La caja negra de Ingmar Bergman
Los diarios in¨¦ditos del cineasta ven la luz simult¨¢neamente en Suecia y Espa?a para celebrar el centenario de su nacimiento
¡°Cuando yo nac¨ª en el mes de julio de 1918 mi madre ten¨ªa la gripe, mi estado general era malo y me hicieron un bautizo de urgencia en el hospital". En el arranque de sus c¨¦lebres primeras memorias, La linterna m¨¢gica (1987), Ingmar Bergman (Uppsala, 1918 - F?r?, Gotland, 2007) ya dejaba asomar ese f¨¦rtil ¡ªy l¨²cido¡ª p¨¢nico a la vida que caracteriz¨® su exigente y torturado car¨¢cter. Una debilidad innata que su inteligencia, valent¨ªa y humor supieron transformar en una de las p¨¢ginas m¨¢s apasionantes de la historia del cine y del teatro. En busca de luz para sus ahogos existenciales, el creador abri¨® caminos ignotos en ambos lenguajes.
La publicaci¨®n de sus diarios de trabajo in¨¦ditos, simult¨¢nea en Suecia y Espa?a y coincidente con el centenario de su nacimiento, abre un nuevo cap¨ªtulo en el intento de comprender a un hombre que conquist¨® en vida la condici¨®n de mito. Editados en Espa?a por N¨®rdica, Cuaderno de trabajo 1955-1974 es una puerta de entrada no solo a su forma de trabajar (¡°a su cocina como creador¡±, explica el editor espa?ol, Diego Moreno) sino a esos volubles y azarosos estados de ¨¢nimo que persiguieron de por vida al director de Persona. Parafraseando una cita de Strindberg que el propio Bergman apunta en sus notas, ¡°la vida es corta pero puede ser larga mientras dura¡±.
Hombre en permanente zigzag an¨ªmico, escribe el 30 de mayo de 1957: ¡°C¨®mo mierda se va a poder hacer algo en este clima ps¨ªquico tan l¨¢bil de tormentas perpetuas¡±. Apenas unos meses despu¨¦s, en diciembre: ¡°Bastante animado por los ¨¦xitos (?) de Fresas salvajes se me ocurre una serie de nuevas ideas sobre lo que deber¨ªa hacer este verano. Aunque puede que sean ideas faltas de solidez. De todos modos es estupendo pensar en esas cosas. Y mientras sea as¨ª no se va todo a la mierda, supongo¡±.
Para Jan Holmberg, editor del volumen y director de la Fundaci¨®n Ingmar Bergman, la edici¨®n de los diarios es el gran acontecimiento relacionado con el centenario del nacimiento del cineasta. ¡°Y no exagero si adem¨¢s digo que estos diarios son una de las grandes contribuciones a la cultura de Bergman¡±. Los diarios completos arrancan en 1939 y acaban en 2001, un a?o antes de que el director de Un verano con M¨®nica entregase todo su archivo personal (45 cajas) al Instituto Sueco del Cine con la condici¨®n de que fuese administrado por una fundaci¨®n independiente. 60 a?os de vida y trabajo concentrados en cartas, manuscritos, fotograf¨ªas, borradores y diarios, escritos siempre en sencillos cuadernos de papeler¨ªa, todos iguales. Durante a?os, la fundaci¨®n que Holmberg dirige desde 2002 ha estado embarcada en descifrar la a veces ilegible letra del cineasta.
M¨¢s en oto?o
El primer volumen, el que ahora sale a luz, se completar¨¢ con uno m¨¢s el pr¨®ximo oto?o. Seg¨²n Holmberg, los primeros a?os se han descartado porque son dispersos, ¡°pero a partir de los a?os 50, Bergman se vuelve meticuloso y se ponen interesantes¡±. Junto a sus ideas y desarrollos de trabajo, tambi¨¦n anota asuntos mucho m¨¢s banales, como el tiempo o las personas que va conociendo. "Pero sin duda", contin¨²a el director de la fundaci¨®n, "lo m¨¢s fascinante son sus reflexiones sobre la vida y el trabajo en general, porque ofrece una puerta de entrada no solo interesante para los expertos de su cine. Uno siente que est¨¢ ah¨ª, junto a ¨¦l, mientras crea y mientras sufre de ansiedad, miedo y depresiones. Lucha contra esa ansiedad escribiendo sobre ella, tambi¨¦n bromea con sus depresiones. No hago ning¨²n diagn¨®stico porque no soy psiquiatra, pero al leerlo uno vive de cerca ese sufrimiento, que al d¨ªa siguiente se torna en luz para volver otra vez a la amargura y al odio por todo el mundo. A veces resulta terrible, y otras solo quieres abrazarle. Pero al leerlo tambi¨¦n se percibe su sentido del humor, su capacidad para tomar distancia de si mismo y juzgarse desde esa distancia¡±.
Para la traductora del volumen espa?ol, Carmen Montes Cano, los diarios funcionan como un testimonio del proceso creativo. ¡°Era la manera de fijar lo que quer¨ªa hacer. Siempre se refer¨ªa al cuaderno en singular, como un continuum¡±, explica. En el pr¨®logo del primer volumen, la autora danesa Dorthe Nors, escribe: ¡°Estoy segura de que habr¨¢ quienes lean el cuaderno como la expresi¨®n de un genio egoc¨¦ntrico que no hac¨ªa otra cosa que pensar en la misi¨®n art¨ªstica que ten¨ªa en esta vida, mientras que sus hijos, sus mujeres y todo el mundo deb¨ªan arregl¨¢rselas como pod¨ªan. Yo no veo ese cuaderno as¨ª, es decir, como desviaciones de la moral¡±.
Lo cierto es que Bergman deja de lado muchos asuntos, como los infinitos premios y halagos que recib¨ªa (apenas cita algunos) mientras que la cr¨ªtica le afecta y mucho (¡°cuando me llevo un golpe as¨ª me siento asquerosamente cansado e inseguro¡±, escribe en 1956), aunque nada tanto como la implacable vara con la que se mide a s¨ª mismo. Abril del 1958: ¡°C¨®mo demonios conseguir una forma sencilla y limpia para esto. C¨®mo demonios conseguir que esto sea una pel¨ªcula y no un puto trasto. C¨®mo demonios conseguir que sea entretenida para que la gente quiera ver la dichosa pel¨ªcula. C¨®mo demonios se hace cine¡±.
Pel¨ªculas, teatro y exposiciones
La locura por Ingmar Bergman no tiene l¨ªmites, y tampoco se ci?e a lo estrictamente cin¨¦filo. Cuando en 2009 se subastaron algunas de sus pertenencias personales se recaud¨® 10 veces m¨¢s de lo previsto. Entre los objetos m¨¢s deseados figuraban los seis dados que al parecer el director lanzaba cada ma?ana para retar su propia suerte.
Prueba del inter¨¦s perdurable de su figura est¨¢ en el calendario de actividades para celebrar el centenario de su nacimiento, cuya fecha exacta es el 14 de julio. Se suceder¨¢n ciclos de su cine en todo el planeta (en Espa?a, en la Filmoteca de Catalu?a, o en los cines Verdi de Madrid), un programa de teatro en el Dramat¨¦n (la que fue su casa en Estocolmo durante a?os) o la exposici¨®n Bergman: verdades y mentiras, en el museo sueco de artes esc¨¦nicas.
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Autor: Ingmar Bergman. Traducci¨®n: Carmen Montes Cano.
Editorial: N¨®rdica Libros (2018).
Formato: tapa blanda (464 p¨¢ginas).
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