo: ¡°En general, el arte y el experimento son cosas que se excluyen mutuamente. He le¨ªdo numerosas consideraciones sobre la vertiente experimental en el arte, lo experimental en el cine, en la pintura, pero debo decir que la propia idea de arte contradice intr¨ªnsecamente esta noci¨®n de experimento. Yo lo entiendo as¨ª. Por experimental entiendo alg¨²n tipo de acci¨®n cuyo resultado es dudoso. Puede funcionar o no. Es por esto que no puede de ninguna manera estar relacionado con un concepto como el de la planificaci¨®n. Si hay dudas, entonces no hay intenci¨®n. En resumen, considero inadecuado hablar de experimentos. Sin embargo, he de reconocer que, en alguna ocasi¨®n, pude ver alguna obra experimental que me interes¨® verdaderamente por c¨®mo abordaba el problema del tiempo. Es decir, por su relaci¨®n con el cine. Hay un filme estadounidense bastante interesante, no recuerdo el nombre de su autor, ten¨ªa tres o cuatro partes¡ no lo recuerdo exactamente, un filme bastante largo en el que aparec¨ªa un hombre dormido. Acostado en la cama y durmiendo. Durante todo el tiempo se le ve dormir. Duerme, duerme durante un tiempo indefinidamente largo y la pel¨ªcula termina cuando este hombre comienza a moverse, abre los ojos y se levanta de la cama. Y debo decir que es esta ¨²ltima acci¨®n la que hizo que el gesto fuese absolutamente deslumbrante. ?Puede haber una observaci¨®n m¨¢s sencilla sobre el paso del tiempo?¡±. Dif¨ªcilmente.
Entre las 90 horas perdidas, 40 pertenecen a lecciones impartidas en cursos para directores de cine y guionistas de Mosc¨² en los a?os 1977 y 1981; otras 40 recogen los numerosos encuentros que el cineasta tuvo con espectadores de diferentes ciudades rusas entre 1976 y 1981 y el resto pertenece a encuentros profesionales con cineastas de Estonia, con t¨¦cnicos y j¨®venes cineastas de la Mosfilm y de la Uni¨®n de cineastas de la URSS o con los protagonistas de su pel¨ªcula de 1979 Stalker, aquel apasionante viaje cuyo destino sigue siendo hoy uno de los arcanos de la historia del cine.
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