Tracey Thorn: ¡°Me basta con cierta dosis de ¨¦xito que no sea ni burdo ni chapucero¡±
La cantante y compositora brit¨¢nica regresa con un ¨¢lbum de vitalismo electr¨®nico en el que mira a su pasado y desaf¨ªa el presente
¡°Hombrecito, eres tan cr¨ªo. Aparta tus pu?os. Nadie ha amado nunca a alguien al que teme. No me fastidies, que ir¨¦ a por ti y ver¨¢s que has mordido m¨¢s de lo que puedes masticar¡±. Encendida y desafiante suena la inglesa Tracey Thorn (Hatfield, 1962) en Sister, tema vertebral de su nuevo disco. La letra podr¨ªa inspirarse en la ola femenina en curso de hartazgo y reivindicaci¨®n , pero, en realidad, ella se anticip¨®: ¡°Lo escrib¨ª hace un a?o, cuando ya hab¨ªa entrado a grabar en el estudio. No mucho antes ni siquiera ten¨ªa claro que fuera a hacer un ¨¢lbum¡±.
Dicho trabajo, titulado simplemente Record, supone el cuarto cap¨ªtulo en solitario de Thorn tras el fin de Everything But The Girl (su d¨²o con Ben Watt de 1982 a 2000) y el primero de canciones propias en casi ocho a?os. ¡°En los que nos han ocurrido cosas a m¨ª y al mundo. Este ha cambiado, como mi estado de ¨¢nimo. Hay fen¨®menos que me deprimen o me rebelan¡±. Valgan dos ejemplos: el desnortado Londres aludido en Smoke y la esclavitud de las redes sociales (en Face) donde Thorn no pierde comba. ¡°No reconozco el Londres al que yo me mud¨¦ en los ochenta, me irrita c¨®mo la gente ha sido expulsada de ¨¢reas llenas de pisos de lujo vac¨ªos. Liquida la diversidad que un d¨ªa me atrajo. Y las redes impiden escapar del todo de tu vida pasada: los ex siempre te pueden espiar¡±. Tracey habla por otros: lleva unida sentimentalmente a Ben Watt desde que ambos estudiaban en la universidad de Hull.
En cualquier caso, el tono de Record difiere del intimismo de su antecesor, Love and its opposite (2010): ¡°No quer¨ªa firmar otro disco suave y calmado como ese. Buscaba animaci¨®n y desaf¨ªo en positivo, con letras directas¡±. Y de hecho, le ha salido un trabajo burbujeante y a menudo bailable rendido al synth pop, frente a la tendencia folk del previo (en la l¨ªnea de A distant shore, su debut juvenil antes de la fama a d¨²o) y el terreno mixto, entre lo ac¨²stico y lo electr¨®nico, de Out of the woods (reflejo solista en 2007 de las dos etapas de Everything But The Girl).
Thorn no incluye ninguna versi¨®n por primera vez en su carrera en solitario, que alberg¨® hace un lustro hasta un ¨¢lbum navide?o pleno de covers de exquisitos del pop. ¡°Se puede decir que Record supone mi proyecto m¨¢s unificado¡±. Para el que ha vuelto a recurrir a su mano derecha, el productor Ewan Pearson, maestro de los beats. ¡°Conocemos nuestros fuertes y nuestras limitaciones. ?l puede lograr tecnol¨®gicamente todo lo que a m¨ª se me escapa, pero tambi¨¦n comprende mi lenguaje y es un fan de la canci¨®n pop¡±.
Thorn lanz¨® antes del ¨¢lbum un sencillo irresistible: Queen. ¡°En ¨¦l me pregunto qui¨¦n soy musicalmente. ?Esa persona? ?Todav¨ªa soy esa? ?Lo fui en verdad alguna vez? Un estado de incertidumbre que no afecta mi est¨ªmulo. Y despliego impresiones encontradas sobre el ¨¦xito o la fama¡±. Aunque oscilar entre el estado de culto y la repercusi¨®n que obtuvo con Everything But The Girl le va como un guante: ¡°Una posici¨®n ideal para m¨ª¡±. Y mira con curiosidad a las superestrellas: ¡°He le¨ªdo hace poco un libro sobre Robbie Williams. Me fascina que los astros posean personalidades compulsivas en pos del amor de las masas. A m¨ª no me sucede. Siempre me he sentido bastante conforme con mi vida y creo tener un l¨ªmite para mis ambiciones: me basta con cierta dosis de ¨¦xito que no sea ni burdo ni chapucero¡±.
La nueva colecci¨®n mira tambi¨¦n a la adolescencia de Tracey en un par de cortes: Air y Guitar. El primero menciona su voz grave de origen (¡°con las giras desarroll¨¦ una tesitura m¨¢s alta y ahora, por la edad, he superado incluso aquella profundidad¡±), mientras que la segunda expone una epifan¨ªa: la primera canci¨®n que aprendi¨® a las seis cuerdas, A teenager in love de Dion and the Belmonts. De profesor, un infausto novio. ¡°Yo no lo sab¨ªa entonces, pero eso lo cambi¨® todo. Es un canto de amor a mi guitarra¡±.
Entre los colaboradores del disco, la secci¨®n r¨ªtmica del grupo Warpaint o la garganta de Corinne Bailey Rae, ¡°una gran voz en ocasiones infravalorada. Escribi¨® el arreglo para su parte vocal en Sister y la grab¨® en su estudio dom¨¦stico¡±. Algo que recuerda la aportaci¨®n de Thorn en los noventa a la c¨¦lebre Protection del tr¨ªo brit¨¢nico Massive Attack: ¡°No me dieron ninguna pauta ni me dijeron despu¨¦s qu¨¦ les hab¨ªa parecido¡±, se sorprende a¨²n y lo airea, a diferencia de en otros tiempos.
En los actuales, cuando sus hijos inspiran canciones porque ya salen de noche (Babies) o se van de casa (Go), Tracey afirma haberse ¡°liberado del atasco de la mediana edad y recibido un subid¨®n vital de energ¨ªa¡±. Esta le da para dos libros de momento, uno de memorias (Bedsit disco queen, 2013) y otro sobre el arte de cantar (Naked at the Albert Hall, 2015), y para una columna peri¨®dica en New Statesman desde 2014 (¡°el periodismo pudo ser mi actividad si no se hubiera cruzado la m¨²sica. De cr¨ªa, so?aba con escribir en New Musical Express¡±). Otra cosa son las actuaciones en directo, a las que no regresa: ¡°Ya no tengo aquel deseo de viajar con una banda que de joven me permit¨ªa superar mi miedo esc¨¦nico. Ahora no soy capaz. Y tampoco lo necesito¡±.
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