Poemas que caen como bombas

La gente se re¨²ne para mirar al cielo. Lo hace en lugares en los que el paisaje celeste tiene una memoria tr¨¢gica. En silencio, inm¨®viles, todas las personas esperan la llegada de algo desconocido, como si tras las nubes se escondiesen los secretos de su futuro y la cura para un pasado herido. Entonces, de entre las nubes, como ocurre en las memorias b¨¦licas, surge un helic¨®ptero del que comienzan a desprenderse marcap¨¢ginas que giran en el aire como trenzas en el viento. Son los poemas que curan la historia de los pa¨ªses. Es el colectivo chileno Casagrande bombardeando las plazas con poes¨ªa. Ocurri¨® en Santiago de Chile, Dubrovnik, Gernika, Varsovia, Berl¨ªn, Londres y Mil¨¢n, todas ellas ciudades arrasadas por el fuego. Este jueves ocurrir¨¢ en Madrid.

Nuestro nacimiento ya fue pol¨ªtico, ya que somos hijos de 1973, el a?o en que la dictadura de Pinochet derroc¨® a Salvador Allende

La Plaza Mayor ser¨¢ testigo del octavo bombardeo de poemas de Casagrande, un grupo de cuatro poetas multidisciplinares y con clara vocaci¨®n performativa. ¡°Nuestro nacimiento ya fue pol¨ªtico, ya que somos hijos de 1973, el a?o en que la dictadura de Pinochet derroc¨® a Salvador Allende¡±, afirma Joaqu¨ªn Prieto, uno de sus miembros. El origen del colectivo se fragu¨® en dos frentes: el primero, la amistad que un¨ªa a Joaqu¨ªn y Crist¨®bal Bianchi desde el colegio; el segundo, el de las becas para poetas j¨®venes de la Fundaci¨®n Pablo Neruda, donde Crist¨®bal conoci¨® a los otros dos miembros, Julio Carrasco y Santiago Barcaza.

¡°Desde la universidad ten¨ªamos la idea de expresar las cosas que nos estaban pasando de un modo diferente. A uno de nuestros amigos se le muri¨® la mam¨¢ y montamos un grupo de m¨²sica tropical para que cumpliese su sue?o de ser vocalista, aunque muchos de nosotros no ¨¦ramos m¨²sicos¡±, explica Prieto. ¡°As¨ª naci¨® La Sonora Casagrande el Sol Tropical¡±, la banda de m¨²sica que ser¨ªa el germen de Casagrande. A partir de 1996, el colectivo se constituy¨® como una revista, de la que publicaron seis n¨²meros impresos hasta tocar techo con su s¨¦ptima entrega. ¡°Ah¨ª decidimos empezar a romper con los formatos, haciendo una revista en vinilo que marcar¨ªa lo que har¨ªamos despu¨¦s¡±, se?ala Julio Carrasco.

Al principio, sufragaban todos sus gastos con enormes fiestas que realizaban en el ambiente universitario. Pero fue su octavo n¨²mero, la edici¨®n Transitable, la que dispar¨® su fama en Chile. Para ¨¦l, contaron con la colaboraci¨®n del Metro de Santiago, y colocaron una p¨¢gina de la revista en cada estaci¨®n. ¡°Quer¨ªamos que la gente dejase de ser solo transe¨²nte del espacio p¨²blico para pasar a ser pasajera de la revista¡±, a?ade Carrasco. Y fue entonces, con la ciudad conquistada, cuando decidieron asumir el control del cielo.

Su primer bombardeo de poemas tuvo lugar en marzo de 2001, y se efectu¨® sobre el Palacio de la Moneda, en Santiago de Chile. ¡°Sentimos que la percepci¨®n de la historia chilena cambi¨® a partir del primer acto. Por eso buscamos hacerlo en otras ciudades, porque quer¨ªamos que todo el mundo sintiese lo que hab¨ªamos sentido nosotros¡±, afirma Julio Carrasco. Desde Santiago marcharon a Croacia, donde cuentan que la gente comentaba: ¡°Dubrovnik ha sido bombardeada tres veces. La primera, por Napole¨®n; la segunda, en la Guerra de los Balcanes. Esta es la tercera¡±. Su recorrido se prolong¨® por Gernika. Joaqu¨ªn Prieto recuerda, estremecido, c¨®mo al terminar el lanzamiento sobre la localidad vizca¨ªna, pregunt¨® a un superviviente del ataque a¨¦reo del 37 qu¨¦ le hab¨ªa parecido el bombardeo. ¡°?Cu¨¢l de ellos, este o el primero?¡±, le contest¨®.

Tras pasar por Varsovia aterrizaron en Berl¨ªn. De ah¨ª sacan su an¨¦cdota m¨¢s memorable. ¡°All¨ª me aloj¨¦ en casa del poeta alem¨¢n Tom Bresemann, que entonces estaba empezando una relaci¨®n con una chica¡±, explica Carrasco. ¡°Ella acudi¨® al lanzamiento, y el ¨²nico poema que recogi¨® result¨® ser precisamente de ¨¦l. Entonces no estaba segura de la relaci¨®n, pero interpret¨® ese acto como un s¨ªmbolo. La gente, cuando algo le cae del cielo, lo interpreta como algo oracular¡±, sentencia, antes de recordar, entre risas: ¡°cuando realizamos el acto en Londres, dos a?os despu¨¦s, vinieron los dos juntos con su beb¨¦. As¨ª que empezamos a promocionarnos de ese modo: si quieres un beb¨¦, ven al bombardeo¡±.

Sus lanzamientos siempre se efect¨²an del mismo modo. Se arrojan 100.000 marcap¨¢ginas desde un helic¨®ptero, cubiertos con poemas de 50 autores chilenos y 50 del pa¨ªs que se bombardea. La ¨²nica excepci¨®n fue el caso de Londres, donde, al enmarcarse el acto en la preparaci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos de 2012, tuvieron que incluir a un autor de cada uno de los pa¨ªses participantes.

Adem¨¢s de los bombardeos, el Colectivo Casagrande lleva a cabo muchos otros actos de car¨¢cter performativo. Entre los m¨¢s llamativos de su historial se cuentan la puesta en escena de un enorme mu?eco hinchable de Pinochet bajo el nombre de Proyecto King Kong, la recogida de cartas de ni?os para enviarlas a la Estaci¨®n Espacial Internacional o varias sesiones de espiritismo para hablar con Pablo Neruda, Vicente Huidobro o Alejandra Pizarnik. En la sesi¨®n de esta ¨²ltima, celebrada en Buenos Aires, aseguran que se conform¨® ¡°una din¨¢mica social muy ¨ªntima, como de sensaci¨®n de culpa por su suicidio¡±. ¡°Al final del acto, Fernando Noy, artista performer que fue amigo de Pizarnik, se acerc¨® a nosotros y nos asegur¨® que Alejandra hab¨ªa estado all¨ª¡±, comenta Barcaza. Dijo: ¡°La sent¨ª tan cerca¡±.

Todo ello lo llevan siempre a cabo, adem¨¢s de con su evidente voluntad de transgresi¨®n pol¨ªtica, con la ambici¨®n de ¡°trasladar la poes¨ªa a modelos m¨¢s tradicionales, para explorar sus propias posibilidades¡±. ¡°Si te cae un poema del cielo, lo tienes que leer¡±, sentencia Carrasco. Ahora le toca el turno a Madrid, cuyo cielo llover¨¢ poes¨ªa el jueves. Y la gente se empapar¨¢.