Bajo la playa est¨¢n los adoquines
La flexibilidad exaltada durante mayo del 68 ha terminado volvi¨¦ndose contra sus defensores
La conmemoraci¨®n de mayo del 68 nos ha permitido recordar a d¨®nde fueron a parar aquellas reivindicaciones que pretendieron, por una vez, cambiar el mundo y cambiar la vida, es decir, fundir a Marx con Rimbaud. Que parte de aquellas ideas haya ensanchado la base de los derechos civiles entraba dentro de la l¨®gica. Menos previsible era que otra parte terminara en los manuales de direcci¨®n de empresa. El descubrimiento no es nuevo. Lo pusieron por escrito Luc Boltanski y ?ve Chiapello en El nuevo esp¨ªritu del capitalismo (Akal). El problema es que lo hicieron en 1999, un a?o en el que la econom¨ªa crec¨ªa al 3,7%, solo se ve¨ªan burbujas en los gin-tonics deconstruidos y pocos ten¨ªan ganas para escuchar a los aguafiestas.
En su minucioso ensayo ¡ª700 p¨¢ginas¡ª los soci¨®logos franceses distingu¨ªan entre cr¨ªtica social y cr¨ªtica art¨ªstica. La primera ¡ªque reclamaba justicia¡ª afeaba al capitalismo la miseria y la desigualdad que produce. La segunda ¡ªque reclamaba libertad y hasta los sesenta hab¨ªa sido cosa de minor¨ªas¡ª le reprochaba su alienante opresi¨®n de la vida personal. Si a la altura de 1968 el Estado de Bienestar hab¨ªa integrado parte de la primera cr¨ªtica, ?qui¨¦n ha integrado la segunda a la altura de 2018? El llamado mercado de trabajo. Esa es la conclusi¨®n a la que llegaron Boltanski y Chiapello despu¨¦s de repasar toneladas de manuales de management. La exaltaci¨®n de la creatividad y la flexibilidad han conquistado las facultades de Empresariales. Tanto que resulta dif¨ªcil distinguir si es el monarca absoluto o la guerrilla que lo combate quien defiende la organizaci¨®n en red, la movilidad y la disponibilidad 24 horas al d¨ªa y 7 d¨ªas a la semana. Internet no ha hecho m¨¢s que ahondar en esa confusi¨®n. El aut¨®nomo que triunf¨® en el vocabulario antagonista del 68 se ha transformado hoy en el falso aut¨®nomo. Ensayos recientes como los de Jonathan Crary ¡ª24/7 (Ariel)¡ª, Byung-Chul Han ¡ªPsicopol¨ªtica (Herder)¡ª, Alberto Santamar¨ªa ¡ªEn los l¨ªmites de lo posible (Akal)¡ª o Remedios Zafra ¡ªEl entusiasmo (Anagrama)¡ª transitan por el mismo camino.
En honor a la verdad habr¨ªa que decir que un a?o antes que Boltanski y Chiapello fue Richard Sennett el que analiz¨®, sin ponerle nombre, ese nuevo capitalismo del esp¨ªritu. Lo hizo en La corrosi¨®n del car¨¢cter (Anagrama), donde alertaba de las consecuencias de una flexibilidad que, convertida en ¡°el tiempo de un nuevo poder¡±, produce desorden ¡°pero no libera de las restricciones¡±. La explotaci¨®n ha sido sustituida por¡ la autoexplotaci¨®n. Veinte a?os despu¨¦s de que Sennett publicara su libro, el mundo se ha llenado de emprendedores, mejor dicho, el d¨ªa se ha llenado de emprendedores. Como dec¨ªa aquel gran r¨®tulo del siglo XX, el teletrabajo os har¨¢ libres. Como dice el citado Crary, dormir es de perdedores.
En 1992 la burbujeante Expo de Sevilla encarg¨® a Rogelio L¨®pez Cuenca un proyecto de arte p¨²blico al que este respondi¨® con una serie de se?ales destinadas al recinto de la Cartuja. Una de ellas daba la vuelta al exitoso lema sesentayochista y rezaba: ¡°Bajo la playa est¨¢n los adoquines¡±. El proyecto fue censurado y las se?ales terminaron en el Reina Sof¨ªa. Dos pueden verse en la puerta del Edificio Nouvel, entre la calle y la reserva india.
Babelia
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