Un ensayo sobre la precariedad de los creadores en la Red, premio Anagrama
La andaluza Remedios Zafra denuncia en ¡®El entusiasmo¡¯ el enga?o y la desilusi¨®n de los autores en la era digital
Se hace con toda la ilusi¨®n del mundo, la mayor¨ªa de los casos sabiendo que no se cobrar¨¢ nada o apenas, porque se piensa que uno contribuir¨¢, en el fondo, a un mundo mejor; y bueno, tampoco se es tonto del todo: es tambi¨¦n una manera de buscar reconocimiento y obtener cierta visibilidad... As¨ª trabaja y colabora, con mucha precariedad y voluntarismo, buena parte de artistas, escritores e investigadores en la Red. Pero en el fondo no deja de ser una muy moderna forma de precarizaci¨®n del proletariado de la cultura¡ y de todo y en todas partes. O as¨ª lo ve al menos Remedios Zafra (Zuheros, C¨®rdoba, 1973), escritora y profesora de la Universidad de Sevilla, especialista en el estudio cr¨ªtico de la cultura contempor¨¢nea, en El entusiasmo. Precariedad y trabajo creativo en la era digital, con el que ha obtenido el 45??premio Anagrama de ensayo (8.000 euros).
¡°Nos han hecho creer que somos libres, cuando se controla m¨¢s que nunca nuestro destino¡±, ley¨® la profesora Zafra en el trabajo de uno de sus estudiantes. ¡°Pens¨¦ que a ese escenario de precariedad y confusi¨®n, esa fuente de frustraci¨®n que pesa en esa generaci¨®n que no deja de ser tambi¨¦n la m¨ªa, hab¨ªa que darle una respuesta y eso es este libro¡±, apunta la ensayista, de discurso hondo tras un pelo de rubio platino cortado ¨¤ la gar?onne y vestido negro, a juego con el maquillaje de los ojos y en contraste con el carm¨ªn de los labios.
Con voluntad de zarandear al lector (lo escribi¨® bajo la espada de Damocles de unos serios problemas oculares hereditarios que ¡°me hicieron pensar que ser¨ªa mi ¨²ltimo libro: lo redact¨¦ en blanco sobre fondo negro por indicaci¨®n m¨¦dica¡±), Zafra aborda la no menos angustiosa sensaci¨®n de precariedad de una generaci¨®n atenazado entre el nuevo marco neoliberal y el mundo en Red, donde ¡°el trabajo parece casi una afici¨®n, siendo uno siempre eterno candidato o aspirante¡±, lo que genera ¡°ansiedad, conflicto, la aniquilaci¨®n del tiempo pensativo y el saltar constantemente de ah¨ª para all¨¢ en esta l¨®gica laboral¡±. El mundo conectado no ha hecho m¨¢s que agravar ese cuadro: ¡°El nuevo contexto digital parece que obliga a tener una apariencia de disponibilidad total, es una mayor opresi¨®n para reforzar modelos precarios; la Red tiene muchas zonas de sombra¡±.
Nuevo jurado para un premio que no obten¨ªa el permiso
Exactamente 104 originales procedentes de 13 pa¨ªses se han presentado este a?o a la 45? edici¨®n de un premio que ha visto totalmente remozado su jurado, formado este a?o por Jordi Gracia, Chus Mart¨ªnez, Joan Riambau, Daniel Rico y la propia editora Silvia Ses¨¦, encargada de seleccionarlos como hizo en su momento el fundador de la editorial Jorge Herralde, que en el erial de este tipo de convocatorias en la Espa?a del tardofranquismo eligi¨® entonces a Juan Benet, Salvador Clotas, Hans Magnus Enzensberger, Luis Goytisolo y Mario Vargas Llosa. No le fue f¨¢cil: tard¨® m¨¢s de un a?o para conseguir el entonces obligatorio permiso gubernamental. Hubo, incluso, alg¨²n momento de des¨¢nimo, que Goytisolo ataj¨®, mientras Clotas y Vargas Llosa ayudaron al editor a redactar las bases. La voluntad de encontrar un texto tan bueno, riguroso y apegado a los tiempos como que no tuviera un regusto acad¨¦mico hizo que en la primera edici¨®n, de 1972, quedara desierto. El esp¨ªritu parece mantenerse.
