Estilo propio, historia truculenta
Rosales se preocupa por crear est¨¦tica con su c¨¢mara, rodando planos muy largos, sin ning¨²n corte
Puedes ver en Cannes exhaustivas muestras de las cinematograf¨ªas m¨¢s ex¨®ticas, siempre producidas o coproducidas con capital franc¨¦s, pero es rar¨ªsimo o simplemente milagroso que seleccionen cine espa?ol. Con las excepciones ancestrales de sus idolatrados Carlos Saura y Pedro Almod¨®var. El resto no existe. Por ello resulta ins¨®lito y de agradecer el cari?o que le profesan a la obra de Jaime Rosales. Jam¨¢s le seleccionan para la Secci¨®n Oficial, pero varias veces le han ofrecido un hueco en secciones paralelas. Su ¨²ltima pel¨ªcula, Petra, ha sido exhibida en la Quincena de los Realizadores. Menos es nada.
Aqu¨ª descubr¨ª a este director con su inquietante ¨®pera prima Las horas del d¨ªa. Desde entonces, Rosales ha creado un cine muy personal, sin concesiones a esa cosa tan despreciada como necesaria llamada comercialidad, manteniendo un rigor implacable con lo que desea hacer. Respeto que tenga tan claro su camino pero como espectador a veces me ha resultado insoportable. En el caso de Tiro en la cabeza y Sue?o y silencio. Otras pel¨ªculas suyas me interesan y me sent¨ª especialmente conmovido con la devastadora Hermosa juventud, un retrato veraz de una pareja joven del extrarradio a la que la vida les va cerrando todas las puertas, con un presente pat¨¦tico y un futuro a¨²n m¨¢s sombr¨ªo.
En Petra, Rosales se preocupa por crear est¨¦tica con su c¨¢mara, rodando planos muy largos, sin ning¨²n corte, invirtiendo los tiempos en los que transcurre la truculenta historia. Describe el viaje de una mujer angustiada que se ha empe?ado en conocer a su verdadero padre deduciendo que es ¨¦l por las confesiones de su moribunda madre. Este, un artista que solo valora el arte en funci¨®n del ¨¦xito y el dinero que genere, un anciano c¨ªnico y despiadado, le presentar¨¢ a la invitada a su resignada esposa y a un hijo con el que vive en perpetuo enfrentamiento. Y a partir de ah¨ª van a ocurrir todo tipo de cosas tr¨¢gicas, indeseadas verdades y mentiras oportunistas, una relaci¨®n que ignora ser incestuosa, venganza aplazada, suicidio, asesinato y finalmente la esperanza representada en una vida nueva, en un poco de luz redimiendo la sordidez anterior.
A la endurecida y dram¨¢tica protagonista la encarna B¨¢rbara Lennie, c¨®mo no. Seguro que hace muy bien lo que le exigen sus directores, pero me siento agotado de verla interpretar una y otra vez el mismo registro. Creo que necesita urgentemente rodar una comedia, huir del abusivo encasillamiento en seres atormentados. Sigo con cierto inter¨¦s lo que ocurre en esta pel¨ªcula. Y es evidente que posee estilo propio. Lo que dudo es si la sofisticada forma de concebir el cine por parte de Rosales va a encontrar alguna vez aut¨¦ntico eco entre el p¨²blico.
Yomeddine, primera pel¨ªcula del director egipcio Abu Bakr Shawky, arranca en una leproser¨ªa, con su desgraciado y tullido protagonista intentando sobrevivir con lo que pilla en los vertederos. Contin¨²a con el viaje de este, acompa?ado por un ni?o que se ha escapado del orfanato para encontrar en un pueblo de las orillas del Nilo a su familia sangu¨ªnea, para pedirles explicaciones de por qu¨¦ cuando era un cr¨ªo se deshicieron de ¨¦l envi¨¢ndole a la leproser¨ªa. Por supuesto, lamento la heroica tarea del leproso y el hu¨¦rfano y les deseo lo mejor. Pero tampoco hay nada que me apasione en su aventurado y miserable retorno a las ra¨ªces de su infierno. La rusa Leto, dirigida por Kirill Serebrennikov, un se?or al que Putin tiene maniatado, est¨¢ centrada en algo tan curioso como un grupo de rock en el San Petersburgo anterior a la Perestroika. Algo ¨¦pico cuando te censuran las letras de las canciones y proh¨ªben a su p¨²blico que exteriorice su alegr¨ªa. La protagonizan m¨²sicos que descubren casi de contrabando y con sensaci¨®n de ¨¦xtasis a Lou Reed, a Bowie, a Talking Heads, a Blondie. Y en medio dos hombres y una mujer viviendo un complicado amor. Rodada en blanco y negro, que se alterna con videoclips en color y dibujos, Leto tiene cierto encanto y puede inspirar ternura. No pasar¨¢ a la historia, pero tampoco es desde?able.
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