Llueve sobre mojado en la Feria del Libro de Madrid
En un inicio marcado por el mal tiempo, el sector teme que la cita no sirva para remontar un a?o que no ha empezado bien
Una boda que pasaba por all¨ª, novios de blanco e invitados de rojo y morado, era casi la ¨²nica nota de color en la pl¨²mbea ma?ana con la que Madrid ha recibido la Feria del Libro este viernes. Gris el cielo y grises las caras de libreros, editores y alg¨²n lector despistado. Los escritores que ten¨ªan que firmar a esa primera hora hac¨ªan como si no estuvieran all¨ª. Con la inauguraci¨®n oficial suspendida por la lluvia, algo que no ocurr¨ªa desde 1982, y los ¨¢nimos algo alterados, la gran cita del sector editorial en Espa?a empezaba con quejas de unos y otros. ¡°Sin comentarios. Es lo peor que hemos visto en 32 a?os que llevamos viniendo a la feria¡±, coment¨® a EL PA?S Antonio M¨¦ndez, de Librer¨ªa M¨¦ndez, que recoge las quejas del sector tras la decisi¨®n del Ayuntamiento de cerrar el jueves el Retiro por una alerta por viento. Todav¨ªa hab¨ªa algunos abriendo cajas llenas de libros a media ma?ana, y las ganas de poner buena cara al mal tiempo se mezclaban con la desilusi¨®n.
La Feria del Libro de Madrid es un momento esencial para medir el estado del sector, que no ha arrancado bien el a?o. 600.000 ejemplares vendidos, diez millones en ingresos y dos millones de visitantes son cifras de 2017, que la organizaci¨®n espera superar este a?o. Si el tiempo respeta, y por ahora no lo ha hecho. El aumento del consumo en los hogares espa?oles no se refleja en la misma medida en el negocio editorial. ?Por qu¨¦? ¡°Todav¨ªa no ha pasado lo peor. Estamos mejor poco a poco, pero dependemos mucho del furor econ¨®mico. Esa compra compulsiva del que va a por un libro y se lleva tres depende mucho de c¨®mo vaya la cuenta bancaria de esa persona¡±, cuenta a EL PA?S Juancho Pons, presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL).
El sentimiento generalizado entre los libreros en esta 77? edici¨®n es que se ha entorpecido su labor, y que al milagro de meter una librer¨ªa en cuatro metros cuadrados de caseta hay que a?adir otras dificultades. ¡°Es un boicot de la gerencia del parque, que no quieren que se celebre aqu¨ª, son palos en las ruedas¡±, asegura Jos¨¦ Garc¨ªa, de librer¨ªa Visor, que pone la voz beligerante al discurso. ¡°Si la feria se va del Retiro se muere. Es distinta a todo lo que hay por el mundo porque est¨¢ aqu¨ª¡±, a?ade M¨¦ndez ante la posibilidad de que se traslade a Madrid R¨ªo. ¡°La feria se tiene que quedar en el Retiro¡±, suelta una lectora espont¨¢nea que se est¨¢ interesando por Mircea Cartarescu, escritor rumano, pa¨ªs invitado este a?o.
Los editores han sido los que m¨¢s han perdido en el nuevo reparto de espacios. ¡°Es cierto que hay una presi¨®n medioambiental, pero hay que sentarse a hablar y buscar soluciones, que siempre se puede¡±, asegura Antonio Mar¨ªa ?vila, director ejecutivo de la Federaci¨®n de Gremios de Editores de Espa?a. El Ayuntamiento ha limitado otras actividades que se celebran a lo largo del a?o en el parque que acoge la feria, pero afirman que su celebraci¨®n all¨ª no corre peligro.
En Espa?a se producen cada vez m¨¢s libros y los ¨ªndices de lectura mejoran a?o a a?o, pero sigue siendo un pa¨ªs donde el 40% no lee nunca o casi nunca y donde por cada libro comprado se piratean tres. A la hora de comer sale algo el sol, pero cuando se recuerdan estos datos entre los profesionales que asisten a la Feria, las caras vuelven a adquirir el color del cielo nublado.
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