En toda esta situaci¨®n, la ganadora acusa de ¡°c¨®mplice¡± a la Academia, ¡°ensimismada en ¨ªndices de impacto y evaluaciones, reforzando situaciones de interinos, aut¨®nomos, investigadores en eterna formaci¨®n, con lo que s¨®lo se consigue neutralizarlos y apagar su entusiasmo¡±. Ese aspecto es algo m¨¢s que el t¨ªtulo del ensayo. ¡°Son personas que est¨¢n obligados a entusiasmarse en un sistema productivo que aplaza eternamente ese entusiasmo de la creaci¨®n que nos arrastra¡±.
Con habilidad, seg¨²n ha elogiado el jurado, Zafra envuelve ese discurso te¨®rico con un juego de espejos a partir una propuesta formal que bordea la f¨®rmula cl¨¢sica de la f¨¢bula a partir de una joven Sibila, que ha tomado prestada en parte de su propia autobiograf¨ªa. ¡°Me gustan las figuraciones pol¨ªticas y Sibila es una mujer en precario, que se enfrenta a compa?eros para engordar el curr¨ªculo con labores que ni siquiera te pagan, con la inestabilidad laboral y familiar que ello comporta, una situaci¨®n que se alarga ya a gente que hoy bordea la cuarentena o m¨¢s¡±, cita quien mantiene una tutor¨ªa que la lleva a viajar a Madrid por apenas 100 euros. ¡°Casi pago por trabajar¡±, resume.
En realidad, Zafra ha fraguado su estilo en una ya dilatada bibliograf¨ªa, traducida ya al italiano y al ingl¨¦s, siempre centrada en una mirada muy cr¨ªtica sobre la cultura actual y tambi¨¦n en el estudio sobre identidad y g¨¦nero. En esa l¨ªnea, es autora, entre otros, de los libros (h)adas. Mujeres que crean, programan, ¡®prosumen¡¯, teclean; Un cuarto propio conectado. (Ciber)Espacio y (auto)gesti¨®n del yo; #Despacio; o Netianas. N(h)acer mujer en Internet. El Anagrama de Ensayo no es el ¨²nico galard¨®n en su curr¨ªculo, donde sobresalen los premios Meridiana de Cultura (2014); el de las Letras El P¨²blico y el M¨¢laga de Ensayo (ambos en 2013); el de Comunicaci¨®n de la Associaci¨® de Dones Periodistes de Catalunya (2010); el de Caja Madrid (2004); o el Carmen de Burgos (2000).
Admite la ganadora que su libro, que se publicar¨¢ en noviembre, expone m¨¢s las contradicciones del sistema que propone soluciones, que en todo caso pasar¨ªan por lo que ha bautizado como ¡°el elogio del p¨¢rpado¡±, que ya asomaba en su libro Un cuarto propio conectado: ¡°Se trata de frenar, buscar un tiempo de desconexi¨®n, romper con la estrategia de la velocidad, que no deja de ser una deriva de las estrategias de la precariedad¡±.
Incluso el mismo excesivo entusiasmo de estos creadores o intelectuales puede ser un peligro, seg¨²n Zafra: ¡°En la Red se trata de ser visto, se equipara lo m¨¢s valioso a lo m¨¢s visto y es evidente que cuanto m¨¢s radical y entusi¨¢stico te muestras, m¨¢s visibilidad tienes¡ Hubo una vez un profesor que me dijo: ¡®Eres tan maravillosa en tu entusiasmo que es imposible no abusar de ti¡±.
